Aquí Xicohténcatl… En Tlaxcala reina la opacidad

Aquí Xicohténcatl… En Tlaxcala reina la opacidad

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Pedro Morales

Luego de transcurrir ocho meses, este jueves con bombo y platillo en el pleno de la LXII Legislatura local se dieron los primeros pasos para recorrer el andamiaje y establecer en Tlaxcala, como a nivel nacional, un Sistema Estatal Anticorrupción.

Per al paso que van las y los diputados locales, con toda seguridad no se verá cristalizado el anhelo de la rendición de cuentas de los entes que manejan el recurso que no es de ellos, sino de todos los tlaxcaltecas.

El reto es crear las leyes secundarias, situación que se ve lejos de la realidad para esta LXII Legislatura, ya que los legisladores están más entretenidos en reelegirse que en ser efectivos.

La Coparmex ya lanzó la advertencia que los diputados locales en conjunto no garantizan la transparencia al interior del sistema, debido a que no serán los ciudadanos quienes decidan, todo será a modo de ellos.

No es que se ponga en duda su efectividad, pero los hechos demuestran que el Congreso local esta infestado de ineficiencia y ahí están los monstruitos que han creado.

Un IAIP que enfrenta una tormenta interna, entre consejeros y la presidenta, vino la destitución, se alegan muchas anomalías y lo que debería lavarse en casa, ya es del dominio público.

Qué vergüenza que ese ineficiente instituto que debería ser garante para los ciudadanos, sea un nido de víboras ambiciosas donde todo mundo quiere mandar y si analizamos sus resultados son pírricos.

Quienes laboran en ese instituto no han logrado llevar a rendir cuentas a nadie, solo se gastan el dinero en “capacitaciones”, que en realidad resultad de risa al ver la forma en que hasta la policía debe de cuidar para que n o se lleven nada.

Para muestra de la forma de actuar de quienes ahora intentan reelegirse o chapulinear otro cargo, saben perfectamente que su otro monstruito llamado Órgano de Fiscalización Superior es un ente que deja libres a los ladrones.

Da risa que en tribuna repartan culpas y digan que los investigadores son quienes venden la información para que exediles, tesoreros, directores de obra y hasta síndicos se amparen para eludir la acción e la justicia.

Para acabarla de amolar, otro monstruito que ya creció es el ITE, que se ha convertido en u ente devorador de dinero y en un pozo sin fondo donde se van recursos en esta elección “concurrente”, que no es otra cosa que duplicidad de funciones.

Estos son solo tres ejemplos de los nefastos resultados que las y los diputados de varias generaciones han dejado a los tlaxcaltecas sumidos en pretextos para saquear los presupuestos con nulos resultados para el pueblo.

Aquí viene una reflexión del desaparecido maestro Desiderio Hernández Xochitiotzin, quien dejó para la posteridad una posible solución a esta plaga que vive Tlaxcala.

En principio porque la verdad de muy poco sirven senadores, diputadas federales y locales si sus leyes tienen muchas fallas o se utiliza en lacro para conseguir chambas a los hijos con sueldos ofensivos.

Para constrirse mansiones, comprar camionetotas, ropa de marca y subir de un cargo a otro, sin que el pueblo no pueda hacer nada, y ahí están y van a seguir ya ahora hasta con la posibilidad de reelegirse.

El Maestro Desi, dejó una enrome lección que algún día la retomaremos los tlaxcaltecas para gobernarnos mejor, resulta que en su magna obra de los murales de palacio de gobierno está la clave.

Desde su perspectiva uno debe ubicarse en el dintel del portón principal, ahí en el centro hay que levantar la vista justo en el centro de los arcos interiores y se puede ubicar un cesto con mazorcas.

“Son de los mejores maíces, una selección que representa que en Tlaxcala deben de gobernar solo cuatro senadores y un gobernador, deben ser los mejores hombres y mujeres”, explicaba el maestro que fue un tlaxcalteca ejemplar.

Lástima que tenga que pasar mucho tiempo para reflexionar esta herencia, que Tlaxcala tenga que padecer a sus representantes y malos gobiernos que solo buscan el beneficio de grupo y enriquecimiento personal.

Es por eso que la soledad de la urna es la mejor concejera, para reflexionar y analizar si vale la pena volver a reelegir a quienes al final del día han resultado no ser nuestros representantes… SINO LOS VERDUGOS.

 

 

 

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