CDMX.- 3 de noviembre de 2017
“Tenemos a tu hijo. Necesitamos dinero. Lo vamos a matar”, fue la advertencia vía telefónica que recibió la señora Alejandra, madre de Jesús Alexandro Herrera Paz, de 19 años de edad, uno de los dos decapitados, cuyas cabezas fueron halladas en bolsas de plástico junto a un poste de una cámara de videovigilancia del Gobierno de la Ciudad de México, localizado en Lecumberry y Circunvalación en la Colonia Ampliación Penitenciaría en la delegación Venustiano Carranza.
Familiares de ambos dejaron asentado que debido a que pasaron varias horas y no respondían las llamadas a sus teléfonos móviles, a las 21:06 del ese mismo día, decidieron acudir ante las autoridades para presentar una denuncia por privación ilegal de la libertad en su modalidad de secuestro.
Los padres de Jesús acudieron a la Fiscalía para la Atención del Delito de Secuestro (FAS) de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México. Ello, debido a que tras llamada telefónica donde les pedían dinero, pensaron que se trataba de un secuestro, hechos que quedaron asentados en la Carpeta de Investigación CI-FAS/E/UI/-3C/1416/11-2017.
En esta Carpeta de Investigación, la señora Alejandra dejó asentado que a las 21:06 horas recibió una llamada telefónica, donde escuchó la voz de su hijo y, luego interrumpiendo por una voz masculina que le solicitó dinero y le amenazó diciéndole que iba a matar a su hijo, para finalmente colgar y, tanto su hijo Jesús, como su sobrino Carlos, no contestaron los teléfonos móviles, por lo que después de buscarlos afanosamente, se trasladó a la FAS, donde inició esa Carpeta de Investigación.