El arte mudéjar mestizo de Tlaxcala

El arte mudéjar mestizo de Tlaxcala

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* LA PIEDRA ROSETA DE TZOMPANTEPEC

      * EX CONVENTO DE ATLIHUETZÍA

      *  EXCONVENTO DE SAN FRANCISCO EN TLAXCALA

      *  PALACIO  DE GOBIERNO, TESTIGO DE LA HISTORIA

Por Pedro Morales

ESPECIAL

El estado de Tlaxcala, enclavado en el centro de la República Mexicana, conmemora en este 2019 los 500 años del Encuentro de dos Culturas, entre la española y la tlaxcalteca que dio origen al mestizaje, cuna de lo que es actualmente la Nación Mexicana.

Estos festejos son encabezados por el gobernador de Tlaxcala, Marco Antonio Mena Rodríguez y tienen la finalidad de mostrar al mundo el resultado de esta fusión de culturas -que en el caso particular-, hace sentir el orgullo de ser tlaxcaltecas.

Es por eso que en el marco de la presentación del programa «Tlaxcala 500 años Encuentro de dos Culturas», el Mandatario dijo que esta conmemoración es la oportunidad de promover a Tlaxcala, de difundir en México y el mundo su riqueza cultural, artística, sus ventajas competitivas para atraer mayor turismo y así potenciar su crecimiento.

«500 años, gran momento para sentirnos profundamente orgullosos de ser tlaxcaltecas, gran momento para conocer, reconocer y reflexionar sobre la historia de México en el momento propio en su origen… a 500 años de este encuentro brutal de culturas que llamamos conquista, en Tlaxcala saludamos su porvenir y damos la bienvenida tanto a nuestros retos, como nuestras oportunidades», expresó el Gobernador Marco Mena.

Dichos festejos son coordinados por  Anabel Alvarado Varela, titular de la Comisión Organizadora de los eventos, encaminados a usar la conmemoración como una ocasión para terminar con la falsa polémica sobre el papel de los tlaxcaltecas y destacar su rol en la historia prehispánica de Mesoamérica y de México, al ser gente aguerrida, lo que les permitió subsistir además de ser reconocidos como un Estado de profundas tradiciones y de historia radiante.

Ante este panorama, Tlaxcala quiere mostrar su verdadero rostro que es el resultado de la amalgama de costumbres y tradiciones que llegaron del otro lado del mar, uno de los resultados es que desde hace 500 años con la llegada de la evangelización, también la cultura se enriqueció y transformó.

En la actualidad el visitante puede llegar a Tlaxcala a constatar la majestuosidad de algunos edificios que desafían la huella indeleble al paso de los siglos y conservan intactos vestigios del arte mudéjar.

En 1519, hace 500 años, Hernán Cortés partió de Trinidad España con su flota, para descubrir y posteriormente conquistar lo que ahora es México, trayendo consigo entre muchas otras cosas,  el arte mudéjar a la tierra firme.

De tal forma que entre los siglos XVI y XVIII, el arte mudéjar llega a la Nueva España, en lo que  actualmente se ha definido como nueva arquitectura religiosa, que se formará a través de las técnicas medievales islámico-cristianas con la suma de elementos tlaxcaltecas, amalgama de la que resulta una expresión nueva y única denominada “Arte Mudéjar Mestizo”.

Estos vestigios son parte de una trama monumental definida por el trabajo de frailes que llegaron de España algunos eran ingenieros, artesanos, agricultores, maestros albañiles o talladores de piedra y madera que nos legaron la tradición, la sobriedad, la economía y la eficacia que son en suma  los valores mudéjares.

Es así como en esta ocasión, Tlaxcala muestra con orgullo su identidad,  no es otra cosa que la huella dejada por la fuerza de la transformación del mestizaje y la fusión de las culturas, que está presente de manera cotidiana en las formas de gobierno.

Es de hacer notar que Tlaxcala además es rica en su impresionante arquitectura religiosa y urbana, en su territorio guarda celosamente la huella del hombre desde la época prehistórica, en sus zonas arqueológicas prehispánicas como Tecoaque, Cacaxtla y Xochitécatl, pero de manera preponderante conserva, fomenta, mantiene vivas y en constante transformación sus costumbres y tradiciones.

LA PIEDRA ROSETA DE TZOMPANTEPEC

Entre los siglos XVI y XVIII el arte Mudéjar llega a la Nueva España, en lo que  actualmente se ha definido como nueva arquitectura religiosa, que se formará a través de las técnicas medievales islámico-cristianas, la suma de elementos tlaxcaltecas de las que resulta un arte nuevo y único.

Una de las acciones de guerra más importantes se llevó a cabo en Tzompancingo o Tehuacingo, hoy San Salvador Tzompantepec, a unas 6 leguas de Tlaxcala, el 2 de septiembre de 1519.

Narran las crónicas que en el cerro de Tonacatecuhtli se instaló un cuartel que pertenecía a Hernán Cortés, el 6 de septiembre de 1519 mientras que en el cerro de Ahuashuatepec se encontraban grupos de guerreros totonacas.

Hernán Cortés manda erigir una cruz en lo que era el juego de pelota, ahora en ese sitio se encuentra la iglesia de San Salvador, donde se ubica la llamada Piedra Roseta,  actualmente es el único vestigio arqueológico y se encuentra incrustada a un costado de la iglesia.

El cronista del municipio de Tzompantepec, Alfredo Vega Guillén, narra que la Piedra Roseta es identificada por la  población porque era con la cual los antiguos habitantes de Tzompazingo  sabían de su calendario de lluvias para la siembra, otros dicen que es un símbolo de la alianza de los Tlaxcaltecas con los españoles, y otros más indican que es una capsula del tiempo.

Se trata de una piedra circular tallada en piedra, con símbolos que a la fecha no han sido descifrados, pero que comparativamente coinciden con la talla de piedra que tiene alto significado en el llamado Arte Mudéjar de Tlaxcala.

Aunque  más bien esta podría ser un “Momoztli” o piedra que indicaba que en ese sitio existía un mercado, o era sitio de ofrendas y sacrificios, esta piedra circular como en todas las zonas mexicas y de culturas similares, se colocaba en el centro de la plaza, zona de mercado o tianguis, esta debió seguir teniendo utilidad hasta después de construida la iglesia, se colocó a un costado simplemente por uso y costumbre de las generaciones subsecuentes.

En la batalla de Tzompancingo, ambos ejércitos se comportaron con gran valentía; sin embargo el armamento español acabó por vencer la superioridad numérica de los tlaxcaltecas, aunque finalmente ambos bandos sufrieron considerables bajas.

En estas batallas, destacó el valeroso joven Xicohténcatl, quien mostró al ejército español su buena disciplina y organización.

Finalmente, después de la muerte de un gran número de tlaxcaltecas, y ante la posible alianza de los europeos con sus ancestrales enemigos, los tenochcas, lo que significaba su desaparición como nación, decidieron establecer la alianza con los conquistadores.

Con el arribo de los europeos a tierras tlaxcaltecas concluye la fase Tlaxcala y la secuencia histórica conocida como época prehispánica, dando comienzo a la época colonial.

La población de San Salvador Tzompantepec, paradójicamente es el principio y el fin de la secuencia prehispánica. Aquí surgieron las primeras aldeas sedentarias y aquí se inicia el dominio español terminando con la fase de la cultura Tlaxcala, cerrando todo un ciclo histórico, por lo que en la actualidad San Salvador Tzompantepec es el principio y el fin de la República de Tlaxcallan.

EX CONVENTO DE ATLIHUETZÍA

Se trata de una obra arquitectónica del siglo XVI y actualmente Santuario de los Niños Mártires Tlaxcaltecas: Cristóbal, Antonio y Juan, cuyos elevados muros recuerdan las fortalezas medievales, sus ruinas ya han perdido la techumbre, sin embargo aún conserva su capilla abierta y marcos pétreos  de ventanas, con el clásico estilo morisco del arte mudéjar.

 

En las ruinas del exconvento de Atlihuetzía, destaca la talla de piedra de cantera y su capilla abierta. Estos vestigios son parte de una trama monumental definida por el trabajo de frailes que llegaron de España que eran ingenieros, artesanos, agricultores, maestros albañiles o talladores de piedra y madera que nos legaron la tradición, la sobriedad, la economía y la eficacia que son en suma  los valores mudéjares.

El Cronista de Atlihuetzía, Isaías Ocampo Márquez, refiere que según la tradición, habría sido el mismo Hernán Cortés quién habría trazado el diseño para la construcción del Convento Francisano de Santa María Atlihuetzia.

La edificación comenzó hacía 1525, y ante la evidencia de diferentes materiales presentes a simple vista, se denuncia que fue hecho en diferentes etapas, tardando el resto del siglo XVI para su culminación.

Originalmente el conjunto constaba de nave principal o iglesia con coro y sotocoro, torre, capilla abierta, claustro, celdas, huerto, capillas posas y otras dependencias domésticas.

La destrucción de la techumbre del lugar, en 1725, y se dice también que un ciclón en julio de 1882 derribó la torre. Aunque se encuentra actualmente parcialmente destruida; destaca de inmediato lo bello de su arquería, la cual divide al coro del presbiterio conservando su esencia hasta nuestros días.

Es importante destacar que en este inmueble se encuentran restos de una pintura mural, la cual aparentemente hace alusión a un hombre confesándose y siendo instado por un demonio a no decir la verdad, para luego hacer que su alma se perdiera en medio de una serpiente de fuego.

En la actualidad su capilla abierta conserva su estructura original de estilo mudéjar ya que se trata de las primeras construcciones en la arquitectura religiosa de hace 500 años, tras haberse establecido la gran alianza entre hispanos y tlaxcaltecas.

El Cronista hizo notar que el techo de la capilla es de estilo gótico, tiene en la parte central donde confluyen las nervaduras de piedra de los arcos, una flor de cempasúchil.

En las ventanas se remata en lo alto con un arco en forma de pico al estilo árabe que se le denomina cenopil claro ejemplo de las técnicas de construcción del arte mudéjar en este ex convento se perdieron en la noche de los tiempos.

Ex convento de San Francisco en Tlaxcala, orgullo de México

Una de las principales celebraciones religiosas en Tlaxcala son las festividades de San Francisco de Asís, herencia de la presencia de los franciscanos en Tlaxcala que dejó una profunda huella desde tiempos de la conquista, en la edificación de uno de los primeros templos de América.

Fueron precisamente los frailes franciscanos quienes iniciaron la evangelización en el nuevo mundo; en Tlaxcala indiscutiblemente se tienen las primeras manifestaciones religiosas, era el choque de dos culturas.

Sin embargo, al paso de los siglos la nueva religión traída por los conquistadores españoles se impuso, con esta conquista religiosa también surgieron los templos, en Tlaxcala fueron los primeros del continente.

Al respecto el cronista de Tlaxcala, Cesáreo Teroba Lara, explica que el ex convento franciscano, ubicado en la capital tlaxcalteca es una muestra de la grandiosidad de la cultura mudéjar que atesora la entidad.

Esta joya de la arquitectura mexicana es actualmente la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, originalmente el templo de San Francisco de Asís, fue levantado por la orden franciscana en el siglo XVI.

Fue dedicado como catedral, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Asunción, durante la erección de la diócesis de Tlaxcala en la década de los 50´ siendo uno de los primeros templos católicos levantados en el Continente y centro de evangelización importante en la zona.

En su interior, se encuentra la primera pila bautismal del Continente Americano, donde se convirtieron a la fe cristiana los cuatro caciques de Tlaxcala. Asimismo, en ella se conserva el primer púlpito de la Nueva España así como dos retablos barrocos estilo salomónico, uno en la nave principal y el otro en una capilla.

El techo del templo, algo inusual en México, es de dos aguas y carece de cúpulas; consta de una sola nave y su única torre está separada de la iglesia.

En la parte interior el techo ostenta un artesonado de madera, estilo mudéjar, catalogado como el más importante de México, con un valor artístico que ha rebasado fronteras por su espectacular belleza y simetría.

El altar principal, de estilo barroco, data del siglo XVII, contiene importantes pinturas, esculturas y columnas de madera tallada, entre ellas un óleo que representa el bautismo de un noble tlaxcalteca, con Hernán Cortés y la Malinche como padrinos.

La pila de bautismo, se encuentra en la recién restaurada capilla de la Tercera Orden.

La capillas

Al lado izquierdo de la entrada del templo, se ubica la capilla, cuyo acceso lo enmarca un arco de medio punto, con una punta en y junta con decoración en altorrelieve que presenta motivos vegetales.

 

Hay un nicho en la parte superior con representaciones de Cristo y la Virgen María. La Capilla abierta conocida como la Capilla del Rosario es catalogada como el humilladero, cuenta con una serie de arcos, tres en total, sostenidos por columnas estriadas de estilo dórico, apoyadas sobre bases cuadrangulares.

La estructura de la capilla la forman tres arcos conopiales sostenidos por columnas un presbiterio con bóveda de nervaduras de estilo gótico. Presenta planta hexagonal.

La Capilla posa. Ubicada en el extremo sur poniente del atrio principal es de planta cuadrangular con dos accesos con arcos de medio punto, que descansa sobre jambas en forma de pilastras con capiteles.

El antiguo convento, es de una arquitectura muy sencilla como las primeras construcciones de la orden franciscana, se erigió y puso bajo la advocación de San Francisco de Asís.

Estaba destinado para albergar a los frailes que se encargarían de llevar a cabo la evangelización de los pobladores indígenas de la región, mientras continuaban la travesía que harían a la capital del imperio de México-Tenochtitlán.

Actualmente el claustro aloja al Museo Regional de Tlaxcala, y el templo está dedicado al culto, que es actualmente la Catedral.

Conserva además una bella capilla abierta, un llamativo campanario aislado del templo, y una arcada que da acceso al atrio, características muy particulares de éste convento, que es una de las primeras construcciones religiosas erigidas en México.

PALACIO  DE GOBIERNO, TESTIGO DE LA HISTORIA Y ARQUITECTURA DE TLAXCALA

Cuando Hernán Cortés vislumbró lo que era el tianguis de  la ciudad de Tlaxcallan, quedó impresionado por la blancura de sus edificios, y decidió establecer sus aposentos en la naciente ciudad de Tlaxcala, corría el año de 1520.

La historia nos dice que  el edificio casi ha sido destruido totalmente, la parte más antigua es la parte central donde están los tres arcos de piedra, actualmente en su parte alta se ubica el despacho del Gobernador.

Se trata de uno de los edificios más representativos de la arquitectura mexicana es el Palacio de Gobierno de Tlaxcala, es considerado “La Casa del Pueblo”, por sus antecedentes históricos, forma parte de los sitios de visita obligada por el turismo nacional e internacional.

El palacio ha sufrido transformaciones a través del tiempo como resultado de una inundación en el siglo XVII, un terremoto en el siglo XVIII y un incendio a principios de la Revolución Mexicana.

Fue la casa de Hernán Cortés, su construcción se inició en 1545, ha albergado la Alcaldía, la Alhóndiga y las Casas Reales.

Constantes intervenciones han dado como resultado que los tlaxcaltecas se sientan orgullosos de presumirlo, ante propios y extraños.

La obra  fue emprendida por el oidor Santillán, siempre ha sido el lugar donde se asienta el poder, el gobierno y el sitio desde donde se ha fraguado el progreso de Tlaxcala.

En la parte baja se encuentran los murales que narran la historia de Tlaxcala, obra del muralista tlaxcalteca Desiderio Hernández Xochitiotzin, en la planta alta se ubican el Salón Rojo, el Salón Verde y la Sala de Gobernadores.

El edificio siempre ha sido el asiento del poder, desde tiempos de la colonia, hasta nuestros días. En el edificio oriente se ubica el balcón central donde se celebra la ceremonia del “Grito de Independencia”, el 15 de septiembre.

En su parte frontal presenta tres veces el escudo de Tlaxcala, tiene un ángel y en la parte de arriba una réplica de la campana de Dolores, fue colocada durante la administración del exgobernador Joaquín Cisneros Molina.

En el Salón Rojo se realizan las reuniones de trabajo del gabinete, su elegancia y sobriedad recuerdan la influencia francesa, en el techo se observan alegorías referentes a la industria.

El Salón de Gobernadores contiene los retratos al óleo de los gobernadores de Tlaxcala hasta nuestros días y en el salón Verde es posible conocer el verdadero rostro de Benito Juárez, en 1972 se colocó su rostro fundido en bronce cuya imagen fue tomada durante su sepelio.

Más arriba se ubica el águila porfiriana de frente, flanquean al conjunto dos columnas salomónicas, una enredadera, pilastras adosadas y sus molduras son de color blanco elaboradas en argamasa.

El cronista de la ciudad de Tlaxcala, Cesáreo Teroba Lara comenta que este Palacio de Gobierno es uno de los primeros que se edificaron en la Nueva España, el arco del edificio poniente es de forma lobulada, tiene la forma del lóbulo del oído.

Es una mezcla de la arquitectura árabe, española y reminiscencias prehispánicas que los labradores de cantera tlaxcalteca decidieron plasmar, tal vez en su memoria fresca en honor a sus dioses.

La obra de cantera contiene labrada flor de cempasúchil o flor de muerto, se le denomina “arte pichichi”, haciendo alusión al pago de tributo de la Nueva España a la corona.

Tiene los tres arcos que representan las tres divinas personas, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, aunque en la actualidad tenga solamente un uso civil, el edificio fue construido en una época en donde predominaba  la religiosidad.

El Palacio de Gobierno nos muestra el resultado de la fusión de dos culturas, la española y la indígena, en este lugar se tiene una connotación importante, es la cara indígena y española que da como resultado una arquitectura “sui genéris” en el país.

La fachada actual destaca por su capa de ladrillo, está recubierta por una capa de “petatillo” de ladrillo, esta capa fue clocada en el año de 1926.

La piedra y labrado de cantera proviene del actual municipio de Xaltocan, lugar en donde el tallado de la piedra alcanzó niveles de excelencia por su perfección, cabe destacar que en aquel tiempo los tlaxcaltecas innovaron en el traslado de bloques monolíticos.

Los antiguos tlaxcaltecas, para trasladar los bloques de piedra no utilizaron los troncos de madera para traer desde Xaltocan la piedra labrada, idearon una carretera con pencas de maguey.

Desde el sitio de labrado colocaron miles de pencas de maguey, sobre ellas transportaron los bloques de piedra y poca gente sabe que utilizaron este método de transporte.

La sabia del maguey, en varias capas, permitió el rápido y fácil desplazamiento de los enormes bloques de piedra, en algo así como una pista de hielo que gracias a la savia de los magueyes hizo más rápido el traslado.

El tallado de la cantera nos muestra en la actualidad flores de zapote, plantas de capulín que causa la admiración de los visitantes, la fachada es bellísima y el interior del palacio es impresionante.

Históricamente, este lugar es el más representativo para la cultura de Tlaxcala y en la mentalidad para el ciudadano tlaxcalteca, el Palacio de Gobierno, es “La Casa del Pueblo”.

Es así como en el nuevo milenio, Tlaxcala percibe la influencia arabesca, ya que España estuvo conquistada por 800 años y es por eso que las construcciones se hacen en Tlaxcala con ese estilo mudéjar.

Tenemos presente el cúfico simple o el cúfico simple de los árabes en los arcos tribulados y las columnas ochavadas que significan la perfección de Alá, en las arcadas  del Palacio de Gobierno.

Ahí los antiguos tlaxcaltecas, en las columnas cuadradas tenemos los calendarios de Venus, de la luna, de la tierra y del sol, en forma de capulines, los tlaxcaltecas dejaron en cada uno de los edificios su huella que desafía el paso de los siglos.

También hay evidencia del arte mudéjar en dos escudos españoles labrados en piedra de tezontle que se encuentran en las paredes frontales de lo que fue el Palacio de Justicia en el Centro Histórico de Tlaxcala.

Además de que en sus calles también destaca la influencia del arte mudéjar y sobrevive un documento escrito en castellano antiguo, en la calle Diego Muñoz Camargo, también  en algunos dinteles y ventanas de vivienda que se pueden ubicar por las calles de la ciudad.

Estas son la prueba del surgimiento del arte mudéjar en el nuevo mundo, donde se funden las culturas arabesca, española con la tlaxcalteca,  es así como hace 500 años surge la versión mestiza del arte europeo en Tlaxcala

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