Pedro Morales
14/08/2018/CACAXTLA
El complejo arqueológico de Cacaxtla presenta graves afectaciones por la lluvia, principalmente en el Gran Basamento, que por ser una estructura construida a base de tierra y piedras se encuentra en evidente estado de deterioro.
Lo anterior fue reportado este fin de semana por turistas que llegaron de diversos puntos del país, principalmente de la Ciudad de México y que no pudieron pasar por el andador que conecta a Cacaxtla con la zona del Xochitécatl.
Una raída manta advierte desde hace meses que el lugar esta cerrado “por mantenimiento”, aunque los ejidatarios que hacen las veces de custodios revelaron que es por flojera de los encargados y principalmente del delegado del INAH en Tlaxcala.
A punto de cumplir 43 años de su descubrimiento, la zona arqueológica de Cacaxtla presenta graves afectaciones en su estructura, el abandono y la falta de mantenimiento especializado ha provocado derrumbes y la parcial destrucción del lado poniente del Gran Basamento.
Custodios y vigilantes de la zona arqueológica, mostraron en un recorrido la erosión causada por la temporada de lluvias es evidente, se suma a pequeños derrumbes que se han registrado al interior del basamento, como ha ocurrido en el Templo Rojo, donde a simple vista se aprecian graves daños a la pintura mural.
Todo está lleno de grietas, no hay mantenimiento de consolidación y de acuerdo a versiones de los propios custodios, con los temblores los murales se han agrietado en pequeños fragmentos.
El daño es progresivo y lo que ocurre en Cacaxtla es muy simple, de acuerdo a los custodios, “los arqueólogos solo vienen cuando hay presupuestos, vienen para llevarse el dinero, pero en realidad la zona arqueológica que debería ser orgullo de Tlaxcala, no les importa para nada”.
“Menos al secretario de turismo Roberto Núñez Baleón, quien nunca has pisado estos complejos arqueológicos y al parecer ni sabe del potencial para atraer al turismo a Tlaxcala”, reprocharon.
Cabe destacar que la limpieza con que Cacaxtla recibe a los visitantes es evidente, no hay maleza, los caminos están cuidados, no hay basura, los trabajos de limpieza son constantes en las jornadas de trabajo.
Ese es el esfuerzo y el cariño que le pone la gente de San Miguel del Milagro a su zona arqueológica, sin embrago aseguran que la gente que viene de fuera solo viene a medrar con los presupuestos.
Las tareas de investigación y salvamento arqueológico se realizan con cifras multimillonarias, como la que llevó a descubrir dos cuerpos más del basamento con una inversión cercana a los tres millones de pesos.
Pero una vez concluidos los proyectos, no hay responsables para las tareas de consolidación y mantenimiento, al grado de que en estos momentos se puede constatar a simple vista el daño que registra el Gran Basamento.
Se nota el daño y la destrucción que han causado las columnas, a sus lados el vestigio se desmorona y se lo lleva la corriente de agua, sobre todo si se toma en cuenta que el material con que fue construido es barro y tepetate.
Las mallas que han colocado para detener la erosión ya no sirven para nada, y los custodios consideraron que es mejor que el INAH se retire y deje en manos de los tlaxcaltecas la administración y mantenimiento del complejo arqueológico de Cacaxtla-Xochitécatl.
CACAXTLA DEBE SER PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
El tamaño de este basamento, que abarca una superficie de 200 metros de longitud, por 110 de ancho y 25 metros de altura, q se logró a base de la construcción de niveles cada 52 siglos.
Era la celebración del fuego nuevo, se tapaba una etapa, con sacrificios humanos, principalmente de niños, y el sitio se quedaba como lo dejaban y esto ocurre en El Templo de Venus, El Templo Rojo.
El Mural de la Batalla o del Sacrificio Divino y las imágenes del pórtico donde se ubican los personajes Ave y Jaguar se encuentran como originalmente fueron sepultados.
El sitio alcanzó su esplendor entre el 600 y 950 d.C. y el sitio es contemporáneo de Xochicalco, Cholula y El Tajín y se ubica que fue obra de los Olmecas-Xicallancas, cuya influencia se hace manifiesta por las pinturas relacionadas con las culturas de la costa del Golfo del Altiplano Central.
Hace 41 años, pobladores de San Miguel del Milagro, del municipio de Natívitas, encabezados por Manuel Vega Piscil, encontraron por accidente uno de los primeros murales prehispánicos del sitio de Cacaxtla, y lo notificaron al párroco, quien dio aviso a las autoridades del Instituto INAH.
Así arrancó la exploración de “La Joya” de la arqueología en Tlaxcala, cuyo descubrimiento es un acontecimiento ocurrido en octubre de 1975, y Cacaxtla esconde tesoros desde los primeros asentamientos en los periodos Formativo (1600-800 a.C.) y Preclásico (800 a.C.-100 d.C.); pasando por la primeras ciudades del Epiclásico (100-950 d.C.), hasta los estados y señoríos del periodo Posclásico (900-1521).
Tras el hallazgo del sitio prehispánico, las estructuras y los murales del sitio arqueológico quedaron expuestos a las inclemencias del clima.
Para protegerlos, en 1989, se colocó una enorme techumbre sobre el cerro; en mayo de 2007, una tormenta de granizo tiró un extremo de este techo, por lo que tuvo que ser reforzado.
Cada mes hay una importante entrada de dinero, pero los recursos se van a oficinas centrales, mientras la falta de mantenimiento tiene en mal estado a las escaleras y pasillos de tránsito, donde la madera se ha torcido, las protecciones de los andadores se van destruyendo.
Pero lo más graves es que no hay mantenimiento arqueológico, por lo que los custodios y vigilantes consideraron que sería mejor una administración local, para evitar tanto descuido y abandono.
DESINTERÉS DEL GOBIERNO
Pidieron al gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez, su inmediata intervención ya que es quien conoce la problemática a su paso por la Secretaría de Turismo, ya que el abandono en que desde hace tres sexenios se ha sumido al complejo arqueológico de Cacaxtla-Xochitécatl es imperdonable.
No hay promoción, además de que lo grave es que se ha procurado la gestión para pueblos mágicos y se ha dejado de lado la promoción, que se pudo aprovechar en las giras por Europa, para que Cacaxtla sea declarada como patrimonio de la humanidad.
Y otra prueba de que a los gobiernos de Tlaxcala no les interesa promover la riqueza histórica de Tlaxcala, es la desaparición del programa de Vinculación SEP-Cacaxtla-Xochitécatl.
De esta manera se ha frenado el conocimiento de la riqueza histórica con que cuenta nuestra entidad y sobre todo se ha cerrado la puerta de acceso a las futuras generaciones para el conocimiento de esta riqueza prehispánica única en el continente.
Insistieron finalmente en pedir al Gobernador Mena que ojalá y durante lo poco que ya le resta su administración se atienda y pare el daño que presentan los murales y el Gran basamento y reiteraron que tome en cuenta que hay evidencias de que hay más otros murales y más vestigios, entre ellos otras pirámides, que solo esperan ser descubiertos para ver la luz de un nuevo milenio.