CDMX.- 12 de enero de 2018
“En sólo diez días, el 2018 se anuncia como un año en el que la libertad de expresión continuará siendo perseguida por gobernantes como Héctor Astudillo (Guerrero), grupos de poder y grupos criminales”, lamentó PEN México.
El organismo internacional “alza la voz contra de los actos fatales, evidencia de la impunidad en México” luego de que a principios de este año, durante la irrupción de policías estatales en la comunidad de La Concepción, en Acapulco, fueron agredidos, encañonados y golpeados varios periodistas guerrerenses que cubrían un operativo de desarme de guardias comunitarios.
Y de ahí enumera que Bernardino Hernández, fotoperiodista de Cuartoscuro y Proceso, premiado internacionalmente, está hospitalizado por lesiones en la cabeza y otras partes del cuerpo. Hernández fue directamente amenazado: “Te vamos a desaparecer”.
En un comunicado, señala que fueron golpeados los reporteros Francisco Robles (Reforma), Carlos Alberto Carbajal y Jacob Morales (El Sur), Roberto Ramírez Bravo y Héctor Briseño (La Jornada), así como Sergio Robles de la agencia Quadratín.
Exhibe que el 8 de enero pasado, fue incendiada la casa de la viuda de Gregorio Jiménez, periodista veracruzano asesinado en 2014 y cuyo caso no ha sido resuelto. La Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas en Veracruz (CEAPP) ha asignado guardias especiales a la familia.
También, el 2 de enero pasado, se registró el secuestro exprés y robo en contra de Antonio Julián Chepe, director de Diario Alternativo, de Acapulco; durante su sometimiento, Chepe fue golpeado y amenazado de muerte. Aunque la Secretaría de Gobernación lo incluyó en el programa de medidas de protección a periodistas, el periodista no ha sido fue atendido.
De esa manera, reprobó las amenazas de cárcel en contra del columnista Carlos Ramírez, del periódico El Financiero por publicar material sobre consultas electorales.