Pedro Morales
Al cumplirse en este 2020 un lustro de la demolición de la capilla del Santo Cristo, en el barrio de El Cristo, en el municipio de San Pablo del Monte y catalogada por el INAH, a cinco años nadie ha sido detenido o sancionado.
El templo religioso fue derruido con maquinaria pesada entre el 25 y 26 de julio del año 2015 y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) promovieron una presunta denuncia penal por este inmueble del siglo XVIII.
En ese entonces, en un comunicado oficial, Arturo Balandrano, coordinador nacional de Monumentos Históricos del INAH, y Raúl Delgado Lamas, director general de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural del Conaculta, anunciaron que ante este hecho tipificado como delito federal se procedió a integrar una denuncia penal contra quien resulte responsable ante el Ministerio Público Federal en el estado de Tlaxcala.
Datos del INAH precisan que la Capilla del Santo Cristo constituía un ejemplo de arquitectura tradicional religiosa con antecedentes virreinales, con elementos de mampostería en muros y contrafuertes, además de una bóveda de cañón corrido y dos torres campanario añadidas en el siglo XIX.
Sin embargo, autoridades locales revelaron que desde hace 20 años antes, los cuadros de mayordomos que vienen participando desde aquella época, ya tenían planeada la demolición del inmueble.
Reconocieron que la gente estaba consciente de la destrucción, incluso desde hace años los colonos venían cooperando para construir la nueva Iglesia y por ende se les informaba que a largo plazo se destruiría el templo antiguo.
Los vecinos ya sabían que esto iba a pasar, los que pudieran mostrarse molestos son personas adultas mayores, pues es lógico que se molesten porque ellos lo construyeron, pero considero que los demás están contentos de lo que paso.
Al cumplirse cinco años, el daño ya pasó y no hay personas detenidas o que hayan sido castigadas por las autoridades federales por el acto protagonizado.
Vergonzosamente la Diócesis de Tlaxcala tampoco estaba enterada de la destrucción de la capilla del Santo Cristo, que tuvo lugar entre la tarde del sábado 25 y el domingo 26 de julio.
El INAH reconoció que la reconstrucción de la edificación del siglo XVIII, que es patrimonio monumental y propiedad de la nación, se puede hacer con los vestigios de mampostería y cantera del inmueble -localizados en distintos terrenos de la entidad-, siguiendo los planos, los cimientos y las fotografías del inmueble.
«Estamos resguardando los vestigios encontrados por el gobierno del estado a través de sus organismos de seguridad pública. Queremos recuperarlos porque estamos valorando poder hacer una reconstrucción de la capilla en el mismo lugar, dado que era parte del patrimonio inmobiliario federal».
«Sin embargo, la valoración que estamos haciendo implica criterios fundamentales en material de conservación, como la autenticidad e integridad de los bienes culturales», añadió.
Dijo que la integridad será muy difícil de alcanzar porque será imposible recuperar la totalidad de las piedras y la cantería que tenía el monumento. Tampoco se logrará la reconstrucción auténtica, ya que los materiales encontrados fueron destruidos; por ejemplo, la cantería del pórtico, que fue labrada a mano, se dañó porque la demolición se hizo con un trascabo.
«Con esa pedacería no se puede trabajar. Los restauradores hablan de un proceso de anastilosis para la reconstrucción de bienes, por ejemplo, cuando se hallan todas las piedras en los sitios arqueológicos y se vuelven a poner en su lugar y de esa manera se mantiene la autenticidad del bien. En este caso, como la demolición de la capilla se hizo de una manera salvaje, no es posible hacer una restitución manteniendo el criterio de autenticidad».
Fuentes del Gobierno federal dijeron que los peritos de la Procuraduría General de la República están desde el viernes 31 de julio en dicha comunidad del municipio de San Pablo del Monte recabando información para integrar la investigación correspondiente.
Sin embargo, se abstuvieron de adelantar alguna hipótesis sobre la autoría de lo que las autoridades culturales del país han descrito como un «acto de barbarie y hecho sin precedente que afecta el legado cultural de los mexicanos».
El pasado 28 de julio, representantes del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) indicaron que la demolición de la Capilla del Santo Cristo tuvo lugar entre la tarde del sábado 25 y el domingo 26 de julio.
DELITO FEDERAL
Balandrano y Raúl Delgado, director general de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural del Conaculta, anunciaron que ante este hecho tipificado como delito federal se procedió a formular una denuncia penal contra quien resulte responsable.
Balandrano afirmó que se trataba de un bien inmueble propiedad de la nación catalogado e inventariado en el Registro Público de la Propiedad Federal, así como un monumento histórico por determinación de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.
La capilla constituía un ejemplo de arquitectura tradicional religiosa con antecedentes virreinales que poseía elementos de mampostería en muros y contrafuertes hechos a la usanza española con una bóveda de cañón corrido.
Se trataba de una construcción franciscana del siglo XVIII, transformada en los siglos XIX y XX al añadirse dos torres con campanarios y la cúpula en el presbiterio. De ahí que el conjunto arquitectónico tuviera gran valor patrimonial como parte de la identidad histórica del estado de Tlaxcala y del pueblo de México.
De acuerdo con Delgado, la Capilla del Santo Cristo convivía de manera respetuosa con un templo del siglo XX, ubicado a su costado.
No se tiene conocimiento de un caso similar, por lo cual resulta insólito en una región donde las comunidades son celosas de estos bienes y les son entrañables, además de que el inmueble estaba en buen estado de conservación.
Nadie lo consultó
El ex obispo de Tlaxcala, Francisco Moreno, dijo haberse enterado «con sorpresa e incredulidad» de la destrucción de una capilla y aseguró que el párroco de la Parroquia de San Pablo Apóstol, Juventino Rocha, le informó que «nunca fue consultado al respecto y que se enteró de lo sucedido cuando estaban terminando de sacar los últimos escombros».
«La Diócesis de Tlaxcala estará atenta a las diligencias e investigaciones por parte del INAH y las autoridades competentes», indicó el obispo en un comunicado emitido el 29 de julio de hace cinco años.
Sin embargo el tiempo ha transcurrido y la justicia no se aplica, lo que indica el de desaseo con que el INAH actúa en Tlaxcala que incluso ha puesto en grave riesgo por negligencia el Patrimonio Histórico de los tlaxcaltecas… SE HACEN PATOS
