Atiende SESA a seis lesionados durante la huamantlada

Atiende SESA a seis lesionados durante la huamantlada

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Peso Morales
 
Alberto Jonguitud Falcón, titular de la dependencia, destacó que desde temprana hora el equipo médico de más de 150 especialistas entre ellos urgenciólogos, cirujanos generales, anestesiólogos, pediatras, así como enfermeras, camilleros y trabajadores sociales, se encontraba preparado para atender las urgencias que se presentaran durante el evento.
 
Jonguitud Falcón dio a conocer que las personas que resultaron lesionadas, son del sexo masculino, cuyas edades oscilan entre los 22 y 60 años de edad, originarios de Tlaxcala y de la Ciudad de México.
 
El Secretario de Salud informó que los pacientes se encuentran en el área de observación del Hospital General de Huamantla y su estado de salud se reporta como estable.
 
 
De acuerdo al parte médico, el primer paciente atendido fue por herida penetrante de asta de toro en el glúteo derecho; mientras que el segundo lesionado presentó la misma lesión, pero en el glúteo izquierdo sin compromiso vascular.
 
Posteriormente, se atendió a una persona que sufrió contusión de hemitórax y lesiones en el tobillo, ambas del lado derecho
 
De igual forma fue ingresado un paciente con herida penetrante por asta de toro en la región medial anterior del muslo izquierdo y se atendió a una persona que resultó con una probable luxación en la rótula izquierda, finalmente ingresó un sexto paciente lesionado, quien también se encuentra estable.
 
Cabe señalar que la SESA trabajó de manera coordinada con el Centro Regulador Urgencias Médicas (CRUM), que opera al interior del Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C4) para eficientar la recepción de las llamadas de emergencia y brindar atención oportuna a los lesionados.
 
Este sábado las calles de “La Ciudad de los Muéganos” se atiborraron de gente para vivir la 64 edición de la Huamantlada donde otras vez se adelantó una hora el festejo, pero aún así hubo broncas y cinco heridos.
 
En saldo preliminar extraoficial, el mando de seguridad informó que solamente se tuvo el registro de al menos cinco lesionados, -ninguno de ellos de gravedad-, lo que indica que esta edición transcurrió prácticamente con saldo blanco.
 
Al inicio fuertes golpes en los cajones de madera pusieron nerviosos a los asistentes, fueron toros de entre 450 y 500 kilos, la expectación crecía, los maletillas ya calentaban el cuerpo, para buscar dar un buen espectáculo.
 
La noche anterior, durante la colocación de los burladeros el comportamiento fue diferente, fue toda una fiesta que se prolongó hasta minutos antes del festejo, todas las medidas de seguridad posibles fueron adoptadas.
 
Desde muy temprano una multitud se fue reuniendo en las calles, desde las ocho de la mañana comenzaron a ocupar sus lugares, había en algunas gradas hasta de tres niveles, de cien, doscientos, trescientos o 500 pesos.
 
Los vendedores hicieron presencia, cada minuto cuenta para ganar un dinero, lo mismo que en las casas, había de todo y para todos, lentes para sol, gorras con cuernos, bigotes, pestañas, paliacates rojos con logotipos de la Huamantlada.
 
Antojitos para todos los bolsillos, los aficionados ganaron presencia, los maletillas llegaban de todos lados, de estados circunvecinos, de los pueblos y las comunidades, llegaron puntualmente a la cita.
 
Los integrantes de la Peña Taurina ya se encontraba reunidos, con sus camisas blancas, pantalones de mezclilla, su paliacate al cuello se mantenían vigilantes, con la experiencia que da los años.
 
En tanto llegaba y llegaba más gente, en su mayoría jóvenes, en grupos, solos o en pareja, algunas mujeres con sus hijos, la vendimia estaba en su apogeo, todo mundo busca ponerse a salvo.
 
Retumba en el cielo azul de Huamantla el primer cohetón, eran las diez y media miles abarrotas las azoteas, las gradas y colman los burladeros, se espera el arribo de entre 180 y 200 mil personas ávidas de emoción.
 
No faltan nunca los maldosos que las hacen entrar en pánico, corren de momento y les gritan… ahí viene el toro, entonces hace su aparición el terror, pero no corren ningún peligro, aunque es parte de la diversión, ver desde lejos los toros y el corre corre de la gente.
 
Suena el segundo cohetón, las calles han sido cerradas, hombres y mujeres corren a buscar refugio, el nervio está a flor de piel, los gritos de emoción, la algarabía va en aumento.
 
Y suena el tercer cohetón… los toros salen al mismo tiempo enfurecidos. comienzan las revolcadas y los capotazos, de inmediato dos toros se juntan sobre la calle Zaragoza Poniente, la gente los sigue con la mirada.
 
Todos volteaban para un lado, y otro toro arriba intempestivamente, como pueden los aficionados se ponen a resguardo, brincan sobre los tablados, los toros vienen limpios, dan juego.
 
Se puede constatar que algunos son toros “limpios”, es decir que no han sido toreados y es un detalle muy importante, que no demerita su bravura, una dama causa sensación, su valor arranca gritos de emoción y aplausos.
 
Los que se sienten matadores o toreros, son quienes se lucen ante los gritos de las mujeres, mientras otros no miden el peligro, se confían y en la arrancada de los toros, casi siempre salen perdiendo.
 
Todo parece indicar que el cambio de horario y comenzar una hora antes, permite que los aficionados que bajan al circuito lo hagan con mayor control, en esta ocasión algunas mujeres se salen de los burladeros y se animan a vivir y ser partícipes de la Huamantlada.
 
El número de visitantes crece, las ambulancias están alertas, lo mismo que paramédicos y socorristas, todo se encuentra dispuesto en el Hospital general de Huamantla, donde esperan los cirujanos y especialistas.
 
Hay 28 unidades de la Cruz Roja están a disposición, vienen de Puebla, Tlaxcala, Veracruz y otras delegaciones estatales para sumar un total de 250 personas listas para entrar en acción, en caso de que se requiera.
 
Sobre la calle Allende, con dirección a la plaza de toros “La Taurina”, un joven recorta al toro y da estupendos pases que emocionan a los presentes, los toros se juntan, se encuentran cansados.
 
Al paso de los imponentes astados la gente se sube a los burladeros, tratan de embestir y siguen su recorrido por el circuito, pero los sustos no paran, hay golpeados al tratar de ponerse a salvo.
 
Los toros pierden fuerza a medida que avanza la capea callejera, situación que envalentona a los aficionados, se enfrentan a los cansados toros, se arrodillan frente a ellos, mientras los toros buscan la sombra, jalan aire con la lengua de fuera.
 
Sin embargo vienen los momentos más peligrosos, no hay reportes de accidentes graves, solamente de raspados y caídas, sustos y corretizas, pero el peligro no se acaba hasta que se acaba.
 
Comienza la falta de respeto a los toros por jóvenes alcoholizados, les jalan la cola, les avientan cerveza y en la primera mitad de este festejo..
 
En esta Huamantlada, los toros dieron juego, la gente se divirtió, los aficionados se quedan picados y habrá que esperar hasta el año que entra, para mostrar la valentía, para nuevas emociones y para volver a torear a los astados en las 27 calles del circuito de la Huamantlada.

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