CDMX/ 16/06/2019
Aurelia Padilla, de 33 años de edad, viajaba en la carroza fúnebre donde transportaban el cuerpo de Carlos Francisco, su hijo, ejecutado la noche del jueves en la Colonia Bellavista de Empalme, Sonora cuando fue asesinada por un grupo de sicarios tras increparlos por atreverse a ir al funeral.
De acuerdo a las primeras indagaciones la madre de familia, amigos y parientes del occiso acababan de salir de un templo con destino al cementerio para enterrar al joven momentos antes de que sobreviniera la tragedia.