CDMX/ 01 /12/2019
Con aproximadamente 72 mil elementos en sus filas, de los cuales 14 mil 833 son jóvenes civiles reclutados este año, la Guardia Nacional se va integrando como el instrumento del gobierno de México en el combate a la delincuencia.
Fue el 14 de noviembre de 2018, 17 días antes de que Andrés Manuel López Obrador asumiera el cargo de Presidente, cuando su Gabinete de Seguridad presentó el Plan Nacional de Paz y Seguridad 2018-2024.
Ahí se anunció la desaparición de la Policía Federal, una institución a la que se señaló de no haber dado resultados ante los altos niveles de inseguridad en el país, para dar paso a la nueva corporación.
Fue el ahora secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval González, quien explicó la forma como se iba a integrar la Guardia Nacional, en medio de la confusión que generó la descripción.
Se trata de una corporación civil, sólo que integrada en su mayoría por elementos de las policías Militar, Naval y algunos elementos de la Federal que aceptaron su transferencia al nuevo organismo, y con mando civil, que en realidad es militar.
En el Congreso de la Unión se dio un debate sobre la creación de la nueva corporación.
Se establecieron foros de discusión en el que participaron organizaciones civiles, académicos y representantes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, todos clamando por que el mando no fuera militar.
El 28 de febrero de este año, la Cámara de Diputados aprobó la reforma constitucional que dio paso a la creación de la Guardia Nacional; y luego de una rápida aprobación en los congresos estatales, el 26 de marzo se promulgó su comienzo en el Diario Oficial de la Federación.
Como el primer comandante en la historia de la nueva corporación se designó a Luis Rodríguez Bucio, general en retiro, con lo cual se intentó justificar la condición de mando civil que, finalmente, se estableció en la aprobada ley.