En Reino Unido un informe reveló que transfusiones de sangre contaminada infectaron a 30 mil personas con VIH y hepatitis C
20 de mayo de 2024
Un informe reveló que el sistema de salud pública del Reino Unido y el gobierno encubrieron durante décadas un escándalo de transfusiones de sangre contaminada, exponiendo a las víctimas a riesgos graves. Más de 30,000 personas podrían haber sido infectadas con VIH y hepatitis C por sangre contaminada, y se estima que unas 2,900 han muerto debido a este desastre sanitario, uno de los peores en la historia del país.
La investigación, dirigida por el exjuez Brian Langstaff durante cinco años, concluyó que la mayoría de las infecciones y muertes eran evitables y no accidentales. Se criticó la lentitud de las autoridades sanitarias para responder y se identificaron fallos en el régimen de licencias para importaciones de sangre, consideradas menos seguras que las nacionales.
El sistema de donaciones del Reino Unido fue calificado de inepto y fragmentado, lo que llevó a la falta de suministro suficiente de Factor VIII de donantes británicos. Además, se descubrió que niños fueron tratados innecesariamente con productos inseguros y algunos fueron usados como sujetos de investigación, ignorando los riesgos de contraer hepatitis y VIH.
En particular, en el internado Lord Mayor Treloar College durante los años 70 y 80, de los 122 alumnos con hemofilia tratados, solo 30 sobreviven. El escándalo se originó cuando el Reino Unido, necesitado de grandes cantidades de sangre para un nuevo tratamiento contra la hemofilia, importó sangre de EE. UU., donde los donantes, a menudo de grupos de riesgo, eran remunerados por su sangre. La sangre contaminada con hepatitis C se utilizó hasta 1991, dos años después de la identificación formal del virus.
