Pedro Morales
En plena transformación de nuestra sociedad, la verdad siempre sale a flote, y ante la adversidad que los tlaxcaltecas dan muestra a nivel nacional una vez más de lo indómito y espíritu de lucha que heredamos de nuestros antepasados.
Será por eso que al inicio y en lo que va de la pandemia a nivel nacional del Covid-19, el comportamiento del estado de Tlaxcala ha llamado la atención a nivel nacional e internacional al mantenerse a la cabeza con los registros más bajos de contagio.
Sin duda las medidas adoptadas de prevención se han convertido en el mejor escudo para nuestras familias, pese a que a muchos no les gusta reconocer que a veces se deben tomar medidas que no gustan.
Fue el caso de la suspensión de clases, de suspender las celebraciones religiosas que históricamente alcanzaron la representación de las tres caídas en los pueblos, los cierres de carnaval y las fiestas patronales.
Lamentablemente esto está ya en segunda fase y lo más duro falta por venir, pero sin duda que todos juntos vamos a lograr salir adelante, con sufrimiento y privaciones, pero el panorama es de esperanza.
Si reflexionamos un poco, acabamos de cumplir los 500 años del encuentro de dos culturas que en el caso que nos ocupa del Covid-19, en aquellos tiempos se llamaba viruela negra la que trajeron los españoles.
Fue una enfermedad exótica, el ADN de la población de ese entones no tenía defensas, el resultado fue apocalíptico, la viruela mató a 80 por ciento de los nativos y casi los extingue.
Sin embargo, desde antes de la conquista la antigua Tlaxcallan ya era un pueblo indómito al que nunca pudieron someter los mexicas, pese a que los tenían rodeados, la verdad es que nunca los conquistaron.
Nuestros antepasados nos heredaron esa carácter indomable y sobre todo nuestras abuelas de ese entonces fueron un ejemplo que nunca se doblegó pese a lo precario de la situación se las ingeniaron para alimentar a su prole.
Ellas fueron las precursoras de la cría de animales en sus casas, sin sal recurrieron al ingenio y las carencias se suplieron con tequesquite y hasta nuestros días nuestro pueblo se nutre con sus plantas y por ejemplo gusanos de maguey, chapulines y otros insectos comestibles que aportan proteína.
Esto quiere decir que ante la carencia se debe improvisar, primero para ahorrar lo que se tiene y recurrir a la nobleza de nuestra madre tierra que pese al mal trato de que es objeto, sin duda, en nuestras comunidades rurales no nos va a desamparar.
Sin embargo no dejamos de reconocer que la situación causada por la pandemia va a poner a prueba otra vez a las familias tlaxcaltecas, muchas se encentran a resguardo y se preparan como ancestralmente para lo que venga.
Pero en el pasado reciente, hablamos del siglo XX, nuestras abuelas nos heredaron esa forma de organización austera, pero no carente de una entereza para enfrentar la adversidad que es el motor que nos mueve a los tlaxcaltecas.
Sin embargo el Covid-19 no ha sido la única calamidad que ha llegado a nuestra patria chica, en el acontecer periodístico nos ha tocado vivir por ejemplo la llegada del VIH-Sida, con las peores expectativas.
En 1983 comenzaron a notificarse los primeros casos de SIDA en México, mismos que se habían iniciado en 1981, año que se considera como el principio de la epidemia.
El objetivo de este artículo es presentar lo que ha ocurrido en los primeros doce años de la epidemia de SIDA/VIH en México así como los diferentes enfoques y técnicas epidemiológicos para su estudio.
En la primera etapa (1981-1984) el propósito se redujo a conocer la distribución y la frecuencia de los casos de SIDA.
A partir de 1985 se iniciaron las encuestas serológicas, que se transformaron en encuestas centinelas para determinar seroprevalencias, factores de riesgo e incidencia en grupos poblacionales.
En 1987 hubo necesidad de formular predicciones del número de casos e infectados para un futuro cercano. Sin embargo, las limitaciones del conocimiento de la historia natural y de los modelos epidemiológicos originaron errores en el cálculo de las primeras estimaciones.
El desarrollo de la epidemiología del VIH/SIDA fue resultado del diseño de técnicas y métodos cuantitativos y cualitativos en epidemiología, pero también depende de los avances en la biomedicina, la clínica y la sociología.
Y aunque no lo parezca, durante el gobierno de esa época que le toco a Beatriz Paredes, recurrió a los medios de comunicación para informar a la población y en lo personal como reportero constatar los estragos de la enfermedad fue traumático.
Tras vidrios y con todas las medidas sanitarias pudimos constatar los estragos que causa este virus en el ser humano, acaba con todas sus defensas y los padecimientos se magnifican y viene la muerte. Damos gracias que hay contención y que los anuncios de contagio no se cumplieron.
Allá por el 2013, la Secretaria de Salud de Tlaxcala implementó un cerco sanitario de prevención en los municipios de Tlaxco, Calpulalpan y Nativitas, que limitan con el Estado de México e Hidalgo, luego de presentarse casos de cólera en las entidades vecinas.
En un comunicado, se informó que en los 60 municipios de la entidad se establecieron acciones preventivas que incluyen muestreos frecuentes en alimentos, hortalizas, pescados y mariscos, así como contenedores de agua, en busca del microbio que ocasiona el cólera.
Se mantuvo vigilancia epidemiológica permanente para prevenir casos de cólera ante la alerta emitida a nivel federal por los casos presentados en los estados vecinos de Hidalgo y Estado de México.
Recordamos que en 2016, la ruptura de un tubo de drenaje en una barranca llevó aguas negras hasta el pozo del suministro de agua potable en San Luis Teolocholco, la alarma cundió porque la mayor parte de infectados de Hepatitis B fueron niños de escuelas.
Se encendieron los focos rojos por la epidemia de Hepatitis de la que se superaron los 47 casos registrados, pero que debido al periodo de incubación de aproximadamente 14, fueron más de 60 casos de los que sólo 19 se presentaron en la primaria Emiliano Zapata de esta localidad.
Finalmente se corrigió el problema y esta epidemia inesperada de Hepatitis B quedara para el anecdotario que se suma a los padecimientos estacionales por contaminación del agua y condiciones climáticas.
En el 2019, con el comienzo de la temporada de influenza estacional en el país y el descenso de temperaturas, la Secretaría de Salud federal detectó los primeros casos probables de influenza.
La Dirección General de Epidemiología señaló que en la semana 41, correspondiente al mes de octubre, Tlaxcala registró 37 enfermedades tipo influenza e Infecciones Respiratorias Agudas en igual número de pacientes, mientras que en el país ya se presentaban los primeros 30 casos de influenza.
La dependencia federal recordó que es una enfermedad respiratoria aguda y principalmente afecta a la garganta, la nariz y los bronquios. Se transmite a través de las gotas de saliva que una persona enferma de influenza expulsa al estornudar o al toser.
Abundó que en el país circulan tres tipo de virus estacionales de la influenza: A(H1N1), A(H3N2) e influenza B. Al ser una enfermedad viral, los antibióticos (que afectan a las bacterias) no tienen ningún efecto sobre la influenza, pero si se recibe atención médica oportunamente es controlable y curable.
Es la hora en que dichas enfermedades no se han erradicado, nos hemos acostumbrado, hay vacunas y en otros casos medidas de protección que a lo largo de los años han mostrado que los resultados son favorables.
En el caso del Covid-19 en este 2020, a la fecha no hay ni vacuna, ni cura y todo se deja a las defensas corporales. ya que otros países realizan denodados esfuerzos por dar con un medicamento o una vacuna que frente la pandemia, Ahora mismo no hay nada.
Solo hay protocolos de sanidad para contener la pandemia.
Mientras en Tlaxcala, como diría uno de los innombrables locales de la política reciente en cada uno de sus discursos; “la verdad siempre sale a flote, tarde que temprano así va a suceder” y para muestra un botón:
Llama la atención el inusitado interés mostrado por integrantes de 17 medios de comunicación digitales y televisivos por redes sociales, quienes realizaron una “mesa de opinión”, para analizar el tema del Covid-19, con el presunto objetivo en favor de la sociedad tlaxcalteca, dijeron.
La respuesta no se hizo esperar, integrantes de otro bloque o bando, también se mostraron todos juntitos en sus medios.
Sin embargo, ni son todos los que se mostraron, ni todos los de esas recomendaciones y esa mesa de opinión, reconocieron que esa no es su función, porque la suya la suya es la de informar, o se detuvieron a pensar que ninguno tiene credenciales de especialista profesional en el tema y en mi pueblo a eso se le dice… OPORTUNISMO.
AL MARGEN: Ayudar a Tlaxcala sería a través de sus medios convencer a quienes tienen repletas sus despensas para que donen frijol, arroz o algo que ayude a quienes no tienen que llevar a la mesa de sus hijos, esos a los que tratan de convencer que no salgan de sus casas, pero lejos de siquiera reconocer su real necesidad.