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Percusionistas de La Chávez y del ensamble SAFA interpretarán Drumming, obra que combina timbres y sonidos casi hipnóticos

TLAXCALA/ 22 /01/2020

La interpretación Drumming, obra minimalista de Steve Reich, que estará a cargo de los percusionistas de la Orquesta Escuela Carlos Chávez (OECCh) y del ensamble SAFA, será como una clase de matemáticas o física, en las que unidades como aceleración y desaceleración; variaciones cíclicas de un sonido, fase y desfase serán representadas musicalmente, o donde tambores, marimbas y glockenspiels buscarán que el público experimente un trance musical. La cita es 26 de enero en la Cancha de Tenis del Complejo Cultural Los Pinos.

Conocido por ser uno de los pioneros del minimalismo musical, Reich compuso Drumming entre 1970 y 1971, inspirado en su experiencia académica en el Instituto de Estudios Africanos de la Universidad de Ghana, bajo la tutela del destacado percusionista Gideon Alerwoyie. Esta obra fue concebida por su autor para la intervención de nueve percusionistas, voz masculina, voces femeninas, silbido y flautín, sin embargo, algunos músicos como es el caso del ensamble SAFA la han interpretado con más de 10 percusionistas.

A decir de Diego Rojas, miembro de SAFA, Drumming es una obra maestra del género minimalista. “Es de gran formato, tanto por el número de músicos que participan como por la duración de la obra, la cual puede variar entre 70 minutos o un poco más. Asimismo, requiere que los instrumentistas lleven a cabo la interpretación de memoria”.

En este sentido, el percusionista subraya que lo trascendental de la pieza es que Reich la ideó en un solo patrón rítmico, que todos los músicos la tocan completamente o en una parte; además, subraya que “con esta obra el compositor estadounidense desarrolló la técnica facing −que consiste en acelerar y desacelerar hasta desfasarse−. Algo parecido a cuando reproduces dos casetes con el mismo contenido musical y en algún momento el audio de uno se escucha un par de segundos adelante que el otro, vaya se desfasa”.

Asimismo, explica Rojas que el montaje de esta obra con los percusionistas de La Chávez −como se le conoce−, obedece al interés del ensamble de percusiones SAFA por experimentar con repertorios contemporáneos, dialogar con las nuevas generaciones de músicos y participar en la creación y captación de nuevos públicos.

Dicha colaboración se encuentra suscrita en el proyecto de consolidación artística del ensamble SAFA apoyado por el programa México en escena, auspiciado por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), de la Secretaría de Cultura.

Al respecto, el percusionista señala que dicho esquema artístico-académico cumple con varios objetivos: trabajar con jóvenes instrumentistas, a través de talleres, seminarios y clases maestras para que aborden nuevos repertorios, interactúen con profesionales de la especialidad y, sobre todo, que el público conozca el poder y las posibilidades sonoras de los instrumentos de percusión.

“En 2017 montamos esta obra con estudiantes de Sinaloa con muy buenos resultados. Ahora con los alumnos de la especialidad que forman parte de la Orquesta Escuela Carlos Chávez buscamos lo mismo, queremos compartir con ellos nuestras experiencias, retroalimentarnos con sus inquietudes y, sobre todo, que el público goce de esta experiencia sensoria que puede parecer una especie de trance musical”.

La cita para escuchar esta interpretación es el domingo 26 de enero, en la Cancha de Tenis del Complejo Cultural Los Pinos. El acceso al público será libre por la Puerta 5.