REPORTAJES ESPECIALES
EN TLAXCALA SE PISOTEAN LOS DERECHOS HUMANOS DE LOS EMIGRANTES
Pedro Morales
Mayo de 2018 (III)
El sacerdote católico y párroco de la diócesis de Cristo Rey de la Colonia Ferrocarrilera de la ciudad de Apizaco, Elías Dávila Espinoza lamentó que no para la violencia contra los centroamericanos.
Solicitó a la Comisión Estatal de Derechos Humanos que dé seguimiento a esta agresión contra la población migrante y que de acuerdo con lo denunciado por las víctimas, se trata de armas de fuego cortas y de alto poder las que utilizaron para atacar a los hondureños.
“Ni una detonación más contra migrantes, vamos a cambiar balas por despensas y apoyar a quien solo está de paso por Apizaco”, advirtió
Anunció que este martes se reunirá con autoridades del DIF estatal y de la Procuraduría General de Justicia del Estado a fin de comenzar los trámites de las visas humanitarias ante el Instituto Nacional de Migración.
Revela a megalópolis que le preocupa que no haya ese cariño y respeto hacia el emigrante, se les olvida que muy posiblemente tengan algún pariente del otro lado de la frontera.
Se les olvida que muy posiblemente al dejar la chamba de policía tengan que migrar para los Estados Unidos, y no se ponen a pensar que el que disparó posiblemente agredió, como en el caso más reciente a un joven que podría ser su hijo.
Hay insensibilidad hacia la realidad de la migración, no se toma en cuenta que hay mucha violencia, de las pandillas, de la situación política, lamentablemente huyen de la violencia, pero llegan a un lugar más violento.
Ahora mismo son los hondureños los que emigran más, de cien más de 70 son hondureños, por eso se pide que sean tratados con dignidad, van de paso buscan llegar a la frontera y hay que dejarlos seguir su viaje.
Insistió que es importante lograr las visas humanitarias, pero hay que tomar en cuenta que su destino no es Tlaxcala, ellos tienen otras miras, por eso hay que capacitar a los policías, para que tomen conciencia.
Por otro lado existe otro peligro y que son los asaltos por gente armada al tren y eso pasa muy cerca del albergue “La Sagrada Familia” y no hemos visto que logren replegar a los asaltantes.
Ahí se acaba su prepotencia, son apretados por las armas y se esconden, no hay coherencia y “pedimos a la autoridad que se ubique a los responsables, que se castigue a los agresores”.
El migrante no roba, que no se confundan, ellos no llevan herramientas, ni se roban la mercancía, por eso hay una propuesta de ley para crear el Instituto del Migrante, pero los diputados lo tienen atorado, ni para atrás, ni para adelante.
Es por eso que hay carencia de todo, no hay que olvidar que también se atienden a mexicanos que viajan a bordo del tren, por otro lado la verdad es que Tlaxcala es foco rojo en materia de seguridad, por estas agresiones con armas largas y cortas.
Hay heridos, ya hay muertes y ante los recientes acontecimientos es urgente que se tomen cartas en el asunto, ya que la seguridad y los elementos que la aplican deben ser contenidos.
Al mismo tiempo hizo un llamado de auxilio para que se hagan llegar donaciones, medicinas, alimentos, ropa y efectivo, el gas cuesta 500 pesos al mes, viene la temporada alta y las condiciones son muy precarias.
Reconoció que esporádicamente se reciben donaciones de instituciones y de escuelas, pero no es suficiente, el albergue requiere de mucha ayuda para canalizarla a quien cada día más lo necesita angustiosamente.
Por su parte, Sergio Luna Cuatlapantzi dirigente de Un Mundo Una nación, indicó que ya se presentaron las denuncias correspondientes y se ha pedido a las autoridades que garanticen la seguridad tanto para los ciudadanos que van de paso, como a quienes habitan en la región.
BARRICADAS PARA ASALTO AL TREN
Como si se tratara de una película del viejo oeste, un tramo que recorre el tren “La Bestia” en Tlaxcala, por su larga pendiente ha sido tomado para asaltar al tren, troncos, piedras y lo que se puede son colocados a manera de barricadas para detener la marcha de las locomotoras.
El tramo comprende a los municipios de Ixtenco, Zitlaltepec, Huamantla, Xaloztoc, Apizaco y Muñoz de Domingo Arenas.
Esos momentos son aprovechador por los integrantes de una banda de asaltantes conocida como “Los Hechiceros” que incluso ha enfrentado al ejército, gendarmería y a la policía estatal y de los municipios
El resultado es que Tlaxcala ocupó el cuarto lugar a nivel nacional por índice de robos a ferrocarriles cometidos en territorio estatal al grado que este flagelo creció en tres mil 500 por ciento, entre el primer y tercer trimestre del año 2017.
Cifras de la Asociación Mexicana de Ferrocarriles (AMF), en el trimestre julio-septiembre, la entidad registró 35 robos a trenes, solo por debajo de entidades como Puebla, que tiene una alta incidencia y en ese periodo tuvo 109 casos, seguido de Veracruz con 91 y Guanajuato con 67.
En el primer trimestre de ese año la entidad solo tenía registros de un incidente de este tipo, pero para el segundo periodo de este tipo la cifra se elevó a 24, pero ahora éste se disparó a pasar a 35 robos al tren, siendo la mercancía de vinos y licores, así como granos y autopartes.
Los golpes de la delincuencia suman mil 32 robos en 28 estados de la República, siendo Veracruz, Puebla, Guanajuato, Querétaro y Tlaxcala los que figuran como las entidades favoritas de los saqueadores.
En este caso hubo un incremento de 9.76 por ciento de actos vandálicos cometidos en la entidad tlaxcalteca. Para este caso, el aumento a nivel nacional por vandalismo fue de 16.42 por ciento en solamente tres meses, de los cuales dos mil 421 corresponden a vandalismo en trenes y 252 en vías.
El pasado miércoles 7 de marzo la Procuraduría General de la República (PGR), a través de su delegación Estatal Tlaxcala, inició carpeta de investigación por el delito de robo al tren de Ferrosur.
De acuerdo a la carpeta de investigación, personas ajenas al servicio ferroviario activaron la alarma de emergencia en el tren a la altura del kilómetro S0175, en el poblado de Tamariz en los límites de Tlaxcala-Puebla, con el objetivo de detener su marcha y vandalizar, sustrayendo 88 mil 448 kilogramos de polietileno que se localizaban en cuatro vagones.
De esta forma, Tlaxcala se ha convertido en una aduana peligrosa y foco rojo, tanto por las agresiones a los emigrantes centroamericanos como por los constantes asaltos al tren de Ferrosur.
Este flagelo afecta a los tlaxcaltecas de los municipios localizados donde se cometen estos delitos, sin que por el momento se tenga un resultado contundente por parte de la autoridad federal, estatal o municipal.