CDMX.- 20 de abril de 2018
Los asaltantes de casa habitación se valen de códigos o marcas que van dejando afuera de las casas y conforman todo un breviario de frases que facilitan la labor de los delincuentes
Lucen como una mancha más en el entorno, lleno de grafittis, pero significan la viabilidad que pueden enfrentar los ladrones, ante, por ejemplo, una familia que salió de vacaciones.
«Entraron a robar a mi casa, pero eso no fue lo más grave, me robaron la paz y la tranquilidad y eso es lo peor que le puede suceder a un ser humano.
Es tal el sentimiento de ansiedad, que, adicional a su sombra, ha llegado a notar que alguien lo sigue, o que alguien lo vigila para robarle su patrimonio.
En la actualidad los delincuentes utilizan códigos para seleccionar a sus víctimas, parecen cualquier marca, están ahí,es común encontrarlas. Son triángulos, rayas o círculos que llegan a confundirse con graffitis pero tienen un objetivo y un origen.
Lo explica Alejandro Hernández, ex comandante Federal:
«Estas marcas como vienen siendo comúnmente conocidas, están marcando zonas que primeramente no son mexicanas, no son de origen de la delincuencia mexicana. Vienen de importación, del ratero colombiano de casa habitación cuya especialidad es marcar y evitarse estar parado en un lugar. Eso les va a permitir que el delincuente ya sepa qué pasó y el otro compañero que sea otra persona diferente,pase y vea que étipo de gente es, para que corrobore si es una mujer adulta, si es mucha familia, si hay perros, si hay vigilancia, si hay alarma o si hay cámaras…», precisa.
Recorriendo las calles encontramos un código, posiblemente el más usado por los delincuentes.
«Bien aquí vemos una marca una equis muy simple muy sencilla sin embargo significa mucho, dado que las personas no se encuentran están de vacaciones y la casa puede ser robada».
Marco Ordóñez salió de vacación con su familia, su ausencia la aprovecharon los dueños de lo ajeno.
«Tuve una amarga experiencia, muy triste, muy frustrante, que nos deja a los que sufrimos esta experiencia con una impotencia al enterarme que en mi ausencia se habían metido a robar a mi departamento. Aparentemente guardamos cosas en lugares estratégicos, en lugares que probablemente nunca iban a encontrar, pues los encontraron, eso es lo más triste».
El asalto a la casa de Marco Antonio lo dejó marcado.
«Pero el miedo, la incertidumbre, tantas cosas que pasan por la cabeza, me hizo pararme hacia la puerta y poner una silla atrancada. Está experiencia que acabo de comentar me sucedió a mi, que tengo familia, quiero imaginarme qué es con las personas que viven solas.
A simple vista parece que dibujaron un barco, pero en realidad señala que una mujer vive sola, presa fácil para los delincuentes.