TLAXCALA/01/03/2019/Pedro Morales
El rector de la UPTX, Enrique Padilla elude públicamente aclarar el tema del acoso sexual que han denunciado los propias alumnos y que son maestros y directivos quienes presuntamente los acosan, Padilla Sánchez conocido como “la Iguana” solo reconoció el tema, sin embargo no dio información sobre si ya se tomaron cartas en el asunto.
Ante los micrófonos de una radiodifusora “Fifí” local, el nuevo rector de la Universidad Politécnica de Tlaxcala, región sur, y sobrino de la senadora del PRI, Beatriz Paredes; Enrique Padilla Sánchez, se deslindó del presunto desvío de 178 millones 634 mil 600 pesos que según el informe de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) fueron triangulados a empresas fantasma.
Padilla Sánchez indicó que desde que asumió el cargo como rector de la universidad pública y hasta el momento no ha tenido ningún contacto con su antecesor, Narciso Xicoténcatl; pero aseveró que le corresponde a él responder por las observaciones hechas por la auditoría, aclarar la subcontratación de empresas cuyos domicilios no fueron localizados, y a donde fue triangulado casi el 100 por ciento de ese presupuesto.
Dijo que en el proceso de entrega-recepción no se dieron a conocer los tres convenios de colaboración que fueron firmados con la Sedatu, a través de los cuales se traspasaron los recursos a empresas externas, “tal vez porque no les convenía”.
El Rector de la UPTx aseguró que a partir de las observaciones hechas por la ASF, tiene un periodo de 30 días para iniciar con el procedimiento correspondiente, y que en este caso será la Contraloría del Ejecutivo la que actúe en consecuencia.
“Nosotros vamos a apegarnos a derecho y a conducirnos con transparencia… El exrector tendrá que asumir su responsabilidad y en el caso de que la auditoría, la contraloría, me solicite que lo requiramos tendremos que hacer lo conducente”, puntualizó.
Aclaró que este asunto no afecta el desarrollo académico de los más de cuatro mil 600 alumnos y alumnas, además de que a partir de este año ya se conformaron comités de vigilancia, no solo en temas de seguridad interna sino también de la aplicación de los recursos con propósito de evitar que la universidad se vea inmiscuida en asuntos como el de las ocho instituciones de nivel superior que participaron con la Sedatu y Sedesol en la llamada “Estafa Maestra” para desviar recursos públicos, a través de la subcontratación a empresas inexistentes.