Aquí Xicohténcatl

¿AUTORES O DESTRUCTORES DE CACAXTLA?


El enigma prevalece a 43 años de su descubrimiento
Pedro Morales
REPORTAJES ESPECIALES
(III Y ULTIMA DE ESTE TEMA)
Desde nuestro punto de vista, los olmeca xicallancas fueron los invasores que expulsan a los autores de los vestigios que actualmente conocemos, los cuales erróneamente les son atribuidos; ya hemos señalado (Santana, 1990b; 30) que los últimos niveles arquitectónicos del Gran Basamento, evidentemente asociados a una coyuntura social en el lugar y a su abandono, corresponden a un periodo ligeramente posterior al año 792 d.C.
Un elemento que para el caso es de suma importancia lo constituye la continuidad en las tradiciones culturales manifiestas en Cacaxtla (pintura mural, arquitectura y cerámica), desde la fase Tezoquipan hasta la Texcalac temprana, las cuales se rompen alrededor del año 800 d.C.
Los datos anteriores muestran que desde el inicio de la ocupación de Cacaxtla (350 años a.C.-100 d.C.) hasta la cercanía del 800, solo en este ultimo momento es evidente una ruptura cultural, al igual que en otros lugares, misma que esta asociada a la aparición de la cerámica Azteca I y las cerámicas policromas.
En el transcurso de este lapso de tiempo, durante fase Tenanyecac (100-650 de nuestra era) ocurre el periodo de mayor desarrollo del lugar.
Mi opinión es que la amenazante cercanía de los olmeca xicallancas alrededor del año 800 fue la que obligo a los habitantes y constructores de Cacaxtla a abandonar el lugar.
Sus conquistadores y los subsecuentes habitantes lo transformaron posteriormente, al igual que el Bloque Xochitecatl-Nativitas-Nopalucan, en fortaleza hasta su expulsión en épocas posteriores.
De ser cierta esta hipótesis, los olmecas xicallancas no son los autores de las pinturas murales y sus edificios, sino los responsables de su abandono.
En realidad, las pinturas murales reflejan la organización social y la historia del grupo que los antecedió en la ocupación del lugar, del cual adquirieron por asimilación algunas de sus instituciones sociales, que implantaron en Cholula y con las cuales los asociamos actualmente.
CONCLUSIONES
Si asumimos como verídicos los numerosos datos que fechan el arribo de los olmeca xicallancas alrededor del año 800 d.C. y que el abandono de Cacaxtla ocurre aproximadamente en ese mismo momento, la incógnita se reduce a quienes fueron los habitantes de Cacaxtla antes de esa fecha y por lo tanto los autores de las pinturas.
Jiménez Moreno (1942) preciso una diferenciación dentro de los llamados olmecas históricos al subdividirlos en paleo olmecas y neo olmecas.
Según este autor, los paleo olmecas eran popolocas y mazatecos, los identifica con los primeros nonoalcas y vincula su cultura material con Teotihuacan III, IV y V, mientras que los neo olmecas eran hablantes de mixteco «nahuatizados», y son identificables por medio de las cerámicas Azteca I, Cholulteca I y Cerro Montoso.
Por nuestra parte los materiales arqueológicos provenientes de las exploraciones en Cacaxtla y sus alrededores nos condujeron a concluir que pertenecieron a parte del sustrato proto olmeca xicalanca que Chadwick (1966; 10) cita como presente en Teotihuacán.
Posiblemente los olmecas xicallancas llegan a las cercanías de Cacaxtla alrededor del año 800 y establecen relaciones con sus pobladores que les son afines, subordinándose a ellos en un principio para posteriormente rebelarse y asumir el control político y social (Santana; 1990a).
De esta manera, concluimos que los constructores del conjunto del Gran Basamento y sus pinturas fueron los mazateco popoloca denominados también nonoalcas (hablantes de lengua bárbara o extranjeros), anteriores a los grupos también denominados así que emigran a Centroamérica.
Estos primeros nonoalcas formaron parte de un sustrato cultural antiguo y ampliamente difundido durante el periodo Clásico cuando habitaron en Teotihuacán, posteriormente en Tula y finalmente en el área de Puebla Tlaxcala, donde fueron conquistados y expulsados por los olmeca xicallancas, cerca del año 800 de nuestra era.
Los olmecas a su vez son expulsados por los tolteca chichimecas aproximadamente en el año 1292 d.C.
Nuestra conclusión es que deben reconsiderarse las interpretaciones que sobre Cacaxtla se han vertido, debiendo ubicarlo como un centro local de filiación teotihuacana y la iconografía contenida en las pinturas y otros materiales debe asociarse a un grupo mas antiguo; por ello no presentan semejanzas con la pintura mural de Cholula, centro vinculado históricamente de manera más clara con los olmecas xicallancas.
Así, también podemos afirmar que la iconografía peculiar de Cacaxtla perteneció en su origen a una sociedad más antigua y quizás parte de ella la asimilan los xicallancas al adueñarse de la región.
Además de estos problemas con los documentos históricos que se refieren a Cacaxtla, también tenemos el grave deterioro que han sufrido las pinturas murales en los últimos años.
Por los motivos anteriores concluimos que necesitamos profundizar en la historia de la zona arqueológica y para que nos auxilien en esa tareas, propuse y fue aceptada la creación de la “ASOCIACIÓN DE AMIGOS DE LA ZONA ARQUEOLOGICA DE CACAXTLA”, para lo cual convocamos a los ciudadanos tlaxcaltecas a participar para promocionar, difundir y proteger su patrimonio.