Aquí Xicohténcatl

Mujeres de Tlaxcala alzan el puño y la voz este #8M  

Mujeres de Tlaxcala alzan la voz y el puño este #8M

 

9 de marzo de 2023/Texto y fotos: Misael Nava

 

Minutos antes de las 4 de la tarde y tras haberse reunido en el asta bandera en «La Virgen» y en la zona de la antigua asta en la Guillermo Valle, cientos de mujeres, jóvenes principalmente marcharon al unísono en este emblemático #8M, de manera simultánea como en todo el país y varios países alrededor del mundo.

 

Palacio de Gobierno yacía flanqueado desde la madrugada de este miércoles con frías, inamovibles y nuevas estructuras de más de dos metros de altura que a manera de muro dispuso la SSC para proteger el inmueble; lo mismo el acceso del exconvento de San Francisco en la capital, no había paso.

 

Con pañuelos morados y verdes, en las muñecas, en el cuello, en la cintura, pancartas y consignas de «Justicia», «No más muertas ni desaparecidas», «Si tocan a una, tocan a todas», «Somos la voz de las que ya no están», entre otras consignas que se han vuelto icónicas de la marcha, llegaron a la Plaza de la Constitución.

 

Ahí no había policías, no había antimotines, al menos no a la vista, solo las barreras metálicas que protegían el Palacio.

 

La llegada fue fácil, hacerse escuchar fue el punto, y comenzó la protesta; «Canción sin miedo» de Vivir Quintana inundaba el ambiente y empoderaba aún más las protestas de las colectivas que arribaron al zócalo.

 

Niñas, jovencitas, y mujeres adultas alzaron el puño y la voz para exigir eso que las autoridades les han negado y lo que la sociedad prefiere omitir: justicia y alto a los feminicidios, igualdad de Derechos, alto al acoso, no más violencia machista,… la lista es larga.

 

Y comenzó el caos, volaron piedras, palos, y cualquier objeto que pudiera ser arrojado contra Palacio de Gobierno que parecía infranqueable detrás de sus muros.

 

Desde las alturas, drones volaban para tomar registro de lo que ocurría, centinelas uniformados observaban inmóviles en lo alto de la sede del Ejecutivo Estatal, mientras algunos vidrios se rompían con el fortuito impacto de algún objeto que ocasionalmente llegaba a golpearlos.

 

Decenas de mujeres se separaron de los grupos principales y comenzaron a golpear con palos, piedras, martillos y otros objetos aquellos muros que impedían su paso al inmueble.

 

Más de una intentó escalar las barricadas, apoyadas y animadas por sus pares, sin embargo no pudieron, al tiempo de ser rociadas con polvo extintor desde la parte posterior del muro, donde los uniformados aguardaban.

 

Dos, tres veces fueron atomizadas con polvo extintor, los miembros de la prensa también sintieron los efectos… y escalaron las movilizaciones, en una esquina las manifestantes buscaron abrir el muro y vulnerar la protección.

 

Postes de luminarias fueron arrancados y usados a manera de arietes para romper la barrera sin tener éxito.

 

Cerca de las 5 de la tarde, estalló la primera granada de gas lacrimógeno, la segunda, la tercera, esto disperso un poco a las manifestantes e incluso a reporteros en la zona, al tiempo que personal de la CEDH les aplicaba una solución líquida para aminorar los efectos del gas en el rostro.

 

De pronto apareció una «tanqueta», un vehículo blindado antimotines de la SSC replegándolas con chorros de agua, dispersando la protesta y los grupos radicales de la marcha.

 

Se trasladaron al kiosko y comenzaron a incendiar cartulinas y diversos objetos, colocaron un tendedero de denuncias, pegaron más cartulinas con mensajes, consignas y denuncias de sus acosadores.

 

Así cayó la noche y luego del bullicio, el ruido, los gritos, y detonaciones, acabó la marcha de este año; las integrantes de las colectivas regresaron a sus casas, en grupos fueron dispersándose dejando detrás de sí, en forma de pintas, mantas, ofrendas, fogatas y fotos de aquellas que ya no están, huella imborrable y constancia de que las nuevas generaciones… ¡no se van a callar!.