Pedro Morales
El Gobierno de la Cuarta Transformación del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, inició desde el primer minuto de su responsabilidad una lucha frontal contra la corrupción y a menos de cien días de su gobierno, los cambios son significativos.
Sobre advertencia no hay engaño. En lo que se refiere a la corrupción, manifestó su gusto por esa decisión de la Cámara de Diputados, ya que “porque este delito que reinaba en el país no era considerado grave, pero ahora con esta reforma no van a tener derecho a fianza los corruptos”.
Esto luego de que los diputados federales avalaron con 377 a favor, 96 en contra y cinco abstenciones la reforma constitucional al artículo 19 en materia de prisión preventiva oficiosa, por lo que se enviará a los congresos locales para su aprobación.
La modificación constitucional incluye como ilícitos graves, además de los ya mencionados, el uso de programas sociales con fines electorales, el abuso o violencia sexual en contra de menores, el feminicidio, la desaparición forzada, el robo a casa habitación, el robo a transporte de carga y los delitos en materia de armas de fuego y explosivos.
Mientras, en la Universidad Politécnica de Tlaxcala (UPTx) región sur, en pleno inicio de la matrícula de mil 400 alumnos que confían su futuro en las aulas de esta institución que han sido manchadas con sangre, actos vergonzosos en el que se han visto involucrados algunos directivos y alumnos, sin que se vislumbre algún cambio.
Integrantes del personal académico, alumnos egresados y en curso de estudios, advirtieron que la mala fama por homosexualidad de un reducido grupo de docentes, acoso sexual hacia las alumnas, fraude y corrupción se originaron durante la administración del ex rector Narciso Xicohténcatl Rojas de extracción perredista.
Sin embargo, finalmente al exrector de nada le valió la inmunidad que obtuvo por haber manejado, vía contrato, el Programa Preliminar de Resultados Electorales que le fue contratado por el ITE, bajo el pretexto de que la institución contaba con la suficiente infraestructura para realizar la tarea.
Los académicos dijeron que ya eso es historia, lo mismo que los fraudes que llevaron a la cárcel al ex rector, quien finalmente pisó el reclusorio, pero obtuvo su libertad bajo fianza.
A su salida dejó el negro antecedente de la muerte de un alumno a manos del director de su facultad, luego de una noche de parranda, donde afloraron los bajos instintos que culminaron con la muerte del alumno.
No obstante, meses después corrió la sangre en las instalaciones de la dirección, donde un alumno casi degüella a su director por cuestiones de acoso sexual hacia una de las alumnas.
De ahí se fraguó toda una estrategia donde tuvieron parte activa algunos personajes que ahora se aprovechan de la falta de experiencia en materia docente del nuevo rector de la UPTx, el priista Enrique Padilla Sánchez
El nuevo rector fue requerido por los alumnos para que limpiara a la Universidad de quienes durante años han hecho presa de sus bajos instintos a los alumnos y se trata en concreto del director de Ingeniería Industrial, Horacio N. así como al director de Biotecnología, Saul N., de Mecatrónica, Víctor N., al director de Química, Ulises N. y el de TI, Carlos N. Los señalamientos son graves y directos.
Sin embargo, la respuesta que tuvieron fue la creación de un área de acompañamiento, para que “en caso de que las alumnas sean acosadas o los alumnos también, los acompañen en sus demandas dentro y fuera de la universidad”.
Pero es la hora en que el rector Padilla no ha dado solución a la demanda central de presunto acoso sexual de maestros y directores en contra de los alumnos que por vergüenza o temor guardan silencio ,hasta salir de la escuela.
En lugar de hacer una limpia, el rector conocido como “La Iguana”, recurrió a la contratación de “controladores” de los medios de comunicación, quienes le prometieron que en poco tiempo y gracias a su intervención esa leyenda negra sería borrada.
Es más entre los académicos que quieren un cambio, existe la sospecha de que algunos de los nuevos integrantes del batallón de comunicadores, mucho tuvieron que ver con la salida del ex rector Xicohténcatl Rojas.
Este batallón de “comunicadores”, está integrada por los panistas Eduardo Fernández, sobrino del desaparecido comunicador Domingo Fernández y se le sumó Gerardo Meneses Carrizosa ex funcionario de Sedesol.
Invitaron al gris jefe de prensa de ayuntamientos panistas Antonio Pulido, los dos primeros salieron de Radio Universidad de manera vergonzosa por haber presuntamente abusado de la confianza que les dieron en un programa de opinión política.
Están grabadas sus intervenciones, donde hay constancia del “entendimiento” que surgió entre el ahora rector y estos “expertos comunicadores” en cuestiones de la política estatal y nacional, dueños absolutos de la verdad.
Ahí se “amarró el tamal”, ya que Enrique Padilla se convirtió en asiduo participante de ese programa de radio y no es casual ahora que La Iguana Padilla fue beneficiado con la rectoría, dicen que no van por lana “se van a llevar la borrega”.
Pero tienen bien guardada la causa de que su programa haya salido del aire, es un misterio que los ha unido más, pero a final de cuentas muy a tiempo se libró la Universidad Autónoma de Tlaxcala de estos personajes, cuyo campo de acción es evidente que son los terrenos universitarios.
Este “Club de Quique”, se repartió el pastel de la siguiente manera:
Eduardo “Lalo” Fernández ,sería el director de comunicación para “controlar” a los chicos de la prensa, vía jugosos convenios, desayunos, banquetes y convivencias etílicas, por decir lo menos.
Por su parte Gerardo Meneses Carrizosa “El Drupy”, se puso a disposición de su amigo Padilla, no para que le diera un puesto, sino para gastar el presupuesto de la UPTx dirigido a la cuestión editorial; quiere hacer un periódico o una revista, para “fortalecer” la imagen. “A mi no me den, solo pónganme donde hay”, es la consigna.
Antonio Pulido Serrano, “Toño”, será el productor de las cuestiones visuales, es decir va a ser responsable de la imagen a través de videos y programas especiales y de promoción, a través de su empresa privada que desde hace años no era contratada casi por nadie.
Es así como los demandantes académicos y alumnos de grados avanzados manifestaron su temor porque la UPTx sea saqueada por este “Club de Quique”, y quien lo creyera es el resultado de un simple programa de radio, pero con padrinazgos evidentes como el de la senadora Beatriz Paredes “La Doña”.
Los informantes pidieron vigilar a estos flamantes “funcionarios universitarios” con lupa, para evitar que la historia truculenta de corrupción maestra y sobre todo los hechos de sangre y desviaciones que en lugar de erradicarse cobren nuevos bríos y se prolongue con resultados insospechados para esta noble institución y sobre todo afecten más a la comunidad universitaria… MUCHO OJO.
