Descubren en Palenque una cabeza estucada del joven dios del maíz, vinculada...

Descubren en Palenque una cabeza estucada del joven dios del maíz, vinculada a un depósito ritual.

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Descubren en Palenque una cabeza estucada del joven dios del maíz, vinculada a un depósito ritual.

 

3 de junio de 2022/NACIONAL

 

Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dependencia de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, descubrieron una representación del joven dios del maíz en la Zona Arqueológica de Palenque, en Chiapas. Se trata del primer hallazgo en el sitio, de una cabeza estucada de esta importante deidad del panteón maya.

 

El descubrimiento se registró durante la temporada 2021 del proyecto “Conservación Arquitectónica y de los Acabados Decorativos de El Palacio”, la cual contó con recursos del Fondo de Embajadores del Departamento de Estado para la Preservación Cultural, auspiciado por el Gobierno de los Estados Unidos.

 

En julio de ese año, el equipo interdisciplinario que integra la iniciativa, codirigida por el arqueólogo Arnoldo González Cruz y la restauradora Haydeé Orea Magaña, observó una cuidadosa alineación de piedras mientras retiraban el relleno de un pasillo que conecta las habitaciones de la Casa B de El Palacio con los de la adyacente Casa F.

 

Dentro de un receptáculo semicuadrado –formado por tres paredes– y bajo una capa de tierra suelta emergieron la nariz y la boca semiabierta de la divinidad. Conforme avanzó la exploración, se constató que la escultura es el eje de una rica ofrenda que se dispuso sobre un estanque de piso y paredes estucadas –de casi 1 m de ancho por 3 m de largo, aproximadamente–, para emular el ingreso de este dios al inframundo, en un entorno acuático.

 

“El descubrimiento del depósito nos permite empezar a conocer cómo los antiguos mayas de Palenque revivían de manera constante el pasaje mítico sobre el nacimiento, la muerte y la resurrección de la deidad del maíz”, sostiene el investigador del Centro INAH Chiapas, Arnoldo González Cruz.

 

El arqueólogo y sus colegas Carlos Varela Scherrer y Wenceslao Urbina Cruz, quienes asistieron como jefes de campo, detallan que la cabeza estucada –con una longitud y un ancho máximos de 45 cm y 16 cm, de manera respectiva, y 22 cm de altura– guardaba una orientación este-oeste, lo que simbolizaría el nacimiento de la planta del maíz con los primeros rayos del sol.

 

“La escultura, la cual debió ser modelada alrededor de un soporte de piedra caliza, tiene características gráciles: el mentón es afilado, pronunciado y partido; los labios son finos y se proyectan hacia afuera –el inferior ligeramente hacia abajo– y muestran los incisivos superiores. Los pómulos son finos y redondeados; y los ojos, alargados y delgados. De la frente amplia, larga, aplanada y de forma rectangular, nace una nariz ancha y pronunciada”, detallan.

 

Otro vestigio, por demás significativo, son los fragmentos de un plato trípode sobre el que se dispuso la escultura, ya que esta “se concibió originalmente como una cabeza cercenada”.

 

Tal idea surge al contrastar la iconografía del joven dios del maíz en otras piezas y documentos, como una serie de platos del periodo Clásico Tardío (600-850 d.C.), una vasija de la región de Tikal, del Clásico Temprano (150-600 d.C.), y representaciones en los códices Dresde y Madrid, en los que esta deidad o personajes vinculados a ella, aparecen con la cabeza cortada.

 

Información de INAH

 

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