CDMX.- 29 de noviembre de 2017
El exlíder militar bosniocroata Slobodan Praljak se suicidó hoy ingiriendo supuestamente veneno durante la audiencia de apelación del Tribunal Penal para la Antigua Yugoslavia (TPIY), que confirmó su sentencia a 20 años de prisión por crímenes de lesa humanidad en la guerra de Bosnia (1992-1995).
“Soy inocente. No soy un criminal de guerra. Rechazo esas acusaciones”, increpó al juez Carmel Agius, en protesta por el veredicto, que confirmaba una sentencia dictada en 2013.
Segundos después, Praljak, de 72 años, sacó un frasco de su bolsillo, lo abrió, ingirió el líquido y se volvió a sentar.
“He tomado veneno”, dijo, mirando a las cámaras que retransmitían en directo la decisión del tribunal.
Agius, en aparente estado de nerviosismo, pidió correr las cortinas que permiten a los visitantes seguir los procedimientos judiciales de la corte y llamó a los médicos del tribunal para que atendieran a Praljak.
En un comunicado emitido varias horas después, el TPIY confirmó la muerte de Praljak en un hospital de La Haya y aseguró que, siguiendo los procedimientos habituales y a petición de este tribunal, las autoridades holandesas han iniciado “una investigación independiente” sobre el fallecimiento.
El magistrado reanudó la sesión judicial mientras Praljak era trasladado al hospital y continuó con la lectura del veredicto, que confirmó las penas de entre 10 y 25 años de prisión para otros cinco exlíderes y políticos acusados de crímenes de guerra de la llamada “República Croata de Herzeg-Bosnia”, en 1993.
Praljak fue comandante del Estado Mayor del Consejo Croata de Defensa de Bosnia (HVO) y ordenó personalmente la destrucción del puente de Mostar, ciudad donde se registraron algunos de los combates más feroces entre croatas y musulmanes bosnios.
Los jueces consideraron también que el ahora fallecido ignoró todas las peticiones de ayuda cuando, en el verano de 1993, los soldados serbocroatas persiguieron a los musulmanes en Mostar.
Sin embargo, el primer ministro de Croacia, Andrej Plenkovic, consideró que el suicidio de Praljak se debe a la “injusticia” por haber sido condenado a prisión.
“Su acto (…) habla de la profunda injusticia moral contra seis croatas de Bosnia y contra el pueblo croata”, manifestó Plenkovic en rueda de prensa en Zagreb, en referencia a los otros cinco condenados y al suicida.
El TPIY los considera responsables de “limpieza étnica” contra los musulmanes bosnios y otros no croatas en “Herzeg-Bosnia”, cuyo territorio tenían la intención de unir luego a Croacia, según la acusación.
La “República Croata de Herzeg-Bosnia” fue proclamada en territorios del sur de Bosnia-Herzegovina habitados por una importante población croata.
El proceso judicial contó con 400 testigos y 9.500 materiales de prueba que incriminaban a los seis acusados.
El TPIY, establecido por Naciones Unidas en 1993 para juzgar los crímenes cometidos durante la guerra de los Balcanes, termina este año su mandato y está previsto que cierre sus puertas el próximo 31 de diciembre.
La corte no pudo pronunciar su veredicto sobre el expresidente yugoslavo Slobodan Milosevic, el principal acusado de su mandato, porque murió de un ataque cardiaco en marzo de 2006, tan solo a unos meses de la fecha asignada para el fallo por genocidio.
También el serbocroata Milan Babic, quien dirigió la autoproclamada y no reconocida República Serbia de Krajina, fue encontrado muerto en su celda en 2006, dos años después de haber sido condenado.
La semana pasada, este tribunal dictó su última sentencia por el caso del exjefe militar serbobosnio Ratko Mladic, conocido como “el carnicero de Bosnia”, condenado a cadena perpetua como responsable de genocidio y crímenes de lesa humanidad en Sarajevo, Srebrenica y otras localidades.