Con bombo y platillo el edil de Apizaco Cesar Julio Mejía Hernández anunció ante sus paleros de la radio oficial que ya se van a instalar alrededor de 600 parquímetros que serán el nuevo negocio para sangrar a los automovilistas y que como sobra el dinero, los parquímetros se compraron en euros, a razón de más de cuatro millones de pesos.
Agradeció la disposición para integrar el Augusto y Omnipotente Consejo de Administración de los Parquímetros (AOCAP), integrado por sus secuaces y socios del ayuntamiento, entre directores de área y sus demás ejecutivos regidores.
Sin mencionar ni por casualidad cuanto pagará el ciudadano por hora o fracción, adelantó que se van a colocar de 12 en 12 en todas las calles del centro, hasta generar 600 cajones que representarán una bestial entrada que “será aplicada en obras de beneficio… para sus familias”.
El panista edil de Apizaco no supo explicar la razón por la que no se tomó en cuenta a los habitantes del municipio, ni la razón por la que no se realizó una consulta pública y se erigió en automático dueño absoluto de la calle.
Aseguro que la operación y el dinero que se recabe será “vigilado” por los de la UPADI que se sospecha que son centroamericanos comandados por una mujer a la que le dicen “La Perreta”, seudo zapatista que entre todos medran con la corrupción de los ayuntamientos cuyos dirigentes en Apizaco ya hasta estrenan auto del año, sobre todo al amparo de esta administración como se demuestra con esta integración y participación de este naciente (AOCAP).
Por su fuera poco, el edil oriundo de Tetla mencionó una lista de sus demás socios en que se van a convertir comerciantes de la plaza Guadalupe, del mercado 12 de mayo y de un solo representante de los comerciantes establecidos y que habría sido elegido por ellos mismos.
Eso sí advirtió que no va a tolerar que le digan “corrupto, ni golpeador de periodistas”, al referir sobre el manejo de la brutal entrada por segundos, minutos y hora que dejarán de utilidad estos 600 parquímetros, todo esto vía telefónica desde su llamado Partenón en Tetla de la Solidaridad desde donde supuestamente gobierna, vive y guarda su sana distancia.