TLAXCALA/ 01 /05/2020
Los 38 trabajadores del Hotel Posada San Francisco pidieron la intervención de las autoridades para que obligue a la empresa concesionaria a que les cubra sus salarios que se ha negado a pagarles pese a la contingencia sanitaria.
Mediante escrito hecho llegar a este medio de comunicación, los 38 trabajadores explican que desde hace años ya han tenido experiencias con diferentes empresas y con esta empresa que administra el HPS las irregularidades y hostigamiento laboral crecen día a día
Narran que en principio los trabajadores no saben cómo llegó la concesionaria a obtener la concesión del hotel, ya que desde que tomó la administración hemos tenido bastantes problemas no paga salarios a tiempo ni las prestaciones y sólo bajo preciso de emplazar a huelga por parte del sindicato.
Dijeron estar inscritos a la central obrera FROC-CROC que dirige Justino Hernández Xolocotzi, quien solo dialoga con los representantes de la empresa y nunca les informa del resultado de sus negociaciones.
Por el contrario se hace de la vista gorda de todas y cada una de las anomalías y hasta se dice que aconseja a la empresa para que aburra a los trabajadores y contrate personal bajo el sistema de outsourcing.
Hoy debió a la contingencia del covid-19 “nos mandaron a descansar a nuestra casa ya que por órdenes del gobierno deberían cerrar las instalaciones y de acuerdo al decreto promulgado por el presidente Andrés Manuel López obrador la suspensión de labores por ser emergencia sanitaria debe de ser con goce de sueldo.
Así se le hizo saber a la presunta concesionaria que se sabe es Luisa Tacle y que el papa fue secretario de Hacienda con Ernesto Zedillo supuestamente del Group Bussines Bzmarts emplazándola con un escrito del sindicato y no haciendo caso por que según ellos como ordenó el gobierno el cierre el gobierno debería pagar los sueldos.
Los trabajadores pidieron la intervención del gobierno estatal para que se cumpla con las obligaciones laborales, ya que incluso han suspendido el servicio en marcha al ausentarse la totalidad de los trabajadores, pero se ha puesto oídos sordos a sus requerimientos.
