CDMX/26/06/2019
Elementos adscritos a la Secretaría de Seguridad Publica de la Ciudad de México resultaron muy listos pues al interceptar a un par de personas que circulaban en un vehículo y traían un portafolios que contenía un millón de pesos, que uniformados confiscaron y huyeron con el efectivo.
El dinero se encontraba en los asientos traseros del auto y uno de los oficiales se dio cuenta de éste y les informó a los civiles que serían detenidos, los detenidos argumentaron que “era un préstamo para un compadre de un empresario capitalino”.
Los hechos sucedieron en Avenida San Antonio, colonia Nápoles, alcaldía Benito Juárez, cuando una patrulla les cerró el paso, para después hacerles una “inspección de rutina”.
Ante tal situación, lo empleados no opusieron resistencia y solo le hablaron a su jefe para ponerlo al tanto de la situación. Cuando el empresario llegó al lugar de los hechos los policías ya estaban dentro del Sentra junto con los trabajadores.
Por tal motivo el oficial les dijo que serían llevados a las oficinas de la Fiscalía General de la República (FGR) cosa que nunca sucedió, ya sobre la calle Augusto Rodín, los uniformados ordenaron detener la marcha y se bajaron del Sentra con el portafolio y corrieron a otra patrulla y, junto con una camioneta Jeep Patriot, escaparon.
En tanto la Procuraduría de la capital informó que ya tiene identificados a policías responsables del ilícito, que de acuerdo con el Código Penal local se castiga con la inhabilitación del servidor público y entre ocho meses y tres años de cárcel.