CDMX.- 24 de noviembre de 2017
Un presunto integrante del crimen organizado muerto, un herido y siete más detenidos fue el saldo de un enfrentamiento a balazos contra personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) tras un operativo llevado a cabo la tarde de ayer en un domicilio de la colonia Santa María La Ribera. En el sitio se decomisaron cinco armas de alto poder, tres granadas de fragmentación y un vehículo.
El personal de la AIC, dependiente de la Procuraduría General de la República (PGR), llegó al inmueble ubicado en Camino Antiguo a San Pablo Xochimehuacan, donde fueron recibidos a tiros, por lo que los agentes federales repelieron la agresión. Dos de los presuntos delincuentes resultaron heridos de bala y tuvieron que ser auxiliados más tarde por paramédicos de Cruz Roja, quienes los trasladaron graves a un centro hospitalario, sólo que uno de ellos murió en el camino.
Mientras que del resto de los inculpados, otros siete (con el fenecido y el herido suman nueve) fueron remitidos a la PGR, delegación Puebla, para ponerlos a disposición del Ministerio Público Federal.
En el interior del domicilio fueron hallados tres rifles de asalto R-15, así como dos AK-47, mejor conocidos como “cuerno de chivo”, y tres granadas de fragmentación. Según fuentes policiales los delincuentes agredieron a balazos a los agentes y éstos repelieron la agresión. Según fuentes policiacas, el hecho pudo haber resultado peor, pues uno de los detenidos amagó con accionar una de las granadas.
Los agentes federales pudieron controlar la situación y contener a los delincuentes, incluso capturar a dos de ellos que pretendían escapar por la parte de atrás de la vivienda.
Vecinos entrevistados por El Sol de Puebla mencionaron que al principio se espantaron, pues no sabían si las personas que llegaron en varias camionetas de reciente modelo eran policías. Agregaron que al parecer iban siguiendo a una persona que se metió en esa casa y es cuando se escucharon tres disparos y luego ráfagas de metralla.
El enfrentamiento duró algunos minutos y finalmente volvió el silencio. Después llegaron ambulancias y patrullas de las policías estatales y ministerial, cuyos elementos montaron un cerco de seguridad alrededor de la zona por la peligrosidad de los detenidos, pues trascendió que serían miembros de la delincuencia organizada.
