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Los tlaxcaltecas  actores en la lucha, obtención y conservación del poder

En Tlaxcala es muy grande la mazorca del poder, basta desgranar un poco para descubrir que si se levanta una piedra en cada uno de los 60 municipios, sin duda ahí está un líder, listo y presto para defender a su gremio

Pedro Morales

En México tal y como acontece paralelamente en el estado de Tlaxcala, en el siglo XXI todas las élites se formaron al amparo del Estado nacional revolucionario, y es muy claro que primero fueron importantes los generales.

Luego los civiles, pero dentro de éstos, los llamados “cachorros de la revolución” en dos grandes líneas de 1946 a 1980 los abogados o políticos, y de 1980 en adelante los economistas o tecnócratas.

Hay un ínter entre 2000 y 2012, en que las élites se desestructuraron y hoy se encuentran en crisis, sin embargo los tlaxcaltecas son testigos presenciales, víctimas y actores de la obtención, detentación y lucha por el poder que lleva al dinero.

Tal y como lo refiere el maestro e investigador del Colegio de Tlaxcala, Raúl Jiménez Guillén, hoy las élites políticas parecen tener una sola matriz: lo privado, instituciones de educación  privadas, estudios en el extranjero y concentrado en la economía y las finanzas.

Son otros tiempos en los que se perfila que la luchan para 2021 estará entre mujeres, situación que aderezada con el amargo condimento de la pandemia mundial y eso que aún no hay candidatas formales.

Sin embargo nada o muy poco ha cambiado en la lucha por el poder por ejemplo en los grupos de representación agrarios, donde en la centrales campesinas como la CNC, CCI y hasta las nuevas como la Central Campesina Cardenista, los lideres llegaron para quedarse.

Pero la verdad es que la nueva lucha agraria en Tlaxcala es por los presupuestos millonarios, por los apoyos, por la maquinaria y principalmente para repartirse los beneficios de los programas federales y estatales.

Ni se diga en el sector obrero donde CROM, CTM y CROC ya se pusieron de acuerdo, pero los dirigentes son los mismos o si acaso se dan turnos de rotación ente ellos, lo mismo que en los poderosos sindicatos de burócratas o magisteriales.

A la calca, en Tlaxcala las secciones magisteriales 31 y 55 del SNTE, que aglutinan a más de veinte mil maestros siguen en manos de líderes que no sueltan el poder y se rolan para manejar las cuotas.

Por todos lados en Tlaxcala hay líderes, como los transportistas, los estudiantiles o de periodistas, también  es el caso de los empresariales, en las cámaras textiles, y en contra parte están los líderes de los comerciantes establecidos, fijos, semifijos y en gran medida entre los vendedores ambulantes.

Hay otro gran grupo que se había invisibilizado en el sexenio anterior, pero que ya comenzaron a resucitar y que son las llamadas organizaciones no gubernamentales y allá en lo oscurito, hay otra clase de poder que nadie toca y que son las fundaciones.

Estas fundaciones “altruistas” son la octava maravilla, sirven de pantalla para todo con el pretexto de la ayuda social y van desde presunto lavado de dinero, desvío de recursos y hasta para aviesas intenciones de ganar votos entre los beneficiados y sus familias.

En Tlaxcala es muy grande la mazorca del poder, basta desgranar un poco para descubrir que si se levanta una piedra en cada uno de los 60 municipios, sin duda ahí está un líder, listo y presto para defender a su gremio

LUCHA POR EL PODER POLITICO EN TLAXCALA

Tlaxcala conforma en los albores de un nuevo milenio un tapete multicolor, donde históricamente han prevalecido los colores del Revolucionario Institucional y son ellos los priistas los que cambian de camiseta política según pinten las oportunidades de hacerse de poder, al grado de que la entidad es considerada también “Cuna de los Chapulines de la Política”.

Con la muerte del ex gobernador, Emilio Sánchez Piedras en junio de 1981, diecisiete años después, el grupo del poder se desintegra, no así las aspiraciones de cada uno de éstos por alcanzar la gubernatura de Tlaxcala.

Situación que puso en tensión el ambiente electoral de 1998, para la elección del candidato a Gobernador de Tlaxcala de parte del PRI, para ese entonces la contienda política se concentra en los tres pupilos de Sánchez Piedras:

Joaquín Cisneros Fernández, hijo de Joaquín Cisneros Molina; Mariano González Zarur y Alfonso Sánchez Anaya, sobrino de Sánchez Piedras fueron decisiones tomadas por el dedo presidencialista de Ernesto Zedillo Ponce de León, favorecía a Joaquín Cisneros y excluyó a los otros dos contendientes.

Sin embargo, Sánchez Anaya expriista, se convierte en candidato del PRD y desde esa plataforma política gana la gubernatura de Tlaxcala.

Hace cuatro sexenios, al dejar el poder el ex priista y ahora neo morenista de nuevo cuño, José Antonio Álvarez Lima, obligó a puerta cerrada a los integrantes del Congreso local, para que aprobaran las alianzas y coaliciones entre partidos.

El 15 de enero de 1993, José Antonio Álvarez convoca a los actores políticos y ciudadanos, a participar en la reforma electoral.

Esta convocatoria fue bien recibida por los partidos políticos, quienes realizaron foros de consulta en diversas partes del Estado, instalándose mesas de trabajo en municipios como Apizaco, Huamantla, Zacatelco, Calpulalpan y San Pablo del Monte.

Mediante Decreto número 59 de fecha 12 de julio de 1994, el Congreso del Estado de Tlaxcala reforma el artículo 10 de la Constitución Política del Estado en el cual se crea el Instituto Electoral de Tlaxcala.

Órgano que tendría a su cargo la dirección, organización y vigilancia de las elecciones en el Estado, debido a ésta reforma los Diputados del Congreso de Estado aprobaron en su Decreto número 60.

Fue publicado en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado de fecha 25 de julio de 1994, el Código Electoral del Estado de Tlaxcala, lo cual fue un gran avance en nuestro Estado, se destaca en la reseña histórica del Instituto Estatal Electoral. “La moneda está en el aire”, decía Álvarez Lima.

Cabe destacar que de alguna manera los políticos tlaxcaltecas han sentido la pesada mano de la ex gobernadora Beatriz Paredes Rangel, quien fue la alumna más destacada de Sánchez Piedras y la encargada de aplicar las reglas para no perder el poder.

En las alternancias ella fue la que siempre gana, aunque su partid el PRI pierda, son los mismos, siempre los mismos.

Esto abrió la puerta para que el expriista Alfonso Sánchez Anaya conjuntara a las izquierdas donde nacía el PRD, que arrebató su primer triunfo al ganar la elección municipal en Contla de Juan Cuamatzi.

En 2000, Alfonso Sánchez Anaya impuso a su esposa, María del Carmen Ramírez, al Senado de la República, quien fue derrotada por la fórmula que integró Joaquín Cisneros Fernández y Mariano González Zarur.

Logró el escaño por la vía de la primera minoría. Para 2004, la Senadora Ramírez se hizo de la candidatura de la alianza PRD-Convergencia para suceder a su esposo en el Gobierno.

Volvió a competir contra Mariano González Zarur del PRI-PVEM, pero ésta vez ese partido sufrió una nueva ruptura encabezada por el entonces presidente municipal de Tlaxcala, Héctor Ortiz Ortiz.

HIOO se convirtió en el candidato del PAN-PT-PCDT-PJS. En una elección muy cerrada, Ortiz obtuvo 34.85% de los votos, contra 33.93% de González Zarur, apenas 0.92% de ventaja.

El 4 de julio de 2010, Mariano se convierte en Gobernador, derrota a la panista Adriana Dávila quien había sido impuesta desde los Pinos, por Felipe Calderón Hinojosa, ante ésta imposición el “orticismo” se desmorona.

El candidato natural de la maquinaria “orticista” era Julián Velásquez Llorente, finalmente y después de varios jaloneos y cabildeos, surge el nombre de Perla López Loyo, maestra universitaria ligada a Héctor Ortiz Ortiz y finalmente viene la decisión del CEN del PAN: era Adriana Dávila, la candidata.

Perla López Loyo se revela y se une al ‘marianismo’, “es un bazucaso al cerebro del “orticismo”, se oía decir en el equipo ‘marianista’. Mariano González Zarur contó con el apoyo de Alfonso Sánchez Anaya, Tulio Hernández Gómez, Beatriz Paredes Rangel, mientras que José Antonio Álvarez Lima, se mantuvo distante; y Samuel Quiroz de la Vega refugiado en la UAT. Mariano González Zarur había triunfado en las urnas.

En Tlaxcala llego el fin de que “gobernador no pone gobernador”,  el ex presidente estatal del partido en el poder con licencia indefinida  y diputado al congreso local, Marco Antonio Mena Rodríguez, se alzó con el triunfo.

PODER Y CONTROL DE CORPORATIVOS

Tlaxcala ha sido bastión nacional del sindicalismo, conserva sus filas casi intactas desde el siglo pasado, aunque se ha debilitado en su representación y decisión corporativa; si bien los representados obedecen a sus líderes, van en sentido contrario en cuestiones electorales.

Es el caso de la organización obrera más antigua, la Confederación Obrera Regional (CROM), cuyo líder estatal Enrique García Peregrina se ha mantenido por alrededor de cuatro décadas en esa representación.

La agonía del sector textil lo ha dejado sin miles de representados, al gardo de que ha dejado, al igual que los ferrocarrileros de ser un factor decisivo en cada elección electoral en Tlaxcala.

A la muerte del líder más longevo del país, Lino Santacruz Morales, lo relevó en la Confederación de Trabajadores de México (CTM), pascual Grande Sánchez quien se ha beneficiado del crecimiento de las maquiladoras automotrices.

Luego tras la desaparición física del líder nacional de la Confederación Revolucionaria de Obreros y campesinos, Alberto Juárez Blancas, fue electo en Tlaxcala Justino Hernández Xolocotzi, quien al igual que sus pares frisa las tres décadas en representación de los obreros.

Mientras que en la Sección 31 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Demetrio Rivas Corona padece el acoso de los maestros disidentes y de quienes se oponen a la evaluación educativa que en Tlaxcala va por la última etapa.

El despido de trabajadores al servicio de los tres poderes del Estado hizo despertar de su letargo a Edgar Tlapale Ramírez, quien para demostrar su fuerza organizó una mega marcha para exigir a los diputados locales que paren los despidos de burócratas en Tlaxcala.

Pero también cada día se disputan el poder los líderes del transporte, quienes encabezados por Indalecio Saucedo Lara buscan permanecer al frente del auto transporte urbano y suburbano, pero sin soltar el control de más de cinco mil transportistas.

Destaca Tlaxcala en la generación del comercio informal, razón por la que los líderes de vendedores ambulantes han formado sus organizaciones para lanzar a las calles a sus representados.

Esto ocurre en Tlaxcala, Apizaco, Huamantla, Zacatelco o Calpulalpan y en la mayor parte de las ciudades de Tlaxcala, donde en las cales se puede ver a hombres y mujeres en la xenta de tamales, tacos, comida o mercancía.

Todos ellos cada día le pagan a su líder por defenderlos, son sumas millonarias las que les entregan y hasta se reparten por metro cuadrado la calle con total impunidad y sobre todo, sin pagar impuestos.

EL OBJETIVO PARA EL 2021 ES MORENA

La Experiencia que les dejó el PRI por más de cuatro décadas a políticas y políticos de Tlaxcala, a quienes también como dijo Tulio Hernández Gómez “tanta democracia nos rompió la madre”, ya no se sienten a gusto en ningún partido.

Las visitas de, presidente de México,  Andrés Manuel López Obrador fue el escaparate perfecto para que exdestacados priistas se declararon seguidores, admiradores e impulsores del líder moral de Morena.

Hasta hace dos décadas, nadie dudaría del arrastre de algunos personajes de la política local que sin duda con aplicar los votos de seguidores y simpatizantes inclinarían la balanza en las elecciones locales o federaos.

Pero esa pasaba hace 20 años, sin embargo viven de sus viejas glorias y estos personajes tienen nombre y apellido como e el caso de Alfonso Sánchez Amaya que logró la gubernatura tras salir del PRI y sumarse al PRD.

Ahora en la elección que viene otra vez van a ser protagonistas las alianzas, ya enh pocos días se habrán de conformar y destaca la del PRI-PAN-RD y sus agregdos y por el otro lado oos que se sumen a Morena y estará listo el choque de trene4s.

Por más que le hagan al cuento y al ensarapado, no hay mas que dos mujeres en la contienda Lorena Cuéllar Cisneros y Anabell Ávalos Zempoalteca, pero mientras viene un relax de fin de año.

Sea hasta enero cuando ya se proceda a reiniciar la actividad política para enfilarse a las campañas políticas que con su complejidad del Covid-19, van a maecar sin duda una nueva historia en el libro electoral de Tlaxcala.