Pedro Morales
Claro y contundente fue el mensaje para dirigentes, representantes populares, luchadores sociales y líderes en general durante su mensaje a quienes votaron parejo y a quienes no; el presidente Andrés Manuel López Obrador rindió su informe de los primeros 100 días de gobierno y ahí el mensaje.
Como balde de agua fría los “luchadores sociales de Tlaxcala” se enteraron que por la corrupción que prevalecía en el manejo de los programas sociales, “decidimos que el dinero del presupuesto, que es dinero del pueblo, no se entregara a intermediarios, sean organizaciones sociales, civiles o fundaciones de ninguna índole; todo ello para evitar simulaciones, los llamados moches, el piquete de ojo o cualquier otra forma de transas o desvíos de recursos destinados a la gente”.
López Obrador recordó que en el acto del Zócalo el día 1º de diciembre y dijo “hice cien compromisos con el pueblo de México, repasándolos al día de hoy y vamos a entregar los anexos correspondientes, ya 62 de esos cien compromisos se han convertido en hechos y 38 están en proceso de cumplirse”.
El primero de los 100 compromisos ya lo estamos llevando a cabo, consiste en que todos los Programas de Bienestar tienen como población preferente a las comunidades indígenas de México.
Estas palabras emitidas por el Presidente de los mexicanos dejó sin argumentos a quienes durante al menos 90 años han medrado con el hambre y necesidad de muestro pueblo en Tlaxcala, para que enarbolando sus necesidades líderes y “luchadores” sociales amasaron enormes fortunas.
En Tlaxcala concluida la Tercera Transformación como lo fue la Revolución Mexicana, comenzaron a inventarse los líderes que amparados en la lucha social se apropiaron de tierras y las repartieron para convertirse en nuevos terratenientes.
Bajo sus liderazgos surgieron los ejidos, ahora desaparecidos, pero al mismo tiempo se inventaron los partidos y las organizaciones agrarias, campesinas y obreras, más adelante las llamadas organizaciones no gubernamentales.
De esta forma como hongos se reprodujeron los ´lideres naturales”, que por igual en el salón de clases, el taller, la fábrica o el surco se las ingeniaron para convencer a la población de que su poder de gestoría era necesaria.
Y así con la complicidad de gobernantes, alcaldes, senadores, diputados federales y locales, la danza de los millones prevalece hasta nuestros días y efectivamente el pueblo no avanzaba, los líderes por el contrario ya eran nuevos ricos.
Y de esta forma, al menos en Tlaxcala los líderes de las siglas por ejemplo del SNTE CROM, CROC, CTM, CNC, CCI, CODUC, CIOAC, entre otras muchas más, y los partidos políticos se aglutinaban e inventaban movimientos “democráticos”.
Pero también se idearon otras estrategias en otra línea más arriba de la sociedad mediante la creación de organizaciones supuestamente altruistas o fideicomisos con el único fin de evadir impuestos, recibir apoyos y hasta con posibilidades de lavar dinero de ilícita procedencia.
Basta recordar que en tiempos del priista-perredista-morenista Alfonso Sánchez Anaya, se crearon alrededor de 300 de las llamadas organizaciones no gubernamentales, cuya única finalidad era la de jalar recur$o para beneficio de grupo, sectario y de sus familias.
Antes y desde tiempos de Tulio Hernández o Beatriz Paredes, bastaba juntar a un grupo de gente humilde para convencerla de hacer marchas y plantones a cambio de una torta y un refresco que generosamente los luchadores y luchadoras sociales daban al concluir la manifestación para estimular a los “compas”.
Más adelante con la surgimiento del Sub Marcos, hubo quien se puso las capuchas y al final de marchas y movilizaciones también se enriquecieron con los ofrecimientos y ahora son nuevos ricos permisionarios o dueños de negocios o escuelas.
Ya en agonía del año pasado y en plena campaña, AMLO estuvo en Tlaxcala y advirtió esta situación, porque las familias estaban cada vez más pobres y los líderes y luchadores sociales cada vez más ricos.
Algunas de esas lideresas hasta ya se convirtieron en neohacendadas, otras se metieron a Morena como candidatas y con el triunfo de tabasqueño ahora lo niegan como Judas y se dicen ganadoras electorales con los votos que consiguieron.
Por eso llama la atención esta medida de entregar tarjetas bancarias a todos los beneficiarios, sin intermediarios, lo que deja sin la materia prima a los gestores de todo y de nada y le arrebata a su compañeros a quienes por décadas los han utilizado como carne de cañón, para explotarlos.
Sin duda con este nuevo gobierno de la 4T, ya se vislumbra en Tlaxcala que los liderazgos, luchadores sociales y todos esos compas que gustaban de crear y generar problemas, se han quedado sin argumentos.
Ahora ya no espantan a nadie, sus “representados” ya aprendieron a no escuchar su canto de las sirenas, saben que el apoyo del gobierno federal viene directo para evitar lo que en esta ocasión como dijo AMLO, reciban el apoyo en dinero constante y sonante, sin intermediarios sean organizaciones sociales, civiles o fundaciones… LOS LIDERES YA ENTRARON EN PELIGRO DE EXTINCIÓN.