Pedro Morales
Estamos a unos días de que concluya el año, el cual estuvo lleno de muchos cambios, al empezar con un gobierno de partido diferente a los que habían ganado; ahora el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) está en la cima a nivel nacional y Tlaxcala fue protagonista de este cambio desde hace tres sexenios.
Un año lleno de expectativas, muchas de ellas a estas alturas ya defraudadas a nivel nacional, aunque con un presidente de la República con alto porcentaje de aceptación aún entre el electorado.
En Tlaxcala se ha vivido también cambios importantes, no todos buenos, aunque hay que reconocer se ha dado fuertemente el combate a la pobreza extrema, sin embargo hace falta ver los resultados a futuro de Prospera.
Este 2019 fue notorio que los diputados emanados de Morena resultaron una nuez vana, en su mayoría son políticos sacados de la manga que nada quieren saber a estas alturas de ese traído y llevado “Sufragio Efectivo No Reelección”.
Para ellos es letra muerta y al contrario, mientras AMLO insiste en el tema, en Tlaxcala sus diputados hacen todo lo contrario a la esencia de la 4-T que es no mentir, no engañar y no traicionar.
Las leyes aprobadas y sugeridas durante este año que se acaba en su mayoría fueron para jalar reflectores que si bien alumbran también queman, pero lo más grave fue la invasión de esferas.
En total impunidad se despacharon millonadas para distribuirlas sin que nadie les pida cuentas, se han erigido en Tlaxcala como los supremos administradores y los resultados saltan a la vista, los hombres del campo les arrojaron huevos.
Los resultados son desastrosos, pero ellos solo les interesa la reelección y si es posible acceder a otros niveles y aunque sea seguir en la representación que han traicionado.
Ya vimos como por medio del pretexto de “usos y costumbres”, otra vez se auto asignaron millonarias sumas para regalarlas a la gente y fortalecer sus campañas anticipadas en fiestas, pomos para las borracheras, y lo que se ofrezca para seguir beneficiando a sus incondicionales, mientras el resto de la sociedad que se joda.
No hay quien los pare y a nadie le rinden cuentas, se amparan en la impunidad que a final de cuentas se llama corrupción y han puesto especial interés en que la opacidad siga cubriendo a la “cajita de cristal” que prometieron en el manejo de los dineros.
A quienes votaron parejo por ellos les pagan con rejas y muros para que no entren a mendingar, faltan a la hora que se les pega la gana, le hacen al cuento para que la gente vea que trabajan, pero ya es hora que se llame a los suplentes de quienes no quieren trabajar solo dos días a la semana.
A ver si en este 2020 se acaba la impunidad en este poder, a ver si de una vez por todas el pueblo y quienes votaron por ellos los ponen en el cesto de la basura electoral que les corresponde y que se han ganado a pulso el repudio de la sociedad con sus poses de nuevos ricos.
Esperamos que en este 2020 la situación será más clara, porque viene la antesala de un año electoral, cuyas piezas se moverán con más intensión y muchos olvidarán que están en un sexenio de austeridad.
Dejaran ver el cobre y por ende sus ambiciones del poder por el poder, sim importar a qué partido representen, sus objetivo será llevar a la diputación federal o local o a algún ayuntamiento, sin importar que sea conflictivo a morir.
Así que hay que prepararse para ver el desfile político de hombres y mujeres en su mayoría movidos solamente por la ambición del poder.
Veremos altas traiciones, aunque ya en esta temporada ya entramos en calor, en redes sociales ya se comenzaron a mostrar otra vez sonrientes y deseando a todos parabienes y hacerse notar.
Lo mejor está por venir, aunque en este 2020 la situación es muy diferente, por un lado tenemos a las huestes de Morena que ya se sienten en el poder, piensan que se merecen todo y hasta ya perdieron de vista que fue López Obrador quien los llevó a dónde están, ya perdieron el rumbo y les van a comer el mandado.
Los resultados en Tlaxcala de ese amor con amor se paga poco se han reflejado en resultados palpables, por el contrario cada día crecen las protestas y las marchas por las carencias que no se resuelven desde el ámbito federal.
La soberbia, por decir lo menos campea entre los de Morena, prometen lo que no tienen, reparten lo que no es suyo y los resultados no se miran por ningún lado y en suma no hay resultados, al menos esos que nos prometieron.
Lo que esta por venir suena interesante, en este año que termina la embriaguez del triunfo se ha prolongado, sin tomar en cuenta que ni triunfos, ni derrotas son eternas.
Vienen tempos en que los partidos derrotados ya asimilaron su situación de repudio social, saben que las y los electores de Tlaxcala son bastante maduros y saben lo que les conviene.
Ya ahora se enteraron que ni partidos, ni esos políticos chapulines son garantía de un verdadero cambio, lo que los tlaxcaltecas exigimos son resultados y definitivamente hasta ahora no los tenemos claros en el gobierno federal.
Lo que los tlaxcaltecas queremos son resultados, esos que podemos constatar y este 2020 será sin duda un año para valorar los avances que se han logrado y sobre todo para comparar y para que en el 2021 sean los ciudadanos quienes pongan las cosas en su lugar.
Este 2020 es un año interesante, de consolidación para unos y de quitar las máscaras de la traición y la mentira a los que se sienten los nuevos mesías, esos que antes De, eran todo menos lo que son ahora.
Vamos a recibir lo que nos ofrezcan y será un año en el que vamos a ver como se arma el rompecabezas político y vamos a ver como se mueven las piezas del ajedrez.
Los tlaxcaltecas no llevamos prisa, los de la prisa son ellos, los políticos para borrar sus errores y sus culpas, con el pretexto de el amor y la amistad, de ese tomarse las fotos con los niños y los viejitos.
En esas campañas anticipadas, en esas promesas que nunca cumplen y sobre todo para constatar cómo cambian los tiempos, porque justo en este 2020 quien no se mueva… NO VA A SALIR EN LA FOTO.