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Tlaxcala se resiste a la celebración de matrimonios igualitarios

Pedro Morales

Esta vez la culpa fue de los poblanos, luego de que hace algunos días la legislatura local de la vecina entidad fue nota nacional al autorizar con todas las de la ley los matrimonios igualitarios que removieron el avispero en Tlaxcala donde aún no existe ese derecho como tal.

Olvido y desinterés es la respuesta de las autoridades estatales, para que Tlaxcala salga de la lista negra de las 20 entidades donde no ha sido legislada la unión entre personas del mismo sexo.

Diputados locales no acatan la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que declaró desde el 2015 inconstitucional aquellos códigos civiles en los que sólo se permite la unión matrimonial entre un hombre y una mujer.

Los y las diputadas federales y mucho menos las senadoras por Tlaxcala se han preocupado por apoyar la unión entre personas del mismo sexo que en la entidad solamente puede concretarse a través de amparos judiciales.

La comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Transgénero, Travesti, Intersexual y Heterosexual (LGBTTTIH) se ha manifestado en demanda del reconocimiento de sus derechos y prevenir la discriminación.

Pero sobre todo para exigir a los diputados locales que tomen en cuenta las dos propuestas de ley, para prevenir y erradicar la discriminación en el Estado.

Integrantes de las sociedades LGBTTTIH, integraron 32 parejas lésbico gay se unieron en matrimonio de forma simbólica.

Al mismo tiempo pidieron a los diputados locales, “dejar su falsa y doble moral que los cubre, para legislar a favor de las sociedades de convivencias y contra la discriminación que vive este sector”.

Francisco Alberto Juárez Pereira, condenó a las autoridades y funcionarios públicos que se fundamentan en normas morales o religiosas, y los que han discriminado por tener una preferencia sexual distinta a la tradicional establecida.

En un gesto de apoyo para que en Tlaxcala se legalicen las bodas gay, Guillermo Valencia Rojas y Cesar Méndez Barbosa – primer matrimonio legal de tlaxcaltecas, entre personas del mismo sexo en la delegación Álvaro Obregón del DF, se unieron una vez más en forma simbólica.

Valencia Rojas dijo que no le interesa adoptar niños, sin embargo descalifico el hecho de que se rechace que un matrimonio compuesto por personas del mismo sexo pretendan formar una familia.

“Es mucho más malo ver a un niño tirado en la calle o cuando los sacerdotes los violan y eso es menos criticado” reprochó.

Lamentó que ningún diputado haya creado una casa hogar para encargarse de los niños de la calle, sin embargo la comunidad lésbico gay podrían brindarle el apoyo, el cariño y el hogar que les hace falta a los infantes.

CELEBRA TLAXCALA PRIMER MATRIMONIO IGUALITARIO

La ceremonia estuvo a cargo del oficial del Registro Civil, Fortino Altamirano Sosa, y al acto asistieron, como testigos, el ex ombudsman Francisco Mixcoatl Antonio, la ex diputada Eréndira Jiménez Montiel y personas afines a las contrayentes.

En breve mensaje, Jiménez Montiel celebró la realización “del primero de muchos matrimonios igualitarios” que tendrán lugar en Tlaxcala.

Mientras que Mixcoatl Antonio sostuvo que con la primera unión matrimonial entre personas del mismo sexo “se rompió un paradigma” a nivel estatal, por lo que reconoció el valor de la pareja de mujeres.

La CEDH tuvo conocimiento de este caso y brindó a las solicitantes asesoría jurídica y acompañamiento a fin de que requirieran la protección de la justicia federal para que les fuera concedido un amparo que ordenara llevar a cabo la unión matrimonial a la Coordinación del Registro Civil.

El Juzgado de Distrito concedió el amparo a las quejosas porque consideró que el artículo 46 del Código Civil para el Estado Libre y Soberano de Tlaxcala es violatorio de los principios constitucionales de igualdad y no discriminación, en virtud de que hace una diferencia con base en la orientación sexual de las personas.

El citado artículo no contempla explícitamente la unión civil entre personas del mismo sexo, pues establece que el matrimonio debe llevarse a cabo entre un hombre y una mujer, con una visión que concibe a la procreación como finalidad única.

En este sentido, el Juzgado de Distrito determinó que el artículo 46 del Código Civil vigente es “claramente discriminatorio, pues las relaciones que mantienen las parejas homosexuales pueden adecuarse perfectamente a los fundamentos actuales de la institución matrimonial y, más ampliamente, a los de la familia”.

El 12 de junio de 2015, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó que no existe ninguna razón constitucional para desconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo.

En esa fecha, la Corte emitió una tesis jurisprudencial que declara inconstitucionales los códigos civiles de las entidades federativas donde el matrimonio sea entendido como la unión entre hombre y mujer.

Una semana después, el 19 de junio, esta tesis fue publicada, con el numeral 43/2015, en el Semanario Judicial de la Federación y se considera de aplicación obligatoria desde el 22 de junio.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) hizo pública la recomendación general 23/2015, dirigida a los poderes Ejecutivo y Legislativo de todas las entidades federativas, para que adecuen sus leyes con miras a permitir el acceso al matrimonio a todas las personas sin distinción de orientación sexual.

El ex ombudsman local, Francisco Mixcoatl Antonio entregó al Poder Legislativo local una iniciativa para reformar el Código Civil, encaminada a crear la figura de matrimonio igualitario, la cual permite no solo la unión matrimonial entre parejas del mismo sexo sino también el acceso a las prestaciones que tal unión conlleva.

MATRIMONIO IGUALITARIO EN TLAXCALA, ¡SIN MÁS!

En un artículo periodístico, la ex diputada Eréndira Jiménez Montiel y activista social publicó que reconocer que cada persona tiene derechos y no solo obligaciones, es el principio para la sana convivencia y el mutuo respeto a la dignidad entre nosotros y nuestros semejantes.

Esta, es la vía para lograr el ejercicio y el respeto pleno de esos derechos, los cuales podemos calificarlos como necesarios e indispensables para el desarrollo de cada individuo, como ejemplo tenemos los derechos: al agua, a la salud, al trabajo y a la participación política, todos son parte de los derechos humanos, y están basados en el trato igual y en el actuar libre.

Mucho ha costado el reconocimiento en México y en el mundo de las libertades y del trato igualitario, su ejercicio se sigue regateando y obstruyendo, pensando en creencias particulares y no en beneficios colectivos que den respuesta a demandas y realidades sociales.

En las últimas tres décadas, han crecido las demandas de dos grupos, por una parte las feministas en demanda de la igualdad y el fin de las violencias; y por otra, la comunidad LGBTTTIQ+ en busca del respeto y, por ende, del ejercicio de la libertad a la diversidad y a la orientación sexual, con un tema preponderante, entre muchos otros, como es el matrimonio igualitario.

Actualmente, se ha legislado a favor de la paridad de género para integrar todo órgano de gobierno, sin embargo, lo establecido desde la norma enfrenta obstáculos para su pleno cumplimiento y, un atraso legislativo y político en relación a la violencia por razón de género, como algo inherente a la cultura del país, como es el caso de la comunidad LGBTTTIQ+ que busca el reconocimiento del matrimonio igualitario en todo el territorio nacional, lo cual, como ha establecido la Suprema Corte, no tiene ningún impedimento constitucional.

Reconocer y cumplir con la paridad de género, y con el matrimonio igualitario, implica en ambos casos que los derechos se ejerzan plenamente, sin reticencias. Significa que todo órgano de gobierno, federal, estatal o municipal esté integrado paritariamente; que todo programa educativo y social incluya la igualdad, bajo el principio de no discriminación entre los géneros, así como el respeto a la diversidad sexual, incluido el matrimonio igualitario.

En Tlaxcala, el Código Civil no permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, por lo que quienes deciden hacerlo deben buscar el amparo constitucional a los juzgados de distrito, de ahí que la primera boda gay – a través de ese mecanimo- fue en 2016, entre mujeres.

Desde la LXI Legislatura el tema fue discutido y rechazado con argumentos absurdos, sesgados y discriminatorios. Hoy mismo en el Congreso local se tienen abiertos dos expedientes parlamentarios con propuestas que buscan incluir en Tlaxcala el matrimonio entre personas del mismo sexo, una Iniciativa presentada en la LXII legislatura y otra en inicios de la actual.

Tlaxcala no se debe de quedar atrás. El Estado tiene la palabra o, en su defecto, la sociedad, desde su exigencia, la tendremos.

PROPONE CEDH REFORMAS AL CÓDIGO CIVIL

El ex presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Francisco Mixcóatl Antonio, entregó al Poder Legislativo una iniciativa para reformar el Código Civil del Estado de Tlaxcala, para crear la figura de matrimonio igualitario, la cual permitirá a parejas del mismo sexo unirse en matrimonio, así como acceder a otras prestaciones.

Dijo que con la aprobación de esta iniciativa, Tlaxcala podrá ponerse a la vanguardia en esta materia, tal y como lo ha ordenado la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a través de la Jurisprudencia 43/2015, la cual está encaminada a cumplir el contenido de los artículos uno y cuatro de la Constitución federal, donde se prevé el derecho a la no discriminación y el principio de igualdad.

Reveló que la CEDH ha recibido demandas de personas que, por su orientación sexual, quieren contraer nupcias pero les ha sido negado este derecho, por lo que han tenido que recurrir al Distrito Federal, aunque precisó que en uno de los casos, este organismo autónomo tuvo que promover un amparo ante la justicia federal y solo están a la espera de un fallo favorable por parte del Juzgado de Distrito.

Hizo notar que la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se ha pronunciado a favor de proteger el concepto de familia pero en un término más amplio, pues ésta se puede integrar únicamente por dos personas que no deseen tener hijos, quienes si los tiene o quienes deciden adoptarlos sin la necesidad de procrearlos.

La iniciativa que presentó abriría un abanico de posibilidades, pues a las personas del mismo sexo no solo se les va a tutelar el derecho al matrimonio, sino todos aquellos beneficios como el de propiedad, a obtener una pensión en caso de viudez, seguridad social, entre otros establecidos en las leyes fiscales y laborales.

«En esta ley no metimos la cuestión de la adopción, porque hicimos el estudio jurídico y creo que lo importante es impulsar primero estos cambios al Código Civil, además de que para la adopción la norma solo habla de que podrán realizarla los consortes integrados entre un hombre y una mujer», sostuvo.

Consideró que la intención es dar este primer paso, para que posteriormente se pueda dar la adopción, por lo que solicitó a los diputados ahí presentes tomar en cuenta su iniciativa y, de ser posible, sea aprobada para beneficio de Tlaxcala.

La iniciativa fue recibida por el secretario parlamentario del Poder Legislativo, así como por los diputados que integran las comisiones unidas de Puntos Constitucionales, Gobernación y Justicia y Asuntos Políticos, así como la de Derechos Humanos.

EN TLAXCALA EXISTEN 120 MIL PERSONAS HOMOSEXUALES

Del total de la población en el estado de Tlaxcala, el 10 por ciento de ésta corresponde a la denominada comunidad lésbico gay LGBTTTIH, es decir, alrededor de 120 mil personas.

La exdiputada local perredista, Eréndira Jiménez Montiel, recordó que durante el segundo periodo ordinario de sesiones se estarcía presentando la propuesta de ley para la protección de los derechos de personas que pertenecen a este grupo poblacional.

La legisladora señaló que Tlaxcala requiere de un marco legal, incluso constitucional, que permita reconocer los derechos de la comunidad lésbico gay y evitar la transgresión de sus garantías individuales, ya sea en la sociedad o instancias gubernamentales.

Sostuvo que el reconocimiento legal a los derechos de personas homosexuales, permitiría incluso incluir en el catálogo penal local, el crimen de feminicidio que no está estipulado en Tlaxcala.

Denunció que este grupo de ciudadanos han sufrido de diversas vejaciones y actos discriminatorios en centros comerciales y plazas públicas, que no pueden ser denunciados penalmente por la falta de un marco jurídico adecuado a las necesidades de las personas homosexuales.

EXPECTATIVA EN TLAXCALA DE AMPAROS COLECTIVOS PARA CASARSE

Al menos diez parejas homosexuales, siete de hombres y tres de mujeres, han solicitado informes a la Oficialía número 01 del Registro Civil del municipio capitalino sobre los requisitos para poder contraer matrimonio.

Al obtener como respuesta que en Tlaxcala aún no se ha legislado materia de bodas igualitarias dentro del  Código Civil, los interesados están al pendiente de casos como el de Puebla, donde 30 ciudadanos interpusieron un amparo colectivo ante la justicia federal para que se les reconozca ese derecho.

En Tlaxcala, existe el caso de una pareja de mujeres a la que la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) ha venido asesorando para lograr su objetivo de casarse, aludiendo a la misma jurisprudencia, con lo que se podría sentar una base para más acciones de ese tipo con posibilidades de éxito.

No hay datos sobre si en otras oficialías del registro civil en los diferentes municipios ha habido solicitudes de uniones maritales entre personas del mismo sexo, sobre todo en los de mayor población.

La SCJN ya mantiene en revisión el amparo colectivo de los interesados poblanos, en virtud de que el máximo tribunal del país en junio pasado determinó que negar el derecho a casarse a una pareja homosexual supone un acto discriminatorio.

Mientras en Tlaxcala,  ante la negligencia de los diputados de la 4-Tel Congreso local todavía no se legisla al respecto, debido a que la mayoría de los legisladores y legisladoras locales les urge agotar un presupuesto superior a los 400 millones que se autodesignaron para obras en los municipios.

Pero también para gastarse esos 100 mil pesos que les llegan para “gestión y que se dirigen a fiestas de bautizos, casamientos, XV Años, para la fiesta del pueblo y poco, muy poco para verdadera gestión social, sobre todo porque de ese dinero nunca entregan cuentas, ni las entregarán.