TLAXCALA
Personal de distintas corporaciones de auxilio ubicaron y atendieron a 62 niños inotxicados por ingerir tlacoyos en mal estadio y que desató la contingencia presentada al interior del internado número 5 «General de División José Amarillas» ubicado en el municipio de San Pablo Apetatitlán en Tlaxcala.
Debido a que varias decenas de menores de edad matriculados en esa institución, presentaron cuadros de vómito y diarrea, por lo que alrededor se emitió la alerta al Servicio de Emergencias 911, lo que movilizó a los equipos de socorro.
Quienes arribaron al edificio ubicado en la calle Francisco I. Madero de Apetatitlán, donde de inmediato brindaron las primeras atenciones a los 25 niños de ambos sexos que estaban concentrados en el patio del plantel.
Sin embargo al paso de los minutos más alumnos presenta baban cuadros de intoxicación y deshidratación, hasta sumar 62, por ingesta de alimentos, siendo necesario que al menos unos sesenta estudiantes de entre 6 y 12 años de edad fueran remitidos a diferentes nosocomios del Sector Salud, mientras otros permanecieron en la escuela en observación y valoración.
Padres de familia que esperaban al exterior en espera de información, la que no les era proporcionada por las autoridades, que aumentó el nerviosismo y desesperación de madres y padres de familia que derivaron en la intentona de querer ingresar por la fuerza al internado.
Incluso hubo intercambio de comentarios entre los tutores, donde algunos de ellos conminaban a la tranquilidad y otros con extrema desesperación exigían ser atendidos o por lo menos ser enterados de si sus infantes estaban entre los afectados por la intoxicación masiva.
Luego de algunos minutos un representante de la institución salió para referir que los menores en su totalidad estaban «bien» y que los que estaban terminando de ser valorados por el personal médico y que sus hijos les serían entregados como se hace al término de la jornada educativa.
Sin embargo, fue necesario el nombrar a cada menor, para que su tutor pasara a recogerlo, ya que la sugerencia de permanecer en calma no prosperó, dejando la labor a elementos de la policía para evitar que el representante de la escuela fuera agredido.
Finalmente, fueron colocadas las listas al exterior, para enterar a los padres de familia a que hospital deberían acudir para dar seguimiento al estado de salud de sus hijos.
Por su parte, Olegario Minor Luna, director de la institución dijo que no fue una alarma grave, sin embargo se dio parte de inmediato al Sector Salud para su intervención ante los síntomas que presentaban los niños.
Algunos de ellos comentaron Asus padres que les dieron de comer tlacoyos que tenían un sabor raro y feo, además de leche y fruta y que algunos ni se acabaron sus alimentos porque comenzaron a sentirse muy mal.