CDMX.- 10 de abril de 2018
La Caravana Viacrucis del Migrante llegó ayer al mediodía a la Ciudad de México, tras dejar su equipaje en la Casa del Migrante caminaron hacia la Basílica de Guadalupe para dar gracias a la Morenita del Tepeyac por tener el honor de llegar a casa y para pedirle por sus hijos y que se le ablande el corazón al presidente de Estados Unidos, Donald Trump en su política migratoria. Además, comentaron que seguirán en su camino para cruzar la frontera de México con Estados Unidos.
Los migrantes hondureños, guatemaltecos y salvadoreños, que forman parte de los 708 integrantes de la caravana, platicaron que salieron del Puebla pasadas las 9 de la mañana, en su caravana rumbo a la Ciudad de México, en primera instancia en la Casa del Peregrino, atrás de la Basílica de Guadalupe.
“Me siento muy feliz, porque ya es otro paso que estamos dando para terminar el camino; yo aspiro llegar a los Estados Unidos en dónde se encuentra mi hermano”, comentó una migrante hondureña.
En la Casa del Peregrino los migrantes pasarán esta noche. A ese lugar llegaron pasado el mediodía en donde se instalaron en los dormitorios. Y luego de dejar sus maletas, los migrantes se convirtieron en peregrinos. Al llegar al cerro del Tepeyac, los migrantes centroamericanos escucharon misa.
Más tarde, tuvieron una reunión entre sus dirigentes y autoridades mexicanas. Por lo que comentaron que depende de los acuerdos de esta reunión, la caravana podría dispersarse y cada uno por sus medios viajar hacia las ciudades fronterizas con Estados Unidos.
O bien quienes promuevan la figura de refugiados seguirían en caravana con los organizadores hacia Matamoros Tamaulipas o Tijuana en Baja California.
Los migrantes centroamericanos se encuentran preocupados ante su situación una vez acabe la caravana. No tienen recursos para moverse, un sitio donde alojarse ni comida una vez finalizado el conocido como “Viacrucis de migrantes”, reconocieron.
Y dijeron que se encuentran a la deriva y muchos desconfían de que realmente reciban ayuda tras la disolución de la iniciativa.”No sabemos qué vamos a hacer” es la respuesta que repiten muchos de los migrantes, afirmaron.
Algunos quieren llegar hasta Tijuana y quedarse allí a trabajar, sin embargo, tienen miedo de ser deportado cuando termine su permiso en México. Otros mencionan que ya fueron deportados de Estados Unidos y saben que su ingreso formal será complicado.
