Pedro Morales
Ver para creer, en Tlaxcala la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) tal parece que está empeñada por entregar a Tlaxcala otra vez el triunfo de la elección que viene a manos de AMLO.
Un partido que se encuentra desmantelado, con cuadros ya muy añosos que no atan, ni desatan pero que se empeñan en aparecer como chavos rucos, con tal de seguir viviendo del erario.
Y conste que se dice que el gobernador Marco Mena tiene las manos fuera del proceso electoral y que gobierna para toditos los tlaxcaltecas sin colores, aunque sus colaboradores se empeñan en mostrar una imagen diferente al ponerle recursos directamente al PRI.
Con el nombramiento de José Miguel Meneses Pérez que fue nombrado secretario de comunicación del PRI, sin militancia aparente al interior y menos identificado con los priistas tlaxcaltecas.
Es una ramita de un dicente “comunicador” del sexenio pasado, quien no vino a Tlaxcala por lana, se llevó la borrega, pues esta es una de sus ramitas a quien se le recuerda como repartidor de un periódico que le inventaron al entonces candidato Mariano González Zarur.
Merito más que suficiente que lo llevó a trabajar en la Coordinación de Información y Relaciones Públicas del gobierno de Mariano González y se convirtió en jalapatas del actual titular de la CGIyRP.
Seguramente en días por venir va a presentar su renuncia al cargo que ostentaba en el gobierno de Marco Mena, lo mismo que sus colaboradores, para no caer en sospecha de que se van becadas al tricolor.
Habrá que investigar quien estuvo operando la visita del precandidato Meade y seguramente aparecerá la mano negra de ese personaje que al más puro estilo de sus maestros concertó y llevó a cabo una entrevista exclusiva para tres “comunicadores” que descabezaron en redes sociales a su entrevistado.
Su reto es decirle a su precandidato la neta, que de un lugar de la avenida Juárez lo mandaron para “ganar la elección presidencial”, al fin y al cabo que cuenta con sus “comunicadores” que tienen una gran influencia negativa en las redes sociales.
Serán los directivos de los institutos políticos quienes ubiquen, averigüen y con pruebas de la burra en la mano y realicen la denuncia correspondiente de lo que podría ser tal vez y solo tal vez un desvío de recursos humanos.
Los vamos a estar vigilando, eso que ni lo duden, ya que como decía el abuelo “quien siembra vientos recoge tempestades”. Este refrán se suele utilizar para explicar que aquellas personas que hacen mal a los demás o siembran odio en otros, la vida les paga de la misma manera. Los seres humanos debemos de ser muy conscientes de que nuestras acciones tienen consecuencias.
Quiere llorar… el Saga, ya sintió el rigor de la imposición, por estar en campaña “La Pintita” le comió el mandado, no lo puede creer porque la candidatura para el Senado era suya, pero se la gastó.
La perrada tiene a un nuevo líder y se llama Alberto Amaro Corona por su denuncia a un comunicador por presunta difamación y atrás de su demanda viene una jugosa reparación del daño que tendrá que pagar uno de los hasta ayer consentidos del sistema. Será como quitarle un pelo a un gato.
Se reciben apuestas de que la Doña mejor conocida como Beatriz Elena Paredes Rangel, a quien por cierto ya se le notan los años, sin duda tendrá lugar en las listas de pluris, la apuesta es a ver si la dejan llegar o se la “chamaquearon”.
Otra apuesta es por ver el tiempo de vida de la coalición “Al Frente por México”, si se toma en cuenta por ejemplo las luchas encarnizadas por la dirigencia estatal del PRD, entre ellos se dieron hasta con la cubeta.
A medida que se acerca el día para el registro de candidatos, menos tiempo le queda a esta coalición que uno dicen que es como el agua y el aceite y otros que es cosa del diablo, contra natura, pues.
En cuanto hace al PAN, nadie cree que la dueña del perro se va a someter a decisiones cupulares, al último minuto va a hacer sentir su trabajo, no en balde es la aún senadora quien dice la última palabra.
Movimiento Ciudadano ya reculó y dice que con frente o sin frente va a registrar a sus candidatos y lo cierto es que ya se dieron cuenta que la ideología es historia, lo que cuentan son las dietas, sobre todo las de seis años.
Dentro de esta vorágine de la danza de las candidaturas, el tricolor con su nuevo jefe de prensa se las van a ver negras, sobre todo porque el PVEM y los Aliancistas ya se revelaron por la misma causa de la dietas y ya vislumbraron la debacle que se le viene encima su gran socio y aliado.
Ya lo dijeron ellos no nosotros “unidos en la adversidad, pero enemigos en la opulencia” o lo que es lo mismo no se comparten las candidaturas, o cada quien para su santo.
Donde parecen hermanas de la caridad y su santo patrón son las y los Morenistas, ya ellos pasaron por el tricolor y saben que unidos algo van a ganar, una diputación federal o de a perdis una candidatura a la gubernatura… YA FALTA POCO.