CDMX.- 13 de enero de 2018
La elaboración artesanal de molcajetes en San Pedro de Los Metates, en el municipio de Acambay, es una tradición que cada año se pierde más al no haber un mercado que permita subsistir a quienes se dedican a esta actividad.
San Pedro de Los Metates es un poblado en la zona norte asentado en la región otomí del Estado de México, cuya principal actividad se centra en la elaboración de molcajetes y metates de manera artesanal, una tradición y trabajo que se pierde y que las nuevas generaciones ya no realizarán.
El registro de artesanos del poblado es de apenas una veintena, cuando antes muchas de las familias asentadas en esta localidad se dedicaban a esta actividad que heredaban de generación en generación.
En realidad ya somos pocos, por ejemplo, en el caso de mi hijo, le digo que estudie porque ya no da esta actividad para que sobresalga y tenga ingresos que le permitan vivir, como a otras generaciones”, aseguró Julio Mendoza García, líder de los artesanos del pueblo.
El hijo de Julio sería la nueva generación en la familia en dedicarse a elaborar molcajetes, pero ha optado por ir a la escuela para tener una carrera profesional, debido a que dedicarse a este oficio, ya no es rentable.
Este trabajo es herencia de mi padre y es herencia de su padre, de quien aprendimos, pero a mi hijo de por sí ya no le gusta mucho y luego lo difícil de este trabajo que no da para mantenerse, mejor le dije que se fuera a estudiar y que busque otras cosas que sí le dejen”.
Las autoridades del sector turístico de Acambay reconocen que se le debe dar impulso a los artesanos de San Pedro de los Metates porque son el segundo grupo más importante que hay en el municipio y se quiere conservar la tradición de elaborar este tipo de artesanía que es orgullo de la región.
El coordinador de Turismo, Alfredo Antonio Peña Morales, aseguró que han tratado de patrocinar a los artesanos y a algunos los han apoyado para enviarlos a ferias u exposiciones en los estados de la zona centro de la República Mexicana para que vendan sus productos.
Claro que sí se busca impulsarlos, lo que se intenta es abrir el mercado a otros países y la posibilidad de seguir apoyando para que se vayan a ferias regionales y exposiciones en donde puedan colocar lo que elaboran”.
En la actualidad las canteras de piedra volcánica negra que había en el poblado se acabaron y ya no se pueden explotar, por lo que la materia prima la tienen que encargar por carro desde Atlacomulco.
Una vez que tienen la piedra los artesanos la seleccionan y cortan para comenzar a tallar la pieza. El tallado se realiza con herramientas que ellos mismos manufacturan y con cinceles, aunque algunos ya se ayudan de máquinas que les ayudan a terminar de mejor forma el trabajo.
La idea de Julio es que las autoridades de Turismo municipal y estatal retomen el proyecto de abrir los mercados de venta a otros estados, pero también al extranjero, tal y como lo prometieron en la pasada administración.
Que se retome ese proyecto de ir a otros países como ya se tenía contemplado, lo que necesitamos es que se nos ponga en el mercado, que nos den espacios para vender nuestra artesanía, no voy a decir que las autoridades no nos apoyan, sí lo hacen, pero nos dan recursos por dos mil 300 que nos sirven para comprar materia prima una vez y ya”.
De momento, los artesanos se mantienen con las ventas que realizan a mayoreo en regiones cercanas a Acambay en donde llegan a vender cada pieza mediana en unos 120 pesos. Ese molcajete se revenderá hasta en 200 pesos, dinero que ya no perciben los artesanos.