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Trabajo conjunto de los tres órdenes de gobierno y la sociedad civil rescata joya arquitectónica de Torreón, Coahuila

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Torreón Coahuila.- La Secretaría de Cultura Federal, INAH, Municipio de Torreón y sociedad civil unieron esfuerzos y recursos para recuperar el Santuario de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Foto: Centro INAH-Coahuila.

*** La Secretaría de Cultura, el INAH, el municipio de Torreón y la sociedad civil unieron esfuerzos y recursos para recuperar el Santuario de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro

*** Es el primer proyecto de la ciudad norteña en el que se aplica el Foremoba

Torreón, Coah.- Con avance de 90 por ciento en los trabajos de restauración y mantenimiento mayor, el Santuario de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, el segundo templo católico más antiguo de esta ciudad, recupera su belleza arquitectónica.

El proyecto de intervención se generó con apoyo del Fondo de Apoyo a Comunidades para Restauración de Monumentos y Bienes Artísticos (Foremoba), de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, el cual por primera vez se aplica en esta ciudad norteña, en trabajo conjunto con la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el municipio de Torreón y la sociedad civil.

El Santuario de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, edificado entre 1923 y 1930, a base de ladrillo revestido con cantera, se ha mantenido en perfectas condiciones estructurales; sin embargo, presentaba deterioro significativo en sus recubrimientos e instalaciones, derivado de 15 años sin mantenimiento mayor, principalmente, en las bajadas pluviales, su pintura y carpintería, aunado a la falta de impermeabilización e iluminación.

En el marco de la campaña “Contigo en la Distancia”, de la Secretaría de Cultura”, Francisco Aguilar Moreno, director del Centro INAH Coahuila, quien junto con el arquitecto Alán Benjamín Brizuela han llevado adelante el proyecto por parte del INAH, informa que la labor inició con la recuperación de aplanados en mal estado.

Asimismo, luego de hacer calas de la pintura en los muros, se efectuó una búsqueda en los archivos Municipal y General del Estado, con el fin de ubicar las fotografías más antiguas del templo e identificar sus colores originales. Las torres, por ejemplo, tienen un acabado en dos tonos, refiere.

A través de las calas, también se halló un rodapié de granito, el cual cubre la parte baja de los muros interiores del templo y en una época estuvo oculto por un aplanado de concreto. Este ornamento se encontró maltratado debido a que fue picado para colocar el aplanado; su recuperación se logró mediante trabajos de resane por un especialista en materiales pétreos. Además, se restauró toda la carpintería, sin necesidad de cambiarla.

Aguilar Moreno indica que se ha concluido 90 por ciento de los trabajos, solo faltan detalles y la iluminación, la cual estará integrada por más de 100 lámparas, ya en proceso de instalación, siguiendo la normatividad de la Carta de Taxco, documento que rige este aspecto en los monumentos históricos.

Otro punto pendiente es la recuperación de la pintura interior del templo. Las instituciones lanzaron una convocatoria para que la población de La Laguna comparta fotografías de los espacios interiores del recinto religioso, el cual ha sufrido diversas intervenciones y modificaciones en su policromía, entre ellas, el ocultamiento de una pintura mural.

El objetivo del proyecto, explica Aguilar, es trabajar con la sociedad civil, con el Colegio de Arquitectos de La Laguna y con algunas universidades de la región, así como con el municipio, para recobrar el aspecto original del interior de la edificación.

De cantina a capilla

El Santuario de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro es el templo más grande de Torreón, se ubica en la parte fundacional de la ciudad, en el centro, en la esquina de avenida Juárez y calle Falcón, donde se encontraba una cantina: La Atlántida.

Al arribo de los misioneros redentoristas, en 1923, el lugar fue transformado en su primera capilla y casa, y a partir de 1925 comenzó la edificación del templo como ahora se conoce, cuya construcción finalizó en 1930.

Además de su valor arquitectónico, resalta su valor inmaterial, ya que ahí, en los años 40 del siglo XX, iniciaron las adoraciones nocturnas al Santísimo y a varios santos católicos que hoy forman parte de las tradiciones más arraigadas de los laguneros.

A decir del arquitecto Arturo Balandrano, director general de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural, este primer proyecto del Foremoba aplicado en la ciudad de Torreón, representa un ejemplo significativo del trabajo conjunto en pro de la conservación del patrimonio cultural de México.

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