CDMX.-08 /01/2019
Durante el sexenio pasado, las fugas y el robo de combustible generaron pérdidas por al menos 180.6 mil millones de pesos para Pemex, lo que estuvo acompañado por aumento de 533% en el número de tomas clandestinas.
El documento “El robo de combustible, asalto a la Nación: Cuestionamiento del Estado de Derecho”, elaborado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados, señala que tan sólo entre 2012 y 2016 el robo de combustible y las fugas en los ductos de Pemex generaron pérdidas por 115.6 mil millones de pesos, mientras que el exdirector general de la petrolera, Carlos Treviño, ha señalado que para 2017 y 2018 las pérdidas ascenderán a cerca de 65 mil millones de pesos.
Los 180 mil millones de pesos reportados en pérdidas durante el sexenio superan el presupuesto de programas sociales del nuevo gobierno; por ejemplo, el de Jóvenes Construyendo el Futuro, que requerirá cerca de 110 mil millones de pesos.
Por otro lado, datos del documento y de Pemex revelan que las tomas clandestinas crecieron más de 500 por ciento en el sexenio, al pasar de mil 635 en 2012 a 10 mil 363 en 2017.
El análisis señala que tan sólo entre 2013 y 2016 Pemex perdió 7 mil 682 millones de litros de gasolina por fugas y tomas clandestinas: “En total, desde 2009 el volumen total robado ha sido de al menos 14 mil 652 millones de litros”, indica.
Los cálculos sobre las pérdidas económicas son apenas un número conservador que sólo ofrecen una fotografía del problema, ya que no hay un adecuado control de las estadísticas: “Como no se sabe con exactitud cuánto combustible entra a las refinerías y cuánto se va a la terminal de almacenamiento, es muy difícil conocer el monto específico de las pérdidas. Hay muy poco control de lo que sale y de lo que entra”, dio Miriam Grunstein, experta en energía de la Universidad Panamericana.
Para la analista, el robo de combustible y el crecimiento en las tomas clandestinas también es el reflejo de la corrupción y en donde los propios trabajadores de la compañía estarían involucrados en el delito, ya sea por voluntad propia o por estar sujetos a amenazas por parte del crimen organizado.
Al respecto, el documento de la Cámara de Diputados recuerda que en el año 2005 el exdirector corporativo de Pemex, Octavio Aguilar, denunció la existencia de una complicidad tanto de militares como de funcionarios de Petróleos Mexicanos en el robo de combustibles, actividad que llevaba al menos 12 años de antigüedad, según su declaración.
“Si es que este binomio entre la oferta y la demanda ha retroalimentado y sostenido este delito durante tantos años, vale la pena preguntar: ¿Quiénes son los cómplices dentro de esta actividad? ¿Hasta qué punto las autoridades están involucradas? ¿Cuál es el nivel de complicidad?”, añade el documento del CESOP.