CDMX/ 19 /01/2020
El muro humano colocado en la frontera sur de México no cedió. Algunos migrantes, en su intento por seguir el camino hacia el norte, trataron de romper a empujones la valla de agentes mexicanos, pero fueron replegados con dos disparos al aire de gas lacrimógeno.
Eran las 8:00 horas del sábado, cuando al menos 500 personas que partieron de Honduras arribaron al puente internacional Rodolfo Robles, que une a México con Guatemala sobre el río Suchiate.
En su andar, ondeaban la bandera de Honduras, hasta que quedaron frente a una barrera de agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), que ya los esperaba junto a la Guardia Nacional y la Marina.
Los centroamericanos, en su mayoría hondureños, cantaron el himno de su país. Un hombre pidió que les permitieran ingresar de manera pacífica.
Hombres, mujeres y menores de edad solicitaron apoyo al gobierno mexicano. Prometieron no realizar desmanes en su paso por territorio.
Entonces una voz salió entre los uniformados: “Sólo mujeres y niños”, pero la multitud respondió que no permitirían la separación, y enseguida alzaron la voz con el lema: “El pueblo-unido-jamás será vencido”.
El bloque de agentes se mantuvo firme. Y en ese instante se concatenaron los empujones y los disparos de gas.