15/01/2018/Misael Nava Corona
Transcurrida una semana de que comenzara su huelga de hambre, la maestra Magdalena Piscil se mantiene firme. Luego de instalar su campamento de protesta frente a Palacio de Gobierno expresa que conforme pasan los días no ha sido fácil.
Los gélidos fríos azotan la entidad y ella sigue aquí padeciendo frío, calor, viento, sin embargo continúa mostrando su espíritu guerrero.
Resguardándose en su único refugio una pequeña tienda de campaña de las inclemencias del tiempo, muestra una sonrisa cada vez que alguien se acerca a saludarle.
Destaca que la gente que pasa, alumnos, adultos, gente de la tercera edad le muestran su apoyo y se solidarizan.
¿Dónde le firmamos? Comenta que le pregunto una persona el otro día. Todo con la intención de apoyo y ánimos que la gente le demuestra, pues no está sola.
Expresa que los paramédicos de la unidad de emergencias que se encuentra en la explanada atentos a la salud del gobernador Marco Mena, le han revisado, le dijeron este lunes que se encuentra bien de la presión, aunque los dolores de cabeza no la dejan, fruto de la nula alimentación.
Su familia, amigos y alumnos la apoyan en su causa, a 7 días de plantarse en el primer cuadro de la capital tlaxcalteca.
Ha pasado una semana y ante la pregunta de si alguien se ha acercado a apoyarla, Piscil Baleón manifiesta que el fin de semana se acercaron representantes de un sindicato de maestros ubicado cerca del zócalo, los cuales acudieron para mostrarle su apoyo además de argumentar que «no sabían que estaba aquí» pero que le dijeron contaban con su apoyo.
Ante el silencio e indiferencia de pocos y la solidaridad de muchos Magdalena sigue aquí, con un semblante visiblemente cansado, con la mirada fija en su objetivo, sobreviviendo solamente con sueros para mantenerse en pie, y tomando agua únicamente todo el resto del día.