La 4-T con pandemia o sin ella transforma a los medios de...

La 4-T con pandemia o sin ella transforma a los medios de comunicación

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Pedro Morales

Muy a propósito del divorcio entre el presidente de los mexicanos, Andrés Manuel López Obrador y algunos consorcios de la prensa nacional, destaca el recuento de notas y columnas a favor, neutrales y en contra que recientemente hizo el Mandatario.

Premios y castigos, además del linchamiento, -como en la escuelita- se castiga y se premia a quien opina de diferentes maneras en torno a los errores y aciertos presidenciales.

A unos se les castiga con cerrar la llave de la publicidad pagada o “trabajos especiales” y a otros como ejemplo a su disciplina se premia su sometimiento con  la entrega por ejemplo de un doctorado honoris causa a cinco periodistas de medios alternativos que tienen presencia en la conferencia «mañanera» del presidente  López Obrador.

El Doctoratus Propter Honorem (locución latina que significa “por la honra, el prestigio o la satisfacción personal que la tarea brinda”), fue recibido y lo entregan el Claustro Doctoral Mexicano y el Claustro Académico universitario, conjuntamente con el Centro Educativo Universitario de Morelos y el Centro Universitario Inglés.

Entre los galardonados están Carlos Pozos, conocido como «Lord Molécula», y Paúl Velázquez, quien porta un parche en el ojo derecho. Han Salazar, Sandra Aguilera y Carlos Domínguez también recibieron el reconocimiento por el mérito al periodismo alternativo en México.

Incluso algunos le cambiaron el nombre a «honoris farsa» o «chayotis causa».

López Obrador sostuvo que el 66% de las columnas en diarios de circulación nacional hablan en contra de su proyecto de la 4T, y solo el 10% lo hace de manera positiva.

Dijo que se analizaron 148 textos de los cuales 95 hablaban sobre su proyecto de gobierno. De estos textos que hacen referencia a la 4T dijo que sólo el 10.6% (11 textos) fueron positivos, el 23% (21 textos) tenían posturas neutras y el 66.3% (63 textos) fueron negativas.

El análisis fue hecho a partir de los textos publicados el 24 de septiembre del 2020 en los diarios El Financiero, El Universal, El Economista, La Jornada, Excélsior, El Heraldo, Milenio y Reforma.

En su análisis destacó que de los 148 artículos de opinión revisados sólo 16 fueron escritos por articulistas mujeres, lo que equivale a apenas el 10.8% del total.

 

“Esto nada más es para mostrar otra contradicción de cómo se envuelven en la bandera del feminismo y en sus diarios no tienen participación las mujeres”, comentó el Mandatario.

CRECIERON LOS ENANOS

Sin embargo, desde la década de los 70,  surgió un periodismo a nivel nacional que se fue mezclando con la izquierda ideológica y esa corriente fue adoptada por algunos medios.

A estas alturas de la 4-T, se debería reconocer que en este país algunos de  los grandes medios  tienen gran culpa de que les “crecieran los enanos”, en lo personal desde la primera vez que AMLO piso suelo de Tlaxcala.

Con la marcha de sus petroleros, fue cobertura obligada a las giras  que el otrora “Peje” realizaba a la entidad; lo mismo que  del Sub-Marcos y su instrucción fue en varios seminarios y diplomados que había que darle voz a los partidos de izquierda como PRD y sus organizaciones la consigna era «darle voz a quien no la tiene».

De tal manera que la prensa nacional ya tiene al Presidente que estuvo impulsando y ahora se queja de lo que ellos mismos crearon y propiciaron, no hay que olvidar que ya apoyaron a un gobierno y gabinete alterno de AMLO cuando sufrió escandalosa derrota, hasta que la tercera fue la vencida.

Cuántas veces vimos a un AMLO abatido hasta por el desprecio ciudadano y así como colmó las plazas en Tlaxcala, se debe de reconocer que también los corresponsales fuimos testigos cuando la gente le dio la espalda.

Sin duda algunos políticos son de memoria muy corta y es más que evidente que el poder transforma a los seres humanos, los vuelve soberbios y los coloca muy lejos de sus postulados que evidencian un revanchismo que parece ir más allá contra todo lo que se mueva en contra de los nuevos designios.

Ahora, López Obrador “estigmatiza individuos y sus publicaciones. Hay muchos casos. Nexos es un caso icónico, emblemático, pero lo ha hecho con Reforma, recientemente atacó al Financial Times por un editorial”, señaló Jorge Castañeda

Nadie puede ocultar que  México enfrenta una grave crisis de libertad de expresión que preocupa no sólo por los efectos que puede tener para la democracia, sino porque forma parte de una tendencia al autoritarismo, la polarización y a debilitar las instituciones del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

“Los medios son, al mismo tiempo, actores claves para seguir hablando de todo lo que está ocurriendo en el País y de las elecciones de 2021, que pueden cambiar el rumbo”, destaca Castañeda.

En tanto que Marieclaire Acosta, exdirectora de Freedom House México; Héctor Aguilar Camín, director de la revista Nexos, y Jorge Castañeda, excanciller, escritor y articulista, coincidieron en estos temas durante su participación en el webcast Libertad de Expresión y la Prensa bajo la administración de AMLO, organizado por el Wilson Center y moderado por Azam Ahmed, corresponsal del diario The New York Times para México y Centroamérica.

Duncan Wood, director del Instituto México en el Wilson Center, aclaró que se buscó al Gobierno mexicano para que participara, sin tener éxito. La situación de la prensa no sólo no ha mejorado sino que ha empeorado en la actual administración, señaló Acosta.

Cuestionados sobre la diferencia entre el gobierno de López Obrador y sus predecesores, coincidieron en que si bien las presiones a los medios no son algo nuevo, pese a recibir muchos más ataques de parte de la prensa, las administraciones de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón no respondieron como lo está haciendo la actual.

“No hay censura en el gobierno de la Cuarta Transformación” y, más allá de eso, son los medios los que intentan censurar al presidente cuando le piden que pare las descalificaciones

No hay censura en el gobierno de la 4T, son los periodistas los que intentan acallar al Mandatario federal cuando le piden que pare las descalificaciones, dice a través de una publicación en El Universal.

John Ackerman, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, considera que los medios de comunicación son tan poderosos que están al nivel del mismo Presidente de la República.

Y ataja: “algunos medios podrían incluso tener más poder que el gobierno si están vinculados con grandes redes o consorcios privados nacionales e internacionales”.

En entrevista, asegura que no hay censura en el gobierno de la Cuarta Transformación y que, más allá de eso, son los medios los que intentan censurar al presidente cuando le piden que pare las descalificaciones.

Considera que no debe haber límites a la libertad de expresión, pero tampoco mentiras por parte de los medios de comunicación, y que el presidente tiene un diálogo horizontal con estos durante las mañaneras, “que no les gusten a algunos los adjetivos que use, también tienen su derecho”, consideró.

Dijo que están equivocados los intelectuales que le piden al presidente detener las descalificaciones, y pide que en lugar de apostarle a la violencia y censurar al presidente, se pongan a trabajar.

-¿En qué condiciones se encuentra la libertad de expresión?

Tenemos una plenitud de libertad de expresión en los medios nacionales. se acabó con la vieja práctica de las llamadas constantes, desde la presidencia de la república, chantajeando, amenazando, regañando a los dueños y directores de los principales medios de comunicación nacionales.

Antes era la práctica típica de estar utilizando las concesiones e incluso el papel para presionar y determinar los mensajes y la línea editorial en la mayoría de los medios.

Hoy hay una libertad plena, nunca antes en la historia reciente había habido tanta crítica e incluso descalificación hacia la figura del presidente. antes se permitía cierto nivel de cuestionamiento pero siempre el presidente estaba protegido al menos en la mayoría de los medios de comunicación. Ahora se ha volteado totalmente.

Nunca habíamos tenido tanta libertad para criticar, descalificar, e incluso inventar noticias falsas sin ninguna acción de censura, manipulación ni presión desde Palacio Nacional.

La otra cara es lo que sufren los periodistas fuera de la capital.

-¿A qué se refiere?

Sigue habiendo una violencia brutal en su contra en complicidad con algunas autoridades estatales y federales en esta censura, control y violencia.

El país sigue siendo violento y esto afecta el ejercicio libre del periodismo.

Hay un sufrimiento real y constante de los periodistas fuera de la CDMX, resultado de la violencia.

Pero esto ya no es a partir de la censura desde arriba, sino más bien hay complicidades en los diferentes niveles de autoridades con el crimen organizado y esto genera violencia contra los periodistas y censura.

Pero tenemos que dividir de manera radical esas dos esferas: la relación entre Palacio Nacional y los dueños de los medios, que ha cambiado 180 grados, que antes se caracterizaba por la censura constante.

Yo mismo fui víctima de esa censura. Ahora hay una relación de absoluto respeto institucional.

-¿Cómo experimentó usted la censura?

Después de las elecciones de 2012 perdí un pequeño pero valioso espacio como comentarista semanal en MVS Radio, antes de la salida de Carmen Aristegui.

La empresa me pidió bajarle a los comentarios críticos de lo que yo consideraba en ese momento el fraude electoral de 2012, y la compra de la elección.

Me pidieron no comentar ese tema hasta que el Tribunal Electoral calificara la elección y que después podría regresar a hablar «lo que tú quieras pero ahorita bájale», intentaron darme un descansito pagado pero yo rechacé esa invitación al silencio y renuncié.

Gané la enemistad de Eduardo Sánchez y desde ese momento y todo el sexenio anterior fui vetado en los medios comerciales y públicos.

A partir de ese momento, cualquiera me hablara incluso para entrevistarme, recibía regaños de Eduardo Sánchez. No sólo perdí mi colaboración semanal, sino incluso entrevistas para radio, televisión y periódicos.

Desde 2010 hasta 2018 estuve excluido de los medios.

Hasta la fecha estoy vetado de Televisa y no es que tenga ganas de salir ahí, pero antes me llamaban. Hasta la fecha, algunas empresas mantienen el veto.

La censura no solamente se ejerce del gobierno sino de muchos sitios de poder. Hay poder en el Palacio Nacional, en los mercados financieros internacionales, en los oligarcas y las empresas mediáticas. Cuando el poder veta a alguien, eso es censura.(…)

Por su parte, Roberto Rock Lechón, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), advirtió en Costa Rica que los ataques del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y de sus colaboradores a medios de comunicación y a reporteros de ese país “envenenan una atmósfera” en la que surge el riesgo de incitación de violencia contra los periodistas.

El presidente López Obrador y su equipo asumen posturas que “resultan agraviantes para los medios de comunicación” y son un “esquema de presión y de hostigamiento” sobre la comunidad periodística de esa nación, dijo Rock Lechón en entrevistaL

Los posicionamientos del Mandatario federal y de su grupo de trabajo con el acoso a medios, reporteros, columnistas y analistas “envenenan una atmósfera en la cual no es difícil subrayar el riesgo de que atraiga violencia contra periodistas y que este tipo de clima represente una incitación a la agresividad contra los reporteros”, recalcó.

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