Pedro Morales
Informes del personal a cargo de la atención en el albergue para migrantes “La Sagrada Familia” de Apizaco, revelan que luego de la presencia de caravanas y tras la intención de seguir la construcción del muro en la frontera con los Estados Unidos, ya se registra un comportamiento de la presencia de migrantes centroamericanos a su paso por Tlaxcala a bordo del tren “La Bestia”, van de regreso.
Elías Dávila Espinoza y Sergio Luna, integrantes de la organización “Un Mundo una Nación”, Indicaron que la baja es notoria a partir dl mes de enero que aumentó el flujo, ya que dejaron de llegar hasta 80 por ciento de migrantes centroamericanos, ahora van de regreso a su país de origen.
Consideran que a la fecha ya se han atendido a casi siete mil migrantes, pero el flujo se detuvo abruptamente como no se había registrado en años anteriores, incluso desde la fundación y apertura del albergue.
La única razón que explica esta ausencia, es el endurecimiento de la vigilancia por parte del Instituto Nacional de Migración (NM), que aplica una aduana extrema en el estado de Veracruz, donde se ha frenado y cortado el flujo de los migrantes.
Consideraron que por esta y otras razones por ls que ciudadanos Hondureños, Guatemaltecos y Salvadoreños decidieron convocarse por redes sociales para integrar las caravanas que están en tránsito por nuestro país.
Sin embargo advirtieron que “el paso de ciudadanos centroamericanos no ha parado ahora en las caravanas, ya que a bordo del tren siguen viajando, pero por temor a la violencia, los secuestros y los asaltos prefieren hacerlo por la vía terrestre”.
Son atacados a bordo de “La Bestia” por los integrantes de la banda de los “Maras Salvatruchas”, los narcotraficantes los secuestran en grupo para utilizarlos como mulas para el transporte y trasiego de la droga, principalmente heroína, cocaína y mariguana.
Pero también las policías federal, estatales y municipales los atracan, les quitan su dinero y en las inmediaciones de la ciudad Apizaco, hay una banda que los caza con armas largas por las noches.
En contraste al cierre del año pasado, la Dirección de Atención a Migrantes en Tlaxcala reportó que en lo que va del año han sido repatriados mil 400 tlaxcaltecas a sus municipios de origen y que permanecían en los Estados Unidos de manera ilegal.
En un periodo de 20 meses, de enero de 2015 a agosto del 2016, el organismo estatal ha auxiliado en el traslado de migrantes que trabajaban en granjas agrícolas, campos de cultivo, restaurantes y hoteles, pero sin contar con la documentación que acreditara su estancia legal en la Unión Americana.
Además, en el mismo periodo la instancia encargada de atender a los migrantes en Tlaxcala dio entrada a 581 trámites de asesoría legal, penal, y civil en materia migratoria.
También tramitó 408 orientaciones de migrantes que decidieron viajar a los Estados Unidos o que regresaron a Tlaxcala para realizar alguna diligencia respecto a la doble nacionalidad de sus familiares.
Durante el mismo periodo 2015-2016, se han atendido 97 solicitudes para auxiliar en la búsqueda de tlaxcaltecas con quienes se ha perdido contacto desde que salieron de sus lugares de origen.
Incluso, existen casos en los que se ha dejado de tener contacto con migrantes que cometieron alguna infracción o delito en su estancia por el vecino país del norte.
La Dirección de Atención al Migrante, también ayudó a ciudadanos tlaxcaltecas a tramitar el traslado de 159 migrantes fallecidos, en su mayoría por accidentes o enfermedad, para retornarlos a su lugar de origen para darles cristiana sepultura.
LA CRISIS MIGRANTE QUE VIENE
De la otra cara de la moneda en el tema migrante en Tlaxcala, la postura del presidente de los estados unidos, Donald Trump en la Unión Americana, ya se registra una crisis humanitaria mundial que se complicará en 2019, advirtieron activistas en Apizaco.
Consideraron que es necesario modificar el modelo económico y policiaco, para establecer políticas de inclusión y refugio, pues “México se convierte en un país de destino.
Elías Dávila Espinoza y Sergio Luna, integrantes de la organización Un Mundo una Nación, exhortaron a las autoridades estatales y municipales próximas “a ver a la migración como una realidad” y a reconocer delitos graves cometidos contra centroamericanos.
El investigador de la Facultad Latinoamericana de las Ciencias Sociales (Flacso México), Rodolfo Casillas, refirió sobre las condiciones de discriminación y violencia hacia este sector, pues entre 2007 y 2104 de enero a abril, se perpetraron en esta entidad 2 mil 452 secuestros contra esas personas carentes de documentación, las cuales fueron rescatadas por la Policía Federal.
Dichas estadísticas fueron elaboradas con base en información del Observatorio Nacional Ciudadano, Análisis Integral del Secuestro, 2014, México.
Sergio Luna apuntó que esto es parte del contexto adverso en el estado, pero lamentó que las autoridades se muestren herméticas y no atiendan el fenómeno.
“Ya entre 2012 y 2013 se reportaba el reclutamiento forzado de migrantes por parte de grupos del crimen organizado, documentado por organizaciones civiles, como Ideas, con la cual hemos trabajado algunos temas”.
Destacó que tampoco se debe dejar de lado que Puebla y Tlaxcala son un corredor de trata de personas, sobre todo de mujeres, por lo que estudios realizados en la materia reconocen que en algún momento pudieran cruzarse ambos fenómenos, por lo que deben ser monitoreados.
El activista retomó el diagnóstico efectuado por la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) sobre población migrante que sufre discriminación y abusos por parte de servidores públicos de los tres niveles de gobierno. “Esto no ha cambiado”.
Hizo notar que niños y niñas migrantes son estigmatizados y enfrentan una alta vulnerabilidad. Agregó que los operativos del INM han aumentado al igual que el uso excesivo de la fuerza. “Se desconocen las condiciones de ellos en la estación migratoria”.
AUMENTA FLUJO DE MIGRANTES AL SURESTE, VAN DE REGRESO
Hambre, sed, frío, lluvia, sol, asaltos, extorsiones, secuestros, asesinatos es a lo que cada indocumentado centroamericano se expone en su tránsito de regreso a su patria por territorio mexicano, convirtiéndolos en un sector altamente vulnerable.
No solo están expuestos ante la delincuencia común que los despoja de sus pertenecías, también enfrentan al crimen organizado y muchas veces ante las propias autoridades de migración y policía.
Pero eso no es lo peor, tras enfrentar una serie de sufrimientos, ahora cientos o miles vienen de regreso, no pudieron pasar del otro lado, otros se desanimaron, la mayoría han sido deportados y van de regreso sin ilusiones, ni dinero.
Ya no hay sueño americano.
Miles de historias quedaron guardadas entre los rieles, en los vagones del ferrocarril, pero el viaje de ida a la frontera norte estaba cargado de ilusiones, de un mejor porvenir.
Vienen sin haber cumplido su meta, con hambre, sin dinero y a enfrentar un futuro incierto en Guatemala, El Salvador, Honduras o Haití, son cientos, miles los que vienen de regreso.
Invaden las calles de Apizaco, piden dinero desesperadamente y más si van de regreso, afirma Epifanio Santos, originario de Coroneo e integrante del grupo de ayuda a migrantes llamado “Migrantes de Coroneo”, dijo que actualmente vivir en los Estados Unidos se ha convertido en un infierno.
“Se acabó el sueño americano para muchos de los indocumentados, ahora hay amenazas de cárceles y de extradición”, y las están cumpliendo, asegura.
IMPOSIBLE PASAR AL GABACHO
El cruce de la frontera es imposible, una enorme barda de acero impide cruzar, de noche y de día hay aviones, helicópteros y hasta drones, “los polleros nada más nos roban y abandonan, no hay forma de pasar al otro lado”.
Epifanio Santos dice que “teníamos fe en Dios en cruzar pero ya mejor vamos para atrás, de regreso, no queremos seguir por tanta maldad que hay en México”.
En Huehueteca, Estado de México, ahí nos corretearon unos enmascarados, luego la policía me dijo que si se la hacia de “pedo” me iban a entregar a los señores.
Les pregunté quiénes eran esos señores, y me dijeron que ya tenía idea de quiénes eran; le pregunté si era Migración, me dijo “no, tú ya sabes son de “Los Zetas”, mejor regrésate”, relató.
Agregó tener miedo; “mi familia en El Salvador no sabe que fui víctima de extorsión, por no querer alertarlos, me da temor que les pueda pasar algo”.
No denuncié los hechos porque “nos han dicho que Los Zetas son muy poderosos y les tengo mucho miedo”.
Por su parte, Miguel de 45 años, también guatemalteco dice no tener miedo a que le pase algo en su regreso por México, necesita trabajar para ganar dinero y mandarlo a su esposa y cuatro hijos y pagar la alimentación y la renta de su casa.
Venía con otro compañero pero a él lo secuestraron, “de ahí no supe más de él”, reitera.
Dijo que denunció los hechos, pero le pedían quedarse “yo no puedo, tengo que seguir de regreso a Guatemala, en México me ha tratado mal la policía, salgo a la calle y enseguida me está deteniendo”.
“Me tiran al suelo, no quiero quedarme aquí”, -dijo el migrante- quien camina por la Ciudad Rielera de Apizaco, en espera juntar dinero para continuar su camino de regreso, allá por el sureste, por donde sale el sol.