CDMX.- 17/12/2018.
En Tapachula, Chiapas, muchos migrantes se han establecido temporalmente para solicitar refugio ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), aunque el sueño ya no es llegar a Estados Unidos, ahora es vivir en el centro o el norte de México
Afuera de la Comar se observan largas filas de migrantes que continúan con la solicitud de refugio para establecerse en México. “Este fenómeno no es normal”, asegura Adrián Fernández, policía municipal.
Aunque en esta ciudad fronteriza la presencia de migrantes es común, el guardián del orden destaca que tras el paso de las caravanas se observan al menos mil migrantes en largas filas, esperando ser atendidos por la Comar. Otros ya se encuentran dentro del proceso para obtener el refugio.
“Se sabe que muchos ya hasta casa o cuartos han rentado. Pero están de paso, arreglando su situación migratoria antes de continuar su camino rumbo al centro del país, porque dicen que la situación en Chiapas está casi como en sus países”, dijo el encargado de un albergue.
Blanca viajó desde Honduras hasta México con su esposo y cuatro hijos de 9, 7, 2 años y un bebé de 9 meses. Salieron de su país con la primera caravana, pero decidieron que continuarían por su cuenta
Ella y sus hijos comían pizza en una acera del primer cuadro de Tuxtla Gutiérrez, mientras su esposo pedía dinero a los transeúntes.
“Nosotros no vamos a Estados Unidos; ese presidente es el propio muro. Vamos para el norte, vamos a vivir en Monterrey; allá hay trabajo para nosotros.”
Blanca y su familia reciben apoyo de la casa del migrante que pertenece a la Arquidiócesis; ahí donde la presencia migrante se elevó con la llegada del éxodo, de acuerdo con la directora de la Casa del Migrante Jesús Esperanza en el Camino de Tuxtla, Virginia Gordillo.
Destacó que el primer muro que se les presenta a los migrantes, incluso en México, es la xenofobia. “Para ellos es muy difícil su estancia, porque la sociedad no los ve bien; es difícil conseguir trabajo y, si lo consiguen, es mal remunerado”.
Sin embargo, dijo que estas personas lo ven como opción, puesto que están convencidas de que México es el país que les brindará la oportunidad de comenzar una vida digna.
Antes se migraba para mejorar la condición económica; ahora, para salvar su vida, consideró el académico y economista Jorge López Arévalo, y agregó que si los países del Triángulo del Norte no cambian su situación, seguirán expulsando a su población y los migrantes se quedarán en México, porque ya no es fácil cruzar hacia Estados Unidos.
Mientras tanto, en Tapachula, Tuxtla Gutiérrez y San Cristóbal de las Casas aún se pueden ver migrantes pidiendo dinero en las calles.