TLAXCALA/ 9 /03/2020
Una vez más las huestes de Blanca Águila Lima salieron otra vez a protestar por las “monstruosidades” de una servidora pública que bien hace en cuidar el dinero de los contribuyentes y no ceder a caprichitos de una ex enfermera que dice ser súper poderosa.
Diezmados como quedaron varios sectores priistas, panistas y perredistas luego de la elección presidencial en la que López Obrador de plano los encueró y dejó a la vista de los electores sus miserias y ambiciones insaciables del poder por el poder.
Colgada de una lucha feminista legitima y noble, la ex enfermera de Zacatelco quiere a toda costa que corran a la directora administrativa de SESA, Guadalupe Zamora Rodríguez, solamente porque es un capricho.
Lima no hace públicos sus argumentos y descaradamente otra vez mando a tomar las calles a las sindicalizadas de SESA, y le vale un cacahuate entorpecer el trabajo y el libre tránsito de los tlaxcaltecas.
Eb esta ocasión se descararon gentes plenamente identificadas con otras corrientes políticas e integrante de otros clanes que claman por reflectores y aunque sea aparecer en las fotos.
A ver si gracias a estas movilizaciones los “buscadores de talentos” como Beatriz Paredes”, los panistas o los perredistas se fijan en ellos y logran aunque sea una regiduría, lo que sea con tal de no quedar fuera del presupuesto.
Es claro que Águila Lima quiere presionar desde ahora, ya que se siente tan poderosa que suela con ser gobernadora y para eso debe de mostrar que las puede de todas todas y a la menor provocación grita a los cuatro vientos que quiere al precio que sea la cabeza de la funcionaria de la administración estatal ¡nomás porque sí!