CDMX.-30 /10/2018
Una nueva caravana de migrantes intentó ingresar ayer por la fuerza a territorio mexicano, luego de reventar la valla colocada por la Guardia Nacional de Guatemala, lo que derivó en un enfrentamiento entre elementos de la Policía Federal y los centroamericanos, con saldo preliminar de un muerto y unos 20 heridos.
Sin embargo, autoridades federales detectaron en este contingente una menor cantidad de familias, con pocas mujeres y niños; en su mayoría son hombres jóvenes o adultos, algunos con rostro cubierto y actitud agresiva.
La violencia inició en la ciudad guatemalteca de Tecún Umán, donde después de las 13:30 horas rompieron el anillo de seguridad e ingresaron al puente Rodolfo Robles, que cruza por arriba del río Suchiate.
Al llegar al portón Suchiate 2, la puerta a México, quienes intentaban cruzar se toparon con otro cerco, luego de que elementos de la Policía Federal colocaron barreras metálicas después de la valla fronteriza.
Antes de las 17:00 horas, un grupo de jóvenes, la mayoría embozados, intentaron reventar el cerco: lograron derribar la reja e intentaron hacer lo propio con la berrera, pero no pudieron.
Mientras los supuestos migrantes arrojaban piedras, palos y todos los objetos que les servían de proyectiles, la Policía Federal –apoyada por un helicóptero– lanzó gas lacrimógeno y, a decir de los centroamericanos, gas pimienta.
Reportes ciudadanos señalaron que entre los centroamericanos había hombres con armas cortas que llevaban colgadas a la cintura o en mochilas. Además, dijeron, al parecer consumían estupefacientes.
Mientras personal del Instituto Nacional de Migración organizaba el ingreso de un puñado de centroamericanos frente a la reja del puente internacional, otro grupo encapuchado agredió a la autoridad.
Por estos hechos hubo un centroamericano muerto por impacto de balas de goma y en ambos bandos se reportaron heridos.
En un mensaje, el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, rechazó las manifestaciones de violencia ocurridas en la frontera y reafirmó que los migrantes sólo pueden ingresar al país si respetan las leyes.
Indicó que, en los hechos violentos, los policías mexicanos no portaban armas de fuego ni de plástico, como lo constataron visitadores de la CNDH y organismos no gubernamentales, mientras que algunos de los agresores sí, además de bombas molotov.
Añadió que México compartió información con los gobiernos de Guatemala y Honduras para que los agresores sean detenidos y puestos a disposición de las autoridades, y reiteró que en México no se criminaliza la migración no documentada.
