HUAMNATLA/14 /08/2019/Pedro Morales/Fotos Misael Nava Corona
Miles de feligreses refrendaron en “La noche que nadie duerme” su fervor a la Virgen de la Caridad de Huamantla, como cada año las familias que viven en las calles que se engalanan patra la ‘procesión anual se convierten en artesanos
Ya van para la cuarta generación, anoche abuelos, padres, hijos y nietos se vieron muy activos, era el momento de realizar la magia, las calles se iluminaron y se llenaron de colores y de formas hermosamente elaboradas.
Todo empieza después de la comida, al filo de las tres o cuatro de la tarde ya las calles lucen sus pasacalles, faroles y todos sus adornos colgados de las paredes en una transformación que se acelera para acabar antes de las doce de la noche, hora en que la Virgen de la Caridad salen a recorrer las calles para bendecirlas.
La vendimia se multi0plica, las calles se cierran y el traslado al centro de la ciudad debe realizarse obligadamente a pie, no hay otra forma, el aroma de los antojitos inunda el ambiente y en el piso aparecen como por arte de magia las famosas alfombra de aserrín y arena coloreados.
Enormes moldes se mueven por las calles, hombres mujeres, niños y ancianos se coordinan con la experiencia que dan los años, en esta ocasión destacó la fuerte presencia de la celebración de los 500 años del encuentro de dos culturas, una alfombra en la calle Juárez fue dedicada a esta celebración.
Incluso la Virgen de la Cridad mostraba al frente de su vestido el logotipo primorosamente bordado por las ya famosas internacionalmente bordadoras del manto de la Virgen.
Se trata de un grupo de mujeres que durante un año planean con mucho cuidado el tema del vestido de la sagrada imagen, se activan desde mayo y antes deben recibir la dotación de hilo y canutillo e oro, lo mismo que las telas de razo que en conjunto integran la prenda.
Los materiales son de muy alta calidad y son donaciones de familias quienes se deben anotar en una larga lista que ya abarcará los próximos 26 años, es decir deben esperar para tener el honor de donar el vestido de la Virgen.
Música, cantos, expectativa y sobre todo ruegos porque no llueva marcan las horas de la tarde noche, hasta que llega la media noche que es la hora mágica, las campanas repican a tope, los cielos se iluminan de colores con los fuegos pirotécnicos.
Dos silenciosas filas flanquean el tránsito de l virgen de la Caridad por las calles alfombradas y se hace prsenta la magia del arte efímero, el gusto y satisfacción de las familias a su esfuerzo se convierte y tanto trabajo es bendecido con el paso de la venerada imagen.
Llegan los turistas, periodistas de otras naciones que no se cansan de grabar, acude el gobernador de Tlaxcala, Marco Mena acompañado de su esposa Sandra Chávez Ruelas y embajadores que se maravillan a cada paso.
Mientras que en el atrio de la Basílica de la Misericordia, también se realiza un esfuerzo extraordinario donde el arte tiene su máxima expresión, ahí los mejores alfombristas que incluso han llevado su arte a otros países, tienen el honor de realizar sus alfombras con temas religiosos.
En ese lugar también se manifiesta el arte efímero, cada día se elaboran monumentales y primorosas alfombras que año con año causan la admiración de quien acude puntualmente cada año al Pueblo Mágico de Huamantla, para ser partícipes en esta espectacular, mágica y maravillosa “Noche en que Nadie Duerme”.