CDMX/ 18 /01/2019
Una nueva investigación detectó que las galaxias con núcleos activos poco luminosos tienen energía suficiente para expulsar cantidades de gas similares a las que eliminan galaxias con núcleos de mayor brillo.
En el proceso de formación de esas estructuras, el gas es fundamental durante las primeras etapas, la cantidad de dicho material fija el número de estrellas que habrá en ella. Algunas tienen núcleo activo (AGN, por sus siglas en inglés), con una región de mayor luminosidad en su centro que se produce por la presencia de un agujero negro supermasivo.
El Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) detalló que por efecto de gravedad, este agujero negro supermasivo acumula materia a su alrededor en un proceso conocido como acreción.
Es así como este tipo de objetos estelares, calientan el gas circundante y empujan una parte de él hacia el exterior de la galaxia (realimentación); se consideraba que este efecto no generaban las AGN de menor luminosidad.
No obstante, en un artículo publicado en la revista científica «Monthly Notices» de la Real Sociedad Astronómica, se demostró lo contrario en un análisis de la galaxia ESO 428-G14, que posee un AGN poco luminoso.
Mediante datos del telescopio VLT, los científicos detectaron que este grupo de estrellas, gases y polvo presenta el efecto de realimentación más fuerte visto en una de su clase.
“En esta galaxia de tenue brillo, el chorro de materia se encarga de realizar la expulsión del gas. Sin embargo, en los núcleos activos más luminosos, esta tarea es realizada por la radiación que emite el propio núcleo”, indicó el primer autor de la publicación, Daniel May.
Las radiogalaxias AGN con chorros muy potentes, expulsan la materia a tasas de entre uno y 50 masas solares por año, mientras que ESO 428-G14, lo hace de 3 a 8 masas solares por año.
A partir de estos datos, los expertos determinaron que se trata de la galaxia menos luminosa con la retroalimentación más fuerte observada hasta la fecha.
Por su parte, el coautor del artículo, Alberto Rodríguez Ardila, dijo que los resultados abren un debate en torno al papel de los agujeros negros supermasivos como motores eficientes en el corazón de las galaxias, sin importar su luminosidad.
En estudios futuros, los especialistas tratarán de hallar la naturaleza del proceso que hace posible que un núcleo tan poco luminoso como el de ESO 428-G14, sea tan eficiente eliminando la materia gaseosa.