21/02/2018/TLAXCALA/PEDRO MORALES
ESPECIAL
El sacerdote expulsado acusado de pederastia, que no se le pudo comprobar, en la Diócesis de Tlaxcala, José Rojas Valadez asegura que dentro de los curas católicos también hay quien ha abusado de poder, es el caso de enriquecimientos inexplicables, como ocurre en Tequexquitla.
Indica que la gente le ha preguntado si en Tlaxcala hay curas con hijos a lo que “Yo le respondí que en dónde… porque yo conozco como a cien, entre ellos a uno que quiere ser el nuevo Obispo de Tlaxcala, ese que le gusta hablar por radio y que ahora niega su nacencia en Tequexquitla, ahora dice que es de Xalapa”.
Pero la gente que habla por hablar y la verdad es que tiene un Partenón en El Carmen, ustedes lo pueden constatar y ahí está la mansión y que explique de donde obtuvo el dinero para edificarla.
Efectivamente en esta entrega se publican las fotografías de esa propiedad ubicada en lo alto de un risco y que desde esas alturas parece desafiar a los elementos naturales y se impone como mansión al estilo de los políticos.
¿Ranulfo Rojas Bretón dice que Usted es de su familia y que le duele mucho lo que está pasando?
JRV.- Está pendejo, es mi sobrino y eso de que le duele mucho… está pendejo.
Pregúntenle quienes fueron sus abuelos los Bretón, él se hace familiar de los Bretón de los de allá, fueron rateros, asesinos, abigeos su abuelo el Agustín y Salvador su tío abuelo, mataron a una viejecita para robarle su dinero.
Quedaron en sus ojos la imagen de los asesinos, mi papá era sub agente, vio a la viejecilla y los ubicó, uno de los asesinos llegó y su abuela estaba lavando la ropa, estaba llena de sangre y lo metió al bote.
Siguieron robando los caballos, se volvieron famosos y uno los mató a los dos en menos de cinco minutos, a uno lo apuñaló tomando un jarro de, pulque y al otro lo agarró de frente, así de fácil.
Les quiero decir que Ranulfo Rojas Bretón no ha sido ordenado sacerdote, por un escándalo de bailar con todas las catequistas de aquí, el párroco presenta la fotografía y lo manda a traer al obispo Luis Munive.
Le dice “oiga que hago con su sobrino, no lo ordeno y punto”.
Pero “padre Pepe, le doy la alternativa, busque y yo fui a ver a José Trinidad Medel, a Tula Hidalgo y me dijo mándemelo tres meses y yo lo ordeno.
Y se ordenó fuera de Tlaxcala, por un Obispo que no es de Tlaxcala y su sacerdocio fue valido allá y acá.
Y ahora dice que no puede venir un Obispo de otra parte a ordenar sacerdotes, yo le organice el canta misa, el señor Munive vino a su canta misa y dice que yo no lo he apoyado con nada.
Que ni me conocía, una sobrinas me dijeron que le dijeron porqué no ves a tu tío y les respondió “es que yo quiero crecer”, pero “no se si de la barriga o no sé donde”.
El padre Rojas, sugirió que se investigue al que acaba de salir de párroco de Tequexquitla a quien se acusa de tener varias mujeres y que hasta “le bajó” su mujer a un policía, pero allá arriba nadie sabe, nadie supo.
Asqueado de tanta corrupción y sin perdonar la “expulsión” de que fue objeto por parte del ex obispo de Tlaxcala, Francisco Moreno barrón, quien no tomó en cuenta su defensa, ni le creyó.
Menos quiso reconocer que “yo soy sacerdote para toda la eternidad y palo dado, ni Dios lo quita, “Dios me dio la vida, no me la puede quitar, seguiré viviendo en la eternidad”.
Dios me permitió el sacerdocio, no me lo puede quitar, Dios te dio el bautismo y nunca te lo puedes quitar, aunque digas que eres “testículo de Jehová”.
Ahora la gente es libre de elegir, ”yo no le quito nada a la Iglesia Católica, con que esté yo acá, allá y donde se me ocurra y si yo estoy suspendido que cabrón se mete en mi vida, si expulsado por la Santa Sede que le importa”.
Yo celebro aquí y en China, donde quiera, yo soy sacerdote, para servir a Dios, en la gente, no para ser lambiscón, barbero de un Obispo, yo voy a obedecer a Dios más que a la persona.
Si por una parte me dice el señor Dios, id por todo el mundo a predicar el evangelio a toda creatura, y este cuate me dice no nada más aquí o nada más allá. Está mal, yo soy sacerdote para servir a Dios en la gente.
“Donde dos o más se reúnen en mi nombre, yo estoy en medio de ellos”, dice el señor, yo voy a seguir oficiando misas donde me lo pidan y voy a construir una capilla, ya tengo el terreno en “El Piñonal” de Tequexquitla.
Y voy a dar celebración todos los domingos, por los enfermos, por los necesitados, por los que gusten “venid a mi los que estén fatigados por la carga, yo os aliviaré”.
¿Regresaría a la Iglesia Católica?
JRV.- Solo bajo mis condiciones, no de las de ellos.
Porque en estos momentos el ex obispo de Tlaxcala, Francisco Moreno Barrón deja la Iglesia Católica de Tlaxcala horriblemente mal, dividida, destruida, fanaticada, sin fe, sin esperanza y sin amor.
Dejó un Plan Diocesano de Pastoral y “la carabina de Ambrosio” no sirven para nada, según lo que hizo el grupito clave de Tlaxcala, que está en contra de un colombiano y nombra a un colombiano como administrador en lugar de su Obispo no se explica.
El administrador colombiano está lucrando con una escuela de niñitos allá en Apizaco, codeándose con gente poderosa porque es un “vividor”, y no será Obispo a no ser que los integrantes de la Diócesis de Tlaxcala.
De que la mafia mande a Roma donde digan que toda la gente está de acuerdo y que clama porque el colombiano ocupe ese cargo, por otro lado “yo mande a Roma un escrito donde no acepto a mis juzgadores”.
Roma nunca me contestó la Sagrada Congregación de la Fe, ni necesito que me conteste porque cuando firmé mi renuncia como párroco, en el convento de monjas nada más estaban Iván, Victorino que era el juez y el obispo.
“A los tres “les menté la madre”.
Concluye que en la Iglesia Católica de Tlaxcala, en estos momentos hay mucha corrupción, ha habido mucha corrupción, sinceramente, supuestamente a nivel Diócesis han hecho y deshecho.
“Predican sin el ejemplo, hay una doble moral”, reitera.
Han dispuesto de templos, de imágenes, de todo lo que han querido, de retablos y de arte sacro antiguo, pero ahí tiene la culpa el INAH, es un saqueo a ojos vistos, hay invasión de predios es un desorden, nadie hace caso, no les interesa.
Ahora mismo el INAH va a aportar 13 millones de pesos para reconstruir la iglesia de San Pablo del Monte, por ser una inversión que no va a recuperar lo antiguo en una acción si se hace, que no tiene explicación.
José Rojas sostiene que en este caso los culpables son el Gobernador, el Obispo, el INAH y el Alcalde, hasta cierto punto.
Adelanta que no pretende crear una Iglesia Cismática en Tlaxcala, prefiere guardar sus planes, aunque advierte que “la jerarquía de Tlaxcala es mejor que no se meta en camisa de once varas”.