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Meteorito Fukang: una joya cósmica de 4.500 millones de años

Meteorito Fukang: una joya cósmica de 4.500 millones de años

 

El Meteorito Fukang es uno de los meteoritos más espectaculares que se han encontrado en la Tierra. Se trata de una pallasita, un tipo de meteorito de hierro y roca que contiene cristales de olivino, un mineral de color verde que brilla como una gema cuando se ilumina.

 

El Meteorito Fukang fue descubierto en el año 2000 cerca de la ciudad de Fukang, en la región autónoma de Xinjiang, al noroeste de China. Un senderista anónimo se fijó en una roca metálica y cristalina que le llamó la atención y decidió extraer algunos fragmentos y enviarlos a Estados Unidos. Allí, los expertos confirmaron que se trataba de un meteorito muy especial.

 

El Meteorito Fukang tiene una masa de 1.003 kilogramos, de los cuales 20 kilogramos fueron separados por el senderista. El resto del meteorito fue estudiado por la Universidad de Arizona, donde se determinó que pertenece al grupo de las pallasitas, que representan solo el 1% de todos los meteoritos conocidos.

 

Las pallasitas se formaron hace unos 4.500 millones de años, cuando el sistema solar era joven y se producían colisiones entre asteroides. Estos impactos generaron una mezcla de hierro metálico y silicatos, que se enfriaron lentamente y cristalizaron. El resultado fue una estructura única, con una matriz de hierro y níquel en la que se incrustaron los silicatos, principalmente olivino.

 

El olivino es un mineral muy abundante en el manto terrestre, pero raro en la superficie. Tiene una composición química de silicato de magnesio y hierro, y un color verde que varía según la proporción de estos elementos. El olivino del Meteorito Fukang tiene un alto contenido de magnesio, lo que le da un tono verde claro. Además, tiene una alta pureza y transparencia, lo que lo hace muy valioso desde el punto de vista gemológico.

 

El Meteorito Fukang es una muestra excepcional de la belleza y la diversidad de los objetos que viajan por el espacio. Su aspecto es tan fascinante que algunos lo han comparado con una vidriera cósmica o una joya extraterrestre. Su estudio nos permite conocer mejor el origen y la evolución de nuestro sistema solar, así como apreciar la riqueza mineralógica de nuestro planeta.