CDMX/ 22 /SEPTIEMBRE/2020
Normalistas de Ayotzinapa y maestros vandalizaron el Palacio de Gobierno de Guerrero, provocaron incendios en sus edificios, dañaron el Congreso local y causaron destrozos en la sede del ayuntamiento de la capital del estado.
Luego de cerca de seis horas de tener retenidos a trabajadores de la sede donde despacha el gobernador Ángel Aguirre, los inconformes los dejaron salir, para vandalizar las instalaciones.
Un grupo de inconformes tomó un cuadro con la imagen del gobernador Aguirre y le prendió fuego junto a otros objetos.
También incendiaron un vehículo de una empresa panificadora, que atravesaron en el bulevar René Juárez Cisneros, para evitar la llegada de policías.
Los inconformes con la desaparición de 43 normalistas habían tomado desde la mañana el Palacio de Gobierno y las instalaciones del Congreso local, donde lanzaron piedras y rompieron vidrios del inmueble.
Unos 500 maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación del Estado de Guerrero (CETEG) participaron en las protestas de normalistas, quienes junto a los alumnos incendiaron pancartas fuera del Congreso y se enfrentaron con policías con saldo de siete lesionados, según AFP.
Más adelante, irrumpieron de forma violenta en la sede del ayuntamiento de Chilpancingo, donde lanzaron un objeto explosivo, causaron destrozos en vidrios y quemaron papelería.
Estudiantes de la UNAM y la UAM convocaron a un paro de 48 horas a partir de este martes, en reclamo por la desaparición de 43 normalistas.
Normalistas de Ayotzinapa, acompañados de maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación del Estado de Guerrero (CETEG), quemaron parte de las instalaciones del Palacio de Gobierno; dañaron la sede del ayuntamiento y causaron destrozos en el Congreso estatal.
En la sede del Poder Legislativo los maestros intentaron tomar la entrada; sin embargo, un grupo de policías antimotines lo impidió, lo que provocó que los manifestantes arrojaran piedras contra la fachada de edificio y los policías los repelieran con polvo de extintores. El saldo fue de cinco maestros y dos policías con lesiones leves, según AFP.
Sin embargo, los manifestantes lograron incendiar una caseta de vigilancia que se encuentra en la entrada del Congreso local, los estudiantes y maestros demandan que aparezcan sus 43 compañeros desaparecidos.
Un día de disturbios
Al mediodía, a bordo de autobuses, arribaron los alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa y miembros de la CETEG, quienes tomaron y cerraron los accesos de entrada a Palacio de Gobierno, y posteriormente se dirigieron al Congreso de Guerrero.
Los manifestantes pusieron candados en las puertas del Palacio de Gobierno para bloquear los accesos, en el interior había empleados y personas que se encontraban realizando algún trámite, quienes se quedaron encerrados.
A un costado de las oficinas de gobierno se ubica un supermercado, por lo que los normalistas tomaron los carritos y los lanzaron en la calle, con el objetivo de impedir el paso. Ya con todas las puertas cerradas, los normalistas arrojaron piedras contra las ventanas.
Hubo desconcierto entre los trabajadores en el interior del inmueble; sin embargo, la alarma llegó cuando empezaron a estallar cohetones. Ante el temor, algunos burócratas empezaron a salir por la parte trasera utilizando una escalera, otros, observaron a través de ventanales y balcones.
No había salida. “No saldrá nadie hasta que regresen con vida los 43 estudiantes desaparecidos”, advirtieron los normalistas y los encapuchados.
Entre las demandas de los manifestantes estuvo la exigencia para que el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, pida licencia, y que sean presentados con vida los desaparecidos, que se esclarezcan los hechos violentos del 26 de septiembre en Iguala, y que encarcele al alcalde de Iguala, en proceso de desafuero y prófugo, José Luis Abarca Velázquez.
Salen los primeros
Alrededor de las 13:50 horas, después de varios minutos de negociación, los manifestantes permitieron abandonar el recinto a niños, mujeres y personas de la tercera edad. Los demás, advirtieron, no podrían dejar el lugar.
Algunos de los normalistas tomaron carritos para evitar que policías antimotines pudieran acceder al lugar. Mientras, en el boulevar René Juárez Cisneros, un grupo de encapuchados se apoderó de un camión repartidor, de una empresa de pan, y lo incendió para evitar el arribo de los uniformados.
Ante las acciones violentas, el personal que permanecía dentro del recinto legislativo salió y alrededor de las 17:00 horas se abrió paso entre golpes y empujones para abandonar el lugar.
Después, normalistas y encapuchados lanzaron bombas molotov e incendiaron las oficinas del edificio Tierra Caliente, del Palacio de Gobierno. Los bomberos llegaron al lugar minutos después, pero hasta las 19:00 horas lograron sofocar el fuego.
Después, se trasladaron al ayuntamiento de Chilpancingo, donde mantuvieron las protestas, desde las 19:00 horas, causando daños al interior del lugar y prendieron fuego a las oficinas.
Llaman a la conciliación
Por la noche, y ante la ausencia del gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, desde la sede del Palacio de Gobierno, que minutos antes fue atacada e incendiadas algunas de sus oficinas, el secretario de Gobierno, Jesús Martínez Garnelo, llamó al diálogo a los normalistas e integrantes de la CETEG.
Es obvio que reprobamos las agresiones a las sedes del gobierno de Guerrero, dijo en conferencia. Y anunció el reforzamiento de la seguridad en Chilpancingo.
Pidió a los manifestantes que causaron destrozos en el Palacio de Gobierno, la sede del Congreso, y el ayuntamiento de Chilpancingo, confianza en que hallarán con vida a los 43 normalistas de Ayotzinapa desparecidos el pasado 26 de septiembre.
El secretario de Seguridad Pública, Leonardo Vázquez, dijo que pese a la violencia, la autoridad “sólo contuvo la agresión”.
El secretario de Finanzas de Guerrero, Jorge Salgado, señaló que se levantaron las actas por los daños provocados.
Conflictos
La jornada de protesta en Chilpancingo escaló. Los manifestantes quemaron algunas oficinas de la sede del Palacio de Gobierno.
El pasado lunes un estudiante alemán fue baleado por la policía aparentemente por confusión. El joven viajaba en una camioneta con otros amigos (dos alemanes, dos franceses y seis mexicanos), quienes regresaban del puerto de Acapulco y pasaron por Chilpancingo poco después de un enfrentamiento entre la policía y un grupo de secuestradores donde murió un oficial.
Los 20 policías involucrados en el incidente fueron detenidos y sus armas son analizadas, informó la fiscalía en un comunicado.
Hace dos semanas desaparecieron 43 estudiantes en Iguala.
Las desapariciones se produjeron luego de varios ataques de la policía que dejaron seis muertos y 17 heridos.
Un total de 26 policías están presos por esos ataques, mientras las autoridades tratan de comprobar si alguno de los estudiantes se encuentra entre los cadáveres descubiertos en 10 fosas clandestinas.
Los policías que atacaron a los estudiantes trabajaban para el cártel de la droga Guerreros Unidos, de acuerdo con declaraciones de los detenidos y se busca al alcalde de Iguala, en proceso de desafuero, José Luis Abarca.