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Celebra Apizaco  153 años de de su fundación

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Por Pedro  Morales

Apizaco, Tlax.- La verdadera riqueza de las ciudades está en el comportamiento y conocimiento de sus ciudadanos, por eso, la ciudad de Apizaco está orgullosa de tener cientos de hijos en importante preparación académica, pese al marco de un gobierno municipal emanado de las filas del PAN que no cubre las expectativas de la población

En 1857 bajo concesión otorgada por el gobierno de la República a Don Manuel Escandón es trazada la primera línea ferrocarrilera en México, con el propósito fundamental de unir la Capital del País con el Puerto de Veracruz.

Sueño largamente anhelado por los mexicanos, Escandón contrata para este gran proyecto al Ingeniero Andrew Talcoth quien elabora el trazo de construcción de tan importante vía férrea, orgullo del país y joya de Ingeniería.

Localizan en el Estado de Tlaxcala una bella planicie arbolada ubicada entre el Rancho de Atenco y la Hacienda de San Diego Atlapahuaya, lugar que la naturaleza dotó de ricos manantiales acuíferos y deciden que en está planicie se construya una estación de Primera Clase donde partiera de la Línea Principal  el Ramal que conduciera a la Ciudad de Puebla.

En 1865 arriban a esta Ciudad los primeros Trabajadores de Vía, colocando los rieles del futuro y fundando un campamento con casas elaboradas en madera, en 1866 fecha de Fundación de Apizaco, empiezan a correr trenes incrementando la Población Urbana quienes construyen las primeras viviendas y comercios en la Calle Real, así se fue conformando una Ciudad activa y vigorosa, el 16 de septiembre de 1869 el Presidente Benito Juárez García inaugura el Tramo México-Puebla.

1873 es año vital para el desarrollo de Apizaco al concluir el camino de hierro México-Veracruz, inaugurando una de las obras de Ingeniería más bellas e históricas, el 7 de mayo el Gobernador del Estado Melquíades Carvajal bajo el decreto No. 30 le otorga la categoría de Municipio, al igual son elaborados por los Ingenieros Ingleses Fergusson y Torveos los planos de construcción de la nueva Municipalidad, ellos trazan calles rectas y amplias, que Antonio de Paula Castilla proyecta con gran visión, logrando un trazo urbano ejemplar y futurista.

El devenir histórico de esta Población es amplio y enriquecedor, recordemos que por su importancia rielera se vivieron episodios trascendentales dentro de la Revolución Mexicana, al concluir está los Ferrocarriles en Apizaco viven una época brillante.

Los  Talleres logran una máxima calidad gracias a la eficiencia de sus operarios, en sus históricos Talleres un ejército de Soldadores, Carpinteros, Mecánicos, Paileros y Pintores, construyen Carros, Góndolas y Cabooses.

Sus paredes todavía escuchan el trajín de cientos de Trabajadores quienes al sonido del silbato iniciaban su actividad en las Fraguas, Tornos, Martinetes y Laminadoras.

De ese pasado dorado solo queda un inmenso Galerón lleno de recuerdos donde en su vientre permanece la maquinaria histórica y silenciosa añorante de una actividad febril que no se dará más.

Actualmente Apizaco es diferente con un futuro halagador y una Población que sobrepasa los 130.000 Habitantes que luchan por no perder Identidad a causa de su crecimiento urbano, ubicado por encima de la media Nacional y sustentando su progreso y evolución en la Industria, Comerció y más de 140 Instituciones Educativas, esto ha propiciado lograr  una superación, deseamos un Municipio con mayores fuentes de Trabajo, Seguridad, Salud y Cultura y así promover nuestro futuro con absoluta Armonía, Equidad y Justicia.

La primera iglesia de esta ciudad, que se construyó fue en el año de 1873, habiendo colocado la primera piedra María de la Luz García.

Dicha iglesia era un jacalón de cincuenta metros de largo por quince de ancho con techo de dos aguas, cubierto con lámina. Se encontraba ubicada al lado poniente del zócalo.

Durante su construcción existió un periodo en la década de 1950 en que la Basílica se quedó sin torres a falta de recursos económicos, y gracias a Mario Moreno Reyes, mejor conocido como “Cantinflas”, que aportó económicamente se pudo concluir el templo.

La Basílica de Nuestra Señora de la Misericordia (Basílica Menor), es una iglesia católica ubicada en la ciudad de Apizaco.

Su construcción empezó en la tercera década del siglo XX y se culminó en el año 1961.

En el estado de Tlaxcala es el único edificio religioso que cuenta con este tipo de arquitectura neogótica, que recuerda a las grandes catedrales de Alemania.

El sacerdote Adolfo Sebastián fue quien proyectó este edificio, aunque no pudo completar el proyecto, siendo el Padre Marcial Aguilar González quien tomase el compromiso de culminar la edificación de la Basílica.

En cuanto a los planos arquitectónicos estarían a cargo de los ingenieros Miguel Pardo y Rodolfo Zenteno que fue quien lo vio terminado.

Fue erigido en Basílica Menor por el entonces delegado Apostólico de la Santa Sede, Luigi Raymondi, mediante decreto que emitió el papa Pablo VI en Roma el 5 diciembre de 1963, y ejecutado el 12 de mayo de 1964.

La Basílica tiene tres naves de piedra labrada al estilo de las catedrales góticas de Alemania, algunos comentan que está inspirada en el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia construido en Barcelona, España.

Guarda más semejanzas con la Catedral Metropolitana de São Paulo, Brasil. La nave central tiene una longitud de 43,20 metros por 10,70 de ancho y 19 de alto.

Las colaterales miden 50,85 metros de longitud, 5,50 de ancho y 10,50 metros de altura, cada una. La altura de la cúpula, del piso a la linterna, mide 35,5 metros.

Las dos torres son de 50 metros de altura cada una, lo que hace de la basílica el edificio religioso más alto de la entidad tlaxcalteca.

El baldaquino tiene 12,50 metros de alto. Sus columnas son de mármol de Tepeaca. El altar mayor es de mármol de Carrara.

El 12 de mayo de cada año se festeja a Nuestra Señora de la Misericordia, con celebraciones eucarísticas y una corrida de toros.

Durante su construcción existió un periodo en la década de 1950 en que la Basílica se quedó sin torres a falta de recursos económicos, y gracias a Mario Moreno Reyes, mejor conocido como “Cantinflas”, que aportó económicamente se pudo concluir el templo.

Existe evidencia en imágenes que se encuentran en el interior del museo de la ciudad de Apizaco.

Un gran número de turistas, al igual que visitantes de otros municipios de Tlaxcala y de Apizaco la nombran como “La Catedral de Apizaco” gracias a su belleza, altura, magnitud y principalmente a la arquitectura, dando como resultado que se asemeje a las catedrales del continente europeo.