CDMX.- 18 de enero de 2018
En 2015 se declaró Alerta de Género a Ecatepec, tan sólo uno de los 11 municipios en los que se señaló como uno de los más peligrosos para las mujeres, en 2017 tuvo el primer lugar en feminicidios, jóvenes desaparecidas y muertes constantes.
El año pasado en Ecatepec, se contabilizaron 21 feminicidios, equivalente a 12.5 por ciento del total de los registrados en el Estado de México, así lo comentó Xóchitl Arzola Vargas, presidenta de “Mujeres en Cadena”.
La presidenta de “Mujeres en Cadena”, Xóchitl Arzola Vargas, señaló que el año que concluyó tuvo un saldo de 168 feminicidios en suelo mexiquense y que algunos municipios donde se conoció de feminicidios, fue Chalco 9, Tlalnepantla 8, Naucalpan 7, Tultitlán 7, Cuautitlán Izcalli 7, Tecámac 6, Toluca 6, Lerma 5, Teotihuacán 5, Zumpango 5, Nicolás Romero 4, lo mismo que Tenancingo, Atizapán, Texcoco, Otumba y Chimalhuacán, entre otros.
Las cifras antes mencionadas se derivan de un seguimiento de los medios de comunicación y organizaciones ciudadanas que trabajan sobre el tema, por lo que las cifras pueden variar mínimamente.
Por lo que el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) anunció que ampliará el catálogo de delitos sobre los cuales da a conocer mensualmente el número de carpetas de investigación, ya que tanto feminicidios como violencia de género no son contabilizados.
Los lugares donde se han encontrado a las víctimas corresponden a 105 en la vía pública, casi un 62. 57 por ciento del total, 45 en domicilios, 33 en lugares de trabajo, 3 en automóviles y el resto en otros sitios, agregó Arzola Vargas.
Los feminicidios cada vez se comenten con mayor saña, ya que no existe el abuso sexual, sino que ahora las desollan o las descuartizan, dejando los restos de las víctimas en tiraderos de basura, parajes abandonados o simplemente son desaparecidas.
Arzola aseguró que en los primeros lugares hay municipios que no estuvieron considerados para la declaratoria de alerta de violencia de género, lo que confirma lo que dijimos hace más de dos años “es absurdo pensar que la violencia respeta límites territoriales”.
