EN APIZACO MENORES DE EDAD SON PRESUNTAMENTE DROGADOS PARA PEDIR LIMOSNA

EN APIZACO MENORES DE EDAD SON PRESUNTAMENTE DROGADOS PARA PEDIR LIMOSNA

237
Compartir

Cada miércoles de tianguis en la ciudad de Apizaco, en pleno centro de la ciudad, es común observar a mujeres y hombres adultos con niños en brazos que no se mueven, durante horas permanecen al parecer dormidos y las mujeres en ocasiones, evidentemente de la Sierra Norte de Puebla, llegan para pedir limosna.

Cada ocho días, llegan varias mujeres a las inmediaciones de los mercados y del parque central, quien junto con niños a veces permanecen durante horas, sin que los niños se muevan o den señales de vida.

Algunos adultos acostumbran cargarlos en brazos y para conmover a los transeúntes, colocan una receta para sugerir que requieren de ayuda para la compra de medicamentos.

Lo curioso del caso es que siempre que el ayuntamiento a través del DIF han tratado de ayudarlos, estas gentes se niegan a ser llevados a otro lugar y pese a los alegatos y movimientos, los niños no despiertan.

Una mujer con marcados rasgos indígenas llega al mismo lugar frente a una zapatería, pide limosna rodeada de dos niños y una niña, el menor que mantenía en sus brazos permanecía en la misma postura, al parecer profundamente dormido.

Al paso de las horas, la mujer permanece en el mismo sitio, llamando la atención de los transeúntes, los tres niños jugaban a su alrededor y el menor seguía en la misma posición, sin despertar, ni moverse.

Se le preguntó si el menor estaba en buenas condicione, dijo que sí, que estaba dormido, pero se le hizo notar que durante varias horas el niño parecía inconsciente, que eso no era normal, que si quería la ayuda de un médico o de una ambulancia.

Rechazó vivamente toda ayuda y al notar que se tomaban fotografías, de inmediato y a toda costa evitó mostrar el rostro del menor, quien permanecía inmóvil, como desmayado, su semblante notoriamente diferente al de la mujer era pálido y demacrado.

¿De dónde viene?, se le pregunto, y respondió que vino a Apizaco desde Oaxaca que no era la primera vez, que se llamaba Rosa y que el niño era su hijo, que pedía limosna por necesidad, al tiempo que levantaba sus pertenencias y el cuerpo inerte del menor.

Buscaba por todos lados, al parecer en espera de ayuda, pero nadie llegó en su auxilio, no hubo manera de retenerla, temerosa se refugió en la terminal de autobuses.

Elementos de la Dirección de Seguridad comentaron que esta situación que se repite una y otras vez desde hace años, los días de mercado en Apizaco y revela que la trata de personas tiene varias facetas, quienes la practican operan en giros negros, en centros de prostitución, en salas de masajes disfrazadas y en supuestas agencias de edecanes.

También es evidente que otra forma de trata de personas es obligar a los niños a pedir limosna o vender productos en la calle, incluso se supone que son las madres junto con sus hijos.

Comerciantes establecidos en los mercados 12 de Mayo y “Guadalupe”, coincidieron en señalar que la pobreza ha obligado a muchas familias a desarrollar actividades callejeras, involucrando a todos sus integrantes, incluidos los niños.

De esta forma, para así alcanzar a reunir el sustento común, sin embargo, advirtieron que aún en la situación más extrema de pobreza, son los padres los que deben de responder económicamente por los niños.

Por eso es creciente el número de niños que, junto con sus familias venden productos  en las calles, tales como chicles o flores, o bien que piden limosna o que cuentan un chiste a cambio de una moneda.

En otros casos como el que nos ocupa, los menores posiblemente son drogados para que no despierten permanezcan inmóviles y den la apariencia de que están enfermos, pero solo se trata de simulación para conmover a la gente y obtener más dinero.

 

 

Dejar una respuesta