Reportajes especiales
Tlaxcala paraíso del trasiego y almacenamiento de huachicol
Por Pedro Morales
03/05/2018
(I)
ubicación estratégica de Tlaxcala, en el centro de México, su red carretera federal, estatal y caminos rurales hacen de esta entidad una de las mejor comunicadas, vía terrestre del país, situación que facilita el transporte y almacenamiento del combustible robado llamado huachicol.
Se ha mencionado que Tlaxcala también es “Cuna del Huachicol”, debido a que desde hace más de treinta años ya existía una banda denominada “Los Huachicoleros” en el Carmen Tequexquitla.
Desde su inicio esta banda de familias, estaba dedicada al robo de transporte pesado con todo y mercancía, esta actividad sigue vigente, existen bodegas subterráneas donde entran los tráileres y desaparecen.
En Tequexquitla y sus alrededores no hay empresas, las más cercanas se ubican en Ciudad Industrial Xicohtencatl II, en el valle de Huamantla y fuera del alcance de la gente que vive en el Carmen Tequexquitla, Cuapiaxtla, sus pueblos y rancherías.
Además de que en la zona se vienen a refugiar cientos de familias que salen huyendo de la miseria de la Sierra Norte de Puebla y que viven en condiciones infrahumanas en la zona oriente de Tlaxcala y que muchos de sus integrantes se suman a las bandas huachicoleras.
Es precisamente la falta de oportunidades de estudio y de trabajo, las causas que orillan a chicos y grandes a buscar alternativas de subsistencia y por su ubicación, este municipio es punto neurálgico para la comunicación terrestre.
Considerada como “zona caliente”, Tequexquitla se transforma por las noches; en un tiempo se pusieron de moda los “tickeros”, gente dedicada a la venta de falsificaciones de comprobantes de autopistas que ofertaban a los camioneros.
De esta forma y por unos cuantos pesos podían obtener comprobantes de las casetas de peaje de cualquier punto del país, los “tickeros” se especializaron tanto al grado de que sus falsificaciones eran de primera calidad.
Luego esta actividad se transformó, comenzaron a surgir las talacherías donde se ofrecía de todo, desde los comprobantes de autopistas, tachas, mariguana, se ejerce la prostitución y en esta franja fronteriza se podía conseguir de todo.
Cabe hacer notar que Tequexquitla es un importante cruce carretero, ya que desde aquí pasa la carga pesada que viene de Veracruz, desde donde se embarca todas clase de mercancía rumbo a la Ciudad de México.
Es por eso que las bandas de huachicoleros comenzaron a florecer y hace no menos de diez años tomó un giro inesperado, comenzaron a perforar los ductos de Pemex y comenzaron a aparecer las mangueras y los tambos de combustible.
Inicialmente se trataba de diesel, para aprovechar el paso de los camioneros por las noches se ofertaba el combustible, que poco a poco se fue transformando; hubo clausuras, pero era muy difícil controlar esta vente ilegal de combustible.
Dinero fácil, solo había que contactar a algún extrabajador de Pemex o a algún especialista en perforar tubería de alta presión, para extraer gasolina y diesel, para almacenarlo y venderlo por abajo del precio en las gasolineras.
La zona se transformó, la venta de lo que la gente llama de “lo robado”, se hizo muy popular y toneladas de mercancía, llantas, electrodomésticos, vinos, alcohol, cosméticos, zapatos, ropa, abarrotes y todo lo que venía en los contenedores robados, trajo la bonanza por muchos años a esta zona.
Todo se vende a muy por debajo de su precio, es un secreto a voces, pero se notó el progreso, lejos de los apoyos del gobierno que se olvidó de esta zona y así han crecido generaciones de huachicoleros.
Hay una versión de gente de la misma comunidad que indica que incluso las autoridades provienen de este grupo, tienen todo bajo control y si llega gente de fuera o sospechosa, los siguen para observar sus movimientos.
Es común observar a hombres jóvenes, principalmente, estar cubiertos de aceite, como si trabajaran en un taller mecánico, pero en la región son pocos y basta hacer un recorrido de campo, para constatar que la presencia del huachicol es más que palpable.
Sobre todo en los cruceros y el recorrido por la zona urbana de la carretera México-Veracruz.
Así, los vecinos poblanos se fueron interesando por la bonanza de muchos tlaxcaltecas en la región y de esta forma se fue creando el ahora llamado “Triángulo Rojo”, que abarca territorio poblano, del estado de Veracruz y por supuesto Tlaxcala.
Solo que a estas fechas, el robo de combustible ya se registra en todo el territorio estatal ya que por tierras tlaxcaltecas cruzan ductos de diferentes pulgadas que transportan gas, gasolina y diesel.
Pero hay un detalle, por lo pequeño del territorio cada vez más se dificulta ordeñar los gasoductos, actividad que no se realiza en la zona de Tequexquitla, sino en lugares más escondidos como en la zona de Natívitas, Calpulalpan y Nanacamilpa.
La colusión entre huachicoleros, autoridades estatales y municipales, en el caso concreto de las policías, hizo crecer la presencia de los huachicoleros, pero con resultados negativos por la serie de explosiones que ocasionaron.
Por eso en este primer trimestre de 2018, la presencia de elementos del Ejército Mexicano se ha incrementado, pero hay un detalle que ha pasado desapercibido y que fue la salida de los batallones de la Sedena que llevaban años en la zona.
Han llegado nuevos elementos, y eso ha ocasionado que se frene la perforación de los gasoductos, pero en cambio se ha multiplicado la presencia de unidades robadas en las que se transporta el combustible ilícito.
Lo mismo que los lugares de almacenamiento, incluso en cuevas de la montaña de la Malintzi, donde se han realizado espectaculares decomisos, pero lo grave es que los huachicoleros ya se han transformado en grupos organizados que en sus operaciones, traslados e incursiones aplican violencia extrema y letal.